Me siento seguro

La directiva de la Real Balompédica Linense ha cerrado el acuerdo con sus dos porteros, el jimenato Francisco Javier Mateo y el malagueño Lolo Soler, quienes continuarán vinculados al conjunto de La Línea hasta junio de 2016 a no ser que acepten una hipotética oferta de un club de superior categoría. Los dos cancerberos se sienten reconfortados por la decisión de Alfredo Gallardo, que no es más que el principio visible del trabajo que viene realizando el presidente para perfilar con la suficiente antelación la plantilla de la próxima andadura.

Mateo desembarco en el Municipal el verano de 2012 procedente del Algeciras y pese a que ha comenzado las dos temporadas en el banquillo, acabó desbancando primero a Mikel Pagola y más tarde al propio Lolo Soler. En total ha disputado hasta el momento 37 partidos de competición (21+18) dos de ellos, de Copa.

"Estoy muy contento", admite el jimenato, que está disfrutando de la titularidad. "Desde que llegué a La Línea me han tratado muy bien, me identifico mucho con el proyecto, yo quería seguir, la Balona que siguiese... y fue fácil llegar a un acuerdo".

Mateo agradece que el club le reconozca su esfuerzo. "Está claro que si no estuviese trabajando bien y no estuviesen contento con mi aportación no me hubiese hecho la oferta, pero tengo que reconocer que me siento halagado", dice.

De todo lo que ya ha vivido en la Balona, Mateo se queda con su debut en Liga, la pasada campaña, frente al Loja (4-1). "Ganamos bien... fue todo perfecto. Es que mi primer partido, el día del Melilla en la Copa, salió rana", recuerda. "De todas formas es complicado quedarse con un momento, porque afortunadamente ha habido muchas cosas buenas durante todo este tiempo".

El objetivo, de ahora en adelante, es... el de siempre. "Voy a seguir trabajando duro cada día, como lo he hecho desde que llegué. Y como he dicho siempre, el míster es el que toma la decisión. En cuanto al equipo, hay que ir partido a partido y no salirse de es guión".

"¿Que si me veo jugando en Segunda con la Balona? ¿Y por qué no? Es difícil, porque todo es complicado, pero soñar es gratis y ese sueño... es muy bonito", acaba el guardavallas jimenato.

Por su parte Lolo Soler, natural de Torremolinos, llegó hace nueve meses procedente del Estepona. Comenzó jugando, pero una inoportuna lesión de rodilla le apartó del marco. Más tarde se precipitó en el regreso y esa legítima ambición le jugó una mala pasada. Ha defendido la portería de la centenaria entidad de La Línea en once ocasiones.

El portero admite que está "especialmente contento" por el hecho de que la directiva de Alfredo Gallardo haya dado el paso adelante a pesar de que él lleva cuatro meses relegado a la suplencia. "Es bonito que te reconozcan el trabajo, porque en cada momento hay que asumir el rol que toca y en estos momentos no estoy jugando, pero trabajar en los entrenamientos lo hago como el primero, lo que sucede es que Mateo está jugando".

"A nadie le gusta estar en el banquillo, pero lo último que se puede hacer es bajar los brazos, porque si haces eso, lo has perdido todo", recalca el guardavallas malagueño. "El que no trabaja no está en disposición de pelear por nada, porque cuando llega la oportunidad si no has estado dando el callo a diario no estás en condiciones de competir".

"Es evidente que si he aceptado la oferta de la Balompédica es porque me siento con fuerzas para ser titular", subraya Lolo Soler. "Yo tengo mucha ilusión y creo en mis posibilidades, pero las cosas se han dado como se han dado, no tuve mucha suerte con la lesión cuando estaba a buen nivel y después Mateo no ha cometido errores de bulto ni afortunadamente ha tenido problema físico alguno y sigue jugando".

El cancerbero se sincera al ser preguntado por la lección aprendida en esta temporada: "Yo sé que me precipité al volver después de la lesión, por las ganas de disfrutar de la temporada, porque me estaban saliendo las cosas bien... pero es verdad que la rodilla no estaba bien y cuando ya estuve recuperado del todo Mateo ya estaba asentado en la portería".