El conjunto alavés, fiable en su campo

El Amurrio ha completado la Liga en el grupo IV de Tercera división mostrándose como un equipo bastante solvente en su feudo. Ha ganado once partidos en Basarte, con cinco empates y apenas tres derrotas. Entre sus once triunfos se dieron ocho marcadores que le servirían para apear a la Unión de la fase de ascenso, si bien muchos de ellos fueron ante rivales débiles que acabaron la Liga de mitad de la tabla hacia abajo.

De los equipos de la zona alta, cayeron ante el campeón, Lagun Onak (0-2), venció al tercero, el Elgoibar (2-0) y empató ante el cuarto, el Portugalete (1-1). Los resultados que ahora le servirían para pasar de ronda son el 2-0 que logró ante Cultural Durango, Zarautz y Leioa o el 3-0 que le endosó a Baskonia, Ordizia y San Ignacio.

Su victoria más holgada en casa llegó en el tramo final de la temporada, en la jornada 35ª, cuando superó por 6-0 al Amorebieta. Fue un partido curioso, ya que hasta el minuto 59' no se adelantaron los alaveses, que marcaron media docena de goles en media hora.

En casa sólo han dejado de marcar en cuatro partidos, pero el aspecto más importante es su seguridad defensiva. En Basarte han terminado nada menos que doce partidos imbatidos, una gran cifra teniendo en cuenta que uno de los aspectos más importantes de cara a la vuelta es que la Unión no les marque, porque les obligaría a hacer tres goles para forzar la prórroga y no decir adiós al ascenso a Segunda B.

Siempre que se atiende a este tipo de datos de la temporada regular entra en juego el factor de la dureza de cada grupo. Si bien es cierto que el grupo décimo tiene fama de ser uno de los más duros, no ocurre lo mismo con el grupo vasco. No en vano, desde que hace dos campañas se instauró el nuevo formato para la fase de ascenso, ningún equipo de Euskadi ha logrado el ascenso a Segunda B, un dato sintomático que puede denotar la debilidad del grupo. En cualquier caso, el Amurrio se ha mostrado fuerte en casa y tratará de explotar esa condición.