30 años desde la revolución de Baden-Baden
olimpismo
Justo 30 años después del decisivo undécimo congreso olímpico en Baden-Baden, el presidente del COI, Jacques Rogge, conmemora el acontecimiento en la ciudad alemana con una élite olímpica. El documento final había sido ya imprimido con una frase final muy genérica: "El COI debe asumir el lugar que le corresponde en el mundo". Pero el entonces presidente, el español Juan Antonio Samaranch, intervino: "El COI debe ser el jefe del deporte mundial". Con ese golpe de mano, al que nadie se pudo resistir en la votación final, terminó en Baden-Baden en 1981 un congreso en el que se dieron cambios muy profundos que hoy su sucesor Rogge se reúne para conmemorar. El COI se despidió del deporte amateur, puso fin a la discriminación de las mujeres con la primera admisión de miembros femeninos en la orden masculina olímpica.
A los cambios del estatuto amateur en Baden-Baden contribuyeron varios ex atletas olímpicos, entre ellos el británico Sebastian Coe, jefe ahora del Comité Organizador de los Juegos de Londres 2012, y el keniano Kipchoge Keino. Ambos estarán en la fiesta de conmemoración junto con la rumana Nadia Comaneci (gimnasia), el húngaro Pal Schmitt (esgrima), el namibio Frankie Fredericks (atletismo) y el príncipe Alberto II de Mónaco.
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