Trece puntos sumados de quince, tres victorias consecutivas, cinco jornadas sin perder, tres desplazamientos seguidos con triunfos, tres goles o más en los tres últimos partidos, dieciocho goles a favor en siete encuentros, el pichichi de la categoría... Estos son algunos de los numerazos del Algeciras CF de Iván Ania, uno de los equipos de moda en la Primera RFEF. Una plantilla que ocupa puesto de playoff de ascenso, que está haciendo disfrutar de lo lindo a su afición y que es orgullo de la ciudad.

Los albirrojos vienen acumulando elogios y parabienes en las últimas fechas y no es para menos porque las estadísticas que arrojan son demoledoras. Pero no es solo una cuestión matemática, el Algeciras desprende unas sensaciones que ni el más optimista del lugar podía presagiar... salvo, quizás, por la excepción de Félix Sancho, el gran impulsor y creyente de este proyecto que echó a andar en la temporada 21/22.

Iván Ania no lo tenía fácil cuando aterrizó el pasado verano. El asturiano partía con la sombra inevitable de lo conseguido por su predecesor en la histórica pasada campaña en la que Salva Ballesta dejó al Algeciras a un solo partido del ascenso a LaLiga SmartBank. El más mínimo tropiezo a las primeras de cambio iba a remover los fantasmas del pasado, al menos de puertas para fuera de La Menacha.

El técnico salió indemne del accidente en Cornellà en la tercera jornada y dio con las teclas adecuadas a partir del Clásico de La Línea, el ya refrendado punto de inflexión para un Algeciras que desde entonces no ha hecho más que crecer en lo colectivo y también en lo individual. El despegue algecirista en las últimas cinco jornadas ha sido meteórico con cuatro victorias de mucho calado.

Ania ha conseguido algo que parecía imposible, un triunfo ante el eterno rival más sonado incluso que el del curso anterior (que conllevó un ascenso). Ni los más añejos del lugar recordaban ganar con cuatro tantos en La Línea. Pero es que a continuación el ovetense logró desbloquear un nuevo hito al vencer en la casa del Sevilla Atlético, algo que se le resistía al club desde tiempos inmemorables. Y la tercera alegría consecutiva fuera de casa llegó el pasado sábado en Linarejos, una plaza donde para puntuar el Algeciras siempre ha tenido que sudar sangre, sudor y lágrimas, y se impuso con una rotundidad aplastante.

Iván Ania.

Los albirrojos intentarán el próximo sábado en el Nuevo Mirador ante el Betis Deportivo (19:00) conseguir la cuarta victoria seguida. De hacerlo estarían en disposición de pujar por el récord que los de Salva Ballesta alcanzaron hace apenas un año cuando ganaron seis encuentros consecutivos en el arranque de la primera temporada Covid con un sistema novedoso de competición que nada tiene que ver con el convencional de 38 jornadas. Aquel Algeciras debutó con un empate ante el Marbella y enlazó seis de seis hasta cortar la racha triunfal en el Clásico de casa ante la Balona (1-1). Los rojiblancos perdieron su primer envite en la octava jornada en Sanlúcar aunque ya tenían la primera fase muy encarrilada.

Otro registro que Ania ha abierto es el relacionado con los goles. Hay que echar la vista muy atrás para ver al Algeciras meter cinco tantos en casa como ante el Costa Brava en la categoría de bronce, lo más cercano a la actual Primera RFEF. 

Pero es que la vena goleadora se ha desatado con quince tantos en los últimos cinco duelos (a tres por partido). Imposible recordar de memoria a un Algeciras que haya marcado tres goles o más en tres encuentros seguidos en una categoría de este rango.

Los numerazos tienen su recompensa también a nivel individual con el pichichi de la categoría que ostenta Álvaro Romero con siete dianas, seguido de cerca por Roni, con cinco. Y un dato para regusto de la afición, tres de los cuatro algecireños habituales en el once han marcado ya esta temporada.