Algeciras CF - Real Madrid Castilla | La crónica

El Algeciras se da el gustazo (3-0)

La inteligencia de Iván Turrillo y el olfato de Javi López-Pinto se confabularon para dar a luz los tres chispazos que protagonizaron la victoria del Algeciras CF ante el Real Madrid Castilla. El equipo de Lolo Escobar se dio el gustazo ante su afición. El Nuevo Mirador por fin disfrutó de un triunfo plácido, sin angustia ni sobresaltos, el más amplio de la temporada. El trabajo oscuro de una defensa impecable minimizó al filial blanco y facilitó la tarea de mina a un conjunto que logró salir del atasco para dar otro paso de gigante hacia la permanencia en la Primera Federación.

El Algeciras recuperó su versión más eficiente. A bote pronto, los tres disparos a la portería contraria acabaron en gol, pero más allá de esta eficacia máxima, el cuadro de Lolo Escobar mostró una mejoría sensible en muchos aspectos relacionados con el juego y con el saber estar dentro de un partido. En eso, en saber leer lo que ocurre dentro del verde, ofreció una master class Iván Turrillo. Que no se marche nunca el one club man.

Los albirrojos salen del zigzag de tres jornadas sin ganar y se apuntan tres puntos para auparse hasta los 35, cada vez más cerquita de esos 45 marcados a cincel para la meta de la salvación. Con casi toda la jornada por delante, los de Escobar escalan a la sexta plaza, pero lo relevante es que se asientan en la zona cómoda y seguramente metan distancia al descenso aunque el Mérida dio el campanazo al tumbar al Castellón en el Romano. Por abajo están pegando bocados.

Lolo Escobar removió el árbol tras dar un toque de atención en la previa. Javi López-Pinto, Javi Cueto y Rafa Roldán fueron las tres novedades en el once de un Algeciras con dos titulares sancionados, Zequi y Borja Fernández, y otro como Diego Esteban aún lesionado. El técnico situó a López-Pinto en el costado izquierdo del ataque y devolvió a la titularidad a Cueto, en punta, y al malagueño Roldán, que actuó por delante de Admonio en el carril derecho. Le salió de maravilla.

El Algeciras entró al partido con intención de tener la pelota ante un rival muy acostumbrado a mandar y sin miedo a hacerlo en plaza ajena. El orden predominó en un primer cuarto de hora en el que el Castilla se atrevió con un disparo con el exterior de Theo Zidane y otro a la media vuelta del tanque Álvaro Rodríguez, ambos fuera de los tres palos. Los albirrojos buscaron las cosquillas en botas de López-Pinto por la izquierda y con un centro de Roldán desde el otro lado al que no llegó Iván Turrillo.

Los minutos empezaron a correr con la clara sensación de que se medían dos equipos que no están bien, que no pasan por un momento de confianza en su juego. El Algeciras volvió a evidenciar dificultades para generar peligro en el área contraria, donde esta vez sí había un 9 de referencia. El Castilla de Raúl, muy impreciso, tampoco estaba para tirar cohetes.

Pared de manual y gol de López-Pinto

El Nuevo Mirador salió de su letargo al filo de la media hora. Iván Turrillo y Javi López-Pinto orquestaron una pared magistral casi desde el medio del campo para desbaratar la zaga blanca. El capitán metió el último pase al extremo, que definió a la perfección ante Lucas Cañizares para hacer rugir a todo el estadio.

En el minuto 36 Eric Montes cayó al césped, un momento que los equipos aprovecharon para hidratarse. El mediocentro tuvo que ser atendido pero afortunadamente pudo volver. Con la racha de lesiones que lleva el Algeciras, los aficionados se temieron lo peor. El centrocampista está hecho un toro.

El Castilla, con mucho talento joven aunque nada que ver con los Castillas de las dos últimas temporadas, no se volvió loco tras encajar. Los de Raúl lo intentaron antes del descanso con un centro lateral de un lado al otro que pudo complicar la vida a Marcos pero Juan Rodríguez salvó los muebles por arriba. La solidaridad del engranaje defensivo sigue siendo lo más regular de este equipo.

Iván, siempre Iván

A la vuelta del intermedio, el Algeciras quiso ser protagonista. Iván Turrillo, siempre Iván. El capitán estuvo en un par de acciones siempre relacionadas con la creación de fútbol. De un pase suyo al hueco que peleó Rafa Roldán vino el saque de banda en el que el mismo Iván fue el más listo para darse la vuelta y sacar un disparo cruzado que batió a Cañizares. Las gradas celebraban después de mucho tiempo una diferencia de dos goles en casa. ¿Por fin un partido con una victoria tranquila?

La realidad es que quedaba un mundo, casi todo el segundo tiempo, pero la oportunidad se brindaba para que los de Lolo Escobar pudiesen armarse de tranquilidad para sacar su mejor jugo.

Los rojiblancos se sintieron cada vez más cómodos ante un Castilla sin alma. Los de casa se acercaron de nuevo, esta vez con un cañonazo de Eric Montes que se fue arriba. Raúl empezó a mover el banquillo para dar entrada a más chavalería. Quedaba media hora por delante.

El reloj continuó corriendo sin que pasase gran cosa, lo que contribuyó a destensionar más el ambiente en unas gradas que comenzaron a intercambiar cánticos para romper en el tradicional "¡qué bote el Mirador!". Escobar aireó al equipo a falta de un cuarto de hora con Sardinero y el exmadridista Sergio Santos, pulmones frescos y dos futbolistas sin miedo a sobar el balón.

Del susto a la sentencia

El Castilla no había dicho su última palabra ni mucho menos y dejó un serio aviso. Palacios estuvo a punto de marcar en una acción que desembocó con un tiro cruzado dentro del área chica. Suspiraron las gradas.

Lo que es el fútbol. Del sustito a la sentencia. Sergio Santos robó el balón y lo metió en largo; la falta de coordinación entre el portero y la defensa blanca dejó en bandeja el cuero a Javi López-Pinto, que lleva el gol entre ceja y ceja y rubricó desde fuera del área el 3-0. El Mirador ya era una fiesta.

Escobar se pudo permitir el lujo de retirar el mismo tiempo a los dos grandes protagonistas de la tarde para que fuesen ovacionados como merecían.

Aparicio lo intentó para el Castilla con un obús que despejó Marcos Lavín, siempre atento. Los blancos buscaban el tanto del honor en una plaza en la que los dos últimos años costaron un play-off de ascenso y a punto estuvieron de descender a los rojiblancos.

El algecirismo pudo por fin presenciar el debut esta temporada del canterano Curro, que saltó al filo del minuto 90. Minutos más que merecidos para un futbolista de la casa que lleva a la sombra varias campañas.

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