La Unión dio ayer un frenazo en seco en su marcha por la Tercera división hacia la liguilla de ascenso. Los barreños cayeron en casa de un Sevilla C mucho más activo en ataque que los de la Villa, que esta vez no estuvieron a la altura de las últimas dos derrotas, ante el Coria y el Villanueva, en las que su juego fue bueno a pesar de no haber podido sumar. Además, los gualdiverdes caen de los puestos de privilegio tras enlazar tres tropiezos, aunque sólo hay dos puntos de diferencia entre la segunda y la sexta plaza, la que ocupan ahora los de Los Barrios.

Los de Jaime Molina parecían sentirse cómodos en los primeros compases del encuentro. Sin embargo, el tercer filial sevillista se fue desperezando poco a poco y comenzó a protagonizar la mayoría de las acciones de peligro después de que Pacheta estrellase el balón en el lateral de la red tras una buena jugada.

José Carlos, una de las pesadillas ayer para los barreños, fue apareciendo sobre los 25 minutos de juego. El extremo se manejaba como pez en el agua por el carril izquierdo y por allí avisó con un disparo tras una jugada individual que se marchó fuera por poco. Poco después el mismo jugador combinó con Espinar, pero estaba en fuera de juego.

El Sevilla C seguía acercándose por el marco de Vilches y vio puerta en el minuto 31, cuando Espinar finalizó una triangulación del conjunto hispalense. El delantero sevillano se animó, y sólo dos minutos después Vilches tuvo que parar un lanzamiento peligroso de Espinar.

La Unión no estaba jugando como en los partidos anteriores. Apenas explotó las bandas y Pacheta parecía estar muy solo arriba, aislado. Sin embargo los barreños se animaron en el último tramo de la primera mitad. Primero Calero puso a prueba a Aragón al rematar una falta y en el posterior córner José Ignacio mandó su disparo alto. Ya al filo del descanso de nuevo el portero sevillista deshizo por partida doble sendos intentos gualdiverdes. Primero salvó un remate de Pacheta a centro de Añón con una parada increíble y después el rechace que cayó a las botas de Ibarra con otra gran intervención. Edu Martín e Ibarra, de nuevo, también lo intentaron desde lejos antes de que los dos conjuntos enfilasen el camino a los vestuarios.

Las cosas se complicaron mucho más para la Unión cuando el Sevilla C marcó su segundo tanto al poco tiempo de volver de la caseta por medio de Carreño, que culminó un contragolpe bien llevado por los cachorros sevillistas.

Los gualdiverdes se bloquearon y tampoco creaban peligro, todo lo contrario que el conjunto sevillista, que llegaba con peligro sobre el marco de Vilches con relativa frecuencia. Por parte de los barreños casi no había noticias en ataque, hasta que los de Diego Rodríguez pusieron la puntilla a los visitantes en el minuto 73. Espinar aprovechó una indecisión en defensa para batir a Vilches con un disparo durísimo. Los locales seguían a lo suyo, creando ocasiones, con José Carlos, Carreño y Espinar como estiletes.

La Unión hizo el gol del honor en el tiempo añadido por medio de Añón, pero solo un minuto después José Carlos fue objeto de penalti y Javi Martínez aumentó la goleada al ejecutar desde los once metros.