UD Melilla, un rival resucitado

La Unión Deportiva Melilla a la que el próximo domingo (12:00) recibe a la Real Balompédica Linense en la vigésimo segunda jornada es el claro ejemplo de la mejora que experimenta un equipo cuando recupera (o en este caso consigue) la solidez defensiva por la que tanto suspira el conjunto de Rafa Escobar. Los norteafricanos ocupaban la penúltima plaza de la clasificación después de la jornada decimotercera, en buena medida a causa de los 22 goles que habían encajado hasta ese momento. En las últimas ocho jornadas ha recibido sólo cuatro dianas. Hoy es noveno, a cinco puntos de las plazas de liguilla y con seis de renta sobre la zona de peligro.

La Balona visita el Álvarez Claro justo en el mejor momento de la UD Melilla, el Decano de la Segunda B, en el que ha militado todas las temporadas de su existencia. Los norteafricanos enlazan diez jornadas sin conocer la derrota y de ellas, las cuatro últimas, saldadas con victorias.

A la base de esta espectacular metamorfosis experimentada por los de Fernando Currás se encuentra desembarco en la portería del ex del Almería Álvaro en detrimento del exalgecirista Jesús Romero aunque ni uno ni otro han conseguido eclipsar el efecto de la salida de Munir, ahora en el Numancia de la Liga Adelante.

En las últimas semanas los azulinos se han visto favorecidos por el reencuentro con la portería de uno de sus clásicos, Nacho Aznar, que sale a gol por jornada en las tres últimas citas, si bien es verdad que todo su fútbol pivota en torno a uno de sus veteranos, David Sánchez, forjado en la cantera del Barça y que después de pasar por Sevilla jugó en Primera con el Albacete y en Segunda con el Elche. Un mediocentro de una calidad sobresaliente.

El Melilla, que cuenta en sus filas con media docena de futbolistas que superan la treintena y en el que un setenta y cinco por ciento de su plantilla es de casa, está siendo capaz de superar los problemas económicos de la entidad, traducidos en retrasos en los pagos. Una adversidad que suele solucionarse cuando la Comunidad Autónoma abona el canon anual.

De cara al encuentro con los de La Línea el conjunto de Melilla tiene dos bajas confirmadas. Por un lado la de Guille Roldán, que se recupera de su lesión de larga duración y por otra la de Pedro Bolaños, que cayó lesionado el pasado domingo en El Palo y que aún está a la espera de las pruebas médicas, que parece que no van a traer buenas noticias.

Para ese encuentro una de las grandes preocupaciones es el estado del terreno de juego del Álvarez Claro, ya que después de que al comienzo de la semana la ciudad soportase abundantes precipitaciones e incluso heladas nocturnas el piso no es que esté precisamente en su mejor estado y eso que las plantilla está llevando a cano sus sesiones de trabajo en La Espiguera, de césped sintético.