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Síntomas de mejoría (1-1)

  • La Balompédica recupera sus señas de identidad y corta su racha de derrotas con su primer punto a domicilio Bauti adelanta a los linenses, que otra vez encajan a balón parado

La Real Balompédica Linense sumó ayer, en el Municipal La Hoya de Jumilla, su primer punto como visitante de la presente campaña y, lo que es mucho más importante, recuperó la intensidad y la capacidad de sacrificio que tanto se echó en falta en las dos últimas jornadas. Una mejora que le sirve para amansar antes del doble enfrentamiento como local frente a Real Murcia y Recre unas aguas demasiado revueltas. Aunque el empate no se pueda catalogar de injusto, los de La Línea se hicieron acreedores incluso a la victoria, porque disfrutaron de ocasiones y se adelantaron en el marcador. Sin embargo cuando parecían tener el gran premio en la mano, ya en el tramo final, encajaron un gol, otra vez en una acción a balón parado y a punto estuvieron incluso de echar por tierra todo su trabajo en los últimos segundos, pero Rulo lo evitó, aunque para ello tuvo que cargar con la expulsión.

El encuentro no puso en evidencia en momento alguno que se enfrentaban un equipo que llegaba después de enlazar tres victorias y otro que comparecía temeroso, después de dos reveses y de una semana muy caliente en el apartado interno. El fútbol de ambos no sólo era equilibrado durante un primer tiempo muy vistoso, sino que una Balona implicada llevó el peso del encuentro y pudo ponerse por delante antes del descanso. El rival encontró muchos problemas para desarrrollar el juego que le caracteriza, porque los visitantes cerraban las vías de agua a base de mucha presión.

La primera aproximación la protagonizó el conjunto linense cuando apenas habían transcurrido dos minutos, pero Rulo no atinó a que su disparo fuese entre los palos.

Tras esta primera acometida de los albinegros, repliclaron los del altiplano murciano, que a punto estuvo de adelantarse en el minuto cinco en un mano a mano entre Titi y Óscar Santiago que resolvió el cancerbero visitante. Instantes después entre Chirri y Titi malograron una inmejorable oportunidad tras una indecisión del propio cancerbero.

Los albinegros siguieron trazando un fútbol con partitura y en el 24' fue el argentino Damián Zamorano el que probó suerte. Pero su punto de mira estaba demasiado elevado.

En lo que restaba de primera mitad los dos equipos se batieron, pero trasladaron su debate al centro del campo. Mucho trabajo por ambas partes, mucho esfuerzo, pero apenas llegadas.

El comienzo de la segunda entrega no fue tan diferente al de la primera. Nada más comenzar la tuvieron los albiazules, pero Óscar Santiago volvió a demostrar su agilidad en los palos y contestó de manera espectacular a Chirri. La réplica de los balonos llegó en un testarazo de Francis Ferrón que se marchó ligeramente desviado cuando desde su banquillo casi se celebraba el tanto.

Y llegó el minuto 53'. Bauti pasó de ser el villano de la derrota en Almendralejo de quince días antes al héroe momentáneo. Un centro-chut suyo se fue envenenando a medida que se acercaba al marco y acabó por sorprender a Seral.

Al contrario que en otras ocasiones la Balompédica supo enfriar el encuentro al verse en ventaja, momento en el que destacó especialmente la figura del debutante Alfonso, que estuvo bastante entonado toda la tarde, sobre todo teniendo en cuenta que era su estreno en la categoría de bronce.

Precisamente cuando más controlado parecía tener el encuentro el conjunto de Manolo Ruiz (que ayer realizó todos sus cambios hombre por hombre, sin modificar el dibujo) llegó el empate. Corría el minuto 83' cuando Perona sacó una falta lateral y la defensa de la Balona cometió ese error aislado que le viene penalizando desde que comenzó la competición. Permitió al veterano Ángel Robles establecer la igualada.

El tanto expoleó a los de casa y a su hinchada, que trataban de rememorar el triunfo in extremis de la pasada andadura. De hecho ya casi en el descuento un buen pase interior del exbalono Bello obligó a Rulo a derribar a Gabri. El zaguero albinegro era el último hombre y aunque su acción fue acertada, por cuanto abortó un mano a mano peligrosísimo, le costó la expulsión y, por añadidura, perderse el duelo de la próxima semana.

El lanzamiento de la falta, que se fue a la barrera, fue el último coletazo del Jumilla antes de que el árbitro decretase el final de las hostilidades.

La Balona puntúa fuera de casa y, aunque sigue en puestos de descenso, empieza a dar síntomas de mejoría. Parece que, de momento, pasó la tormenta.

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