Romero y el Algeciras: amor correspondido
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"Momentos así quedan grabados en el corazón", dice el portero albirrojo, el héroe del triunfo ante el Ceuta
Lo de Romero y el Algeciras CF es una unión para toda la vida. Un flechazo a primera vista que se tornó en amor correspondido e incondicional. Llegará el día en que el portero y el club separen sus caminos, pero el sevillano se quedará con un pedacito de la historia de este añejo escudo para siempre. El algecirismo y Jesús Romero vivieron el domingo una tarde memorable ante el Ceuta. El guardameta coronó una descomunal actuación personal al detener un penalti en el minuto 97 para exaltación de un estadio con unas tres mil almas. Romero fue paseado a hombros por el Nuevo Mirador por segunda vez en su vida. Fue ovacionado por una afición que le adora tanto como él a ellos.
"Momentos así se quedan grabados a fuego en el corazón". Son palabras que salen del pecho de un futbolista que ayer acumuló elogios, felicitaciones y muestras de cariño de compañeros, amigos, aficionados, rivales... pero que siempre trata de tener los pies en el suelo. "Ya en el vestuario está Berlanga para que no se me suba mucho", recuerda.
Jesús Romero Correa admite que la victoria ante el Ceuta tuvo un sabor especial por todo lo que significó para el equipo y para la grada, por el sufrimiento y por el desenlace digno de una película. El cancerbero tocó el cielo con el ascenso albirrojo a Segunda B de 2013 de la mano del entrenador Manolo Sanlúcar. La tarde del Tropezón salió a hombros del césped en una imagen imborrable para la hinchada, pero lo que hizo el pasado domingo también se quedará en el recuerdo.
"Fue un subidón por la situación del momento, por todo lo que significó, por el minuto y la acción en el último segundo... fue un poco todo, pero es verdad que al final es una acción puntual", dice sobre el penalti que detuvo al algecireño y exalbirrojo Willy, con quien compartió vestuario.
Romero explica que cambió de idea en el último suspiro. "Es una decisión que tomas y a veces aciertas y otras no; a veces miras e intentas engañar al lanzador", detalla.
"Conozco a Willy, tiene un golpeo fuerte y seco, es bueno", subraya el meta, que aprovechó sus conocimientos para elegir sobre qué lado decantarse. "Recuerdo con Manolo Sanlúcar que hacíamos tandas de penaltis después de los entrenamientos muchas veces, le amagaba y me golpeaba a la derecha", rememora. "Iba a quedarme en el centro porque pensé que iba a asegurar por el minuto que era, pero decidí cambiar en el último segundo". Y es que cuando uno está tocado por una varita...
La reacción del algecirismo, una vez más, desbordó a un Romero que no repara en agradecimientos. "El cariño que la gente siempre me ha dado aquí es enorme, no sólo los aficionados, los algecireños me acogieron con los brazos abiertos desde el primer día, me hicieron sentir un algecireño y un algecirista más y eso se guarda para siempre en el corazón", asegura. "El día que lo deje por lo que sea estos momentos se los contaré a mis niños, a mis amigos, a mi gente, porque se queda para el resto de tu vida".
"Quitando el hecho del derbi [esta vez fue un derbi del Estrecho como en los viejos tiempos], no dejan de ser tres puntos más", analiza Romero. "Pero es verdad que empezar esta semana de tres partidos ganando a un rival como el Ceuta, el mejor Ceuta que he visto en muchos años, es muy importante para nosotros de cara al estado de ánimo", admite.
El arquero sevillano confiesa que disputó el partido infiltrado. "Venía tocadísimo por el cuello, no me podía mover el día antes y justo antes del encuentro me dio un pinchazo en el trapecio, pero Rocío me trató de maravilla y me infiltró".
El meta del Algeciras mira ya al compromiso del jueves en Huelva ante el filial del Recre. "Es un campo complicado, así que iremos con todas nuestras armas y el cuchillo entre los dientes".
Willy, la cara amarga del penalti, dice que ahora tiene que ser fuerte
La cruz del penalti que Romero detuvo el pasado domingo ante el Ceuta fue para un algecireño. El futbolista zurdo Juan Luis Becerra Willy tuvo la valentía de ejecutar la pena máxima que el Gato le adivinó. "Lo de Romero el domingo fue tremendo", reconoció el exalgecirista. "Tenía en la cabeza que lo iba a meter porque me notaba con confianza, pero lo fallé… Ahora tengo que ser fuerte igual que cuando cogí el balón para tirar el penalti", señaló. "Mi sitio natural para tirarlo era el otro, pero Romero me conoce, y por eso decidí cambiar, pero me equivoqué. También hay que darle la enhorabuena a Romero por el partidazo que hizo y al Algeciras por los tres puntos", admitió el algecireño, que ya piensa en levantarse: "Hay que sumar sí o sí".
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