El Piragüismo Algeciras, una familia que sobrevive al olvido

El Club de Piragüismo Algeciras es una familia que sobrevive por sus propios medios, muy escasos, en una situación muy próxima al abandono. Sin ayudas de casi ningún tipo, sin posibilidad de publicitarse en sus instalaciones -unos contenedores en el Llano Amarillo-, sin la atención de las instituciones municipales, la directiva algecireña que encabeza Juan Carlos Benítez mantiene a flote a una entidad con más de un centenar de deportistas, la gran mayoría niños. Benítez habló sobre la realidad del club ayer en La Tertulia Deportiva de Europa Sur, la última de la temporada, celebrada como siempre en el excelente entorno de El Cortijo de Guadacorte, a la que también acudieron el novillero linense Miguel Ángel Pacheco y su apoderado, Juan Carlos Landrove.

El CP Algeciras, con más de 35 años de historia, es un magnífico ejemplo de cómo gestionar un club con muy poco, por no decir nada. "Pagamos todos los socios aunque este año hemos intentado que los chiquillos no tengan que hacerlo", explica Juan Carlos Benítez, presidente desde hace dos años, pero involucrado en la causa desde hace catorce.

"Tenemos unos 130 deportistas, de ellos unos 80 son niños, todos federados, hasta los neófitos", afirma. "Hay gente de todas las edades, el menor es Daniel Bertomeu de 5 años y el más veterano, el abuelo, es José Fernández de 71", detalla Benítez, algecireño de adopción, de 49 años, palista y aficionado al boxeo.

Los algecireños lamentan que la ciudad lleve tanto tiempo sin organizar una prueba. "La última regata que celebramos aquí fue la de Las Cañas y de eso hace ya quince años", apunta. "Lo hemos intentado muchísimas veces pero no hay manera. Quizás haya que intentarlo a través de otro municipio del Campo de Gibraltar", concede.

Benítez subraya que su junta directiva no quiere ayuda en forma de dinero municipal. "Lo que queremos es que inviertan en material", sostiene. "Tenemos botes con cerca de 40 años, hace poco cambiamos los chalecos porque daban vergüenza, en el último viaje se nos rompió el remolque de los botes... Sólo pedimos lo mínimo para unas condiciones dignas", insiste el mandatario, que aclara que una piragua de nivel intermedio-bajo "puede costar unos 1.800 euros. Aunque nosotros siempre vamos por detrás".

Sobre el eterno problema de las instalaciones, Benítez da su opinión. "Ya estamos mentalizados con lo que tenemos, sabemos que no van a mejorarlas. Hemos visto tantos proyectos...".

El CP Algeciras dispone de "cinco módulos" en el Llano Amarillo, en terreno portuario, donde guarda los botes y ha montado algo parecido a unos vestuarios. "Reciclamos todo, de hecho tenemos un suelo que el Ayuntamiento iba a tirar", dice Benítez. "Además no nos dejan poner publicidad, algo que no entendemos, y hemos sufrido robos muchas veces y destrozos. Lo último fue la cancela que da al puerto, la reventaron y nos la arregló Ignacio Arana, presidente del Club de Remo Linense".

La sede oficial del club está en la Reconquista, junto al edificio de la UNED, también dejada al olvido. "No tenemos ni servicios, los chiquillos tienen que ir a orinar al Corte Inglés", asegura el presidente.

"Sabemos que somos un deporte minoritario, sin embargo el piragüismo es una de las disciplinas que más medallas ha dado a España en los Juegos. Tenemos el ejemplo de Saúl Craviotto, una estrella en este ámbito que tiene una vida normal con su trabajo. Sabemos que nadie va a vivir de esto", reconoce.

Benítez desliza una propuesta para "crear una escuela" pero, advierte, "tiene que ser decente, con unas instalaciones mínimamente dignas".

El dirigente admite que mantener el club les cuesta dinero. "Te tiene que gustar mucho esto para estar metido, si sigues adelante es por los niños", confiesa. "A los que empiezan se lo planteamos como un juego. Y la mayoría se quedan porque tenemos un ambiente familiar", destaca, antes de resaltar la labor de compañeros como Juan Andrés Palacios, Pedro Lamorena, Laura Ordóñez... y muchos otros.

A pesar de los problemas, el CP Algeciras lucha por seguir el camino iniciado en la década de los 80 por el Club de Leones y después por el Piragüismo Algecireño, con Vicente Giménez en el cargo durante doce años. La entidad trata de acudir a todas las pruebas del calendario andaluz y selecciona entre las que puede a nivel nacional. "Ahora tenemos dos desplazamientos importantes, a Zamora y a Asturias", apunta el presidente, que pone en valor a una cantera en la que hay varios jóvenes "con muchas cualidades", que despuntan ante piraguas que valen el doble.