El Mairena regresa el próximo domingo al 'lugar de los hechos'

El Club Deportivo Mairena regresa el próximo domingo al Municipal de La Línea. Será la primera vez que lo haga al escenario en el que vivió uno de los acontecimientos más extraños de su historia de ambos clubes. La mañana del tres de febrero de 2008 el colegiado malagueño Sergio Velasco Ortega tomó una de esas decisiones que marcan a un colegiado, ya que después de que el sevillano Raúl Domínguez transformase un penalti, en primer lugar mandó repetir el lanzamiento porque había entrado un compañero suyo en el área antes de que golpease el balón e instantes después invalidó esa decisión y entregó el esférico al equipo de La Línea...¡para que sacase de puerta!.

Los hechos se remontan a la vigésimo tercera jornada de la andadura 2007-08. La Balompédica apretaba el paso para llegar a la liguilla que acabaría catapultándole al ascenso a Segunda B con aquel recordado empate a tres enMiranda.

El Mairena, por su parte, llegaba a La Línea después de completar seis viajes consecutivos sin puntuar. El equipo balono, que ya por aquellas alturas estaba en manos de Gabriel Navarro Baby -que había reemplazado en diciembre al actual preparador del Recre B, Carlos Ríos- se adelantó por medio de Miguélez (15') y a renglón seguido vio como Jorge Manrique estrellaba un penalti en el larguero.

Parecía que aquel encuentro no iba a tener mucha historia, pero acabó entrando por pleno derecho en la de los dos equipos. En el 25' el colegiado Velasco Ortega decretó penalti por una supuesta acción de Johny que nadie vio. A Raúl Domínguez no le tembló el pulso y batió a David Pérez, pero el árbitro, después de decretar la repetición del lanzamiento y a instancias de uno de sus auxiliares, cambió de criterio y decretó que le correspondía al equipo de casa poner el balón en juego con un golpe franco indirecto en la frontal del área.

El banquillo visitante se levantó

en pie de guerra entre los murmullos de sorpresa de la grada y el árbitro se dirigió al entrenador

Eusebio Navarro -que permanece en el cargo- para explicarle que se trataba "de una nueva reglamentación" mientras el linier que estaba en la grada de tribuna le espetaba: "Sergio, Sergio ¿tú estás seguro?".

En el tiempo añadido Víctor Gago hizo el tanto de la igualada en un error infantil de la defensa y seguramente cambió el rumbo de los acontecimientos.

Al término del choque y a preguntas de este periódico el presidente del Club Deportivo Mairena, Juan Moreno, afirmó que su equipo impugnaría el resultado con independencia del marcador. "Lo hubiese hecho igual si hubiésemos ganado cero-tres".

Al conocer las afirmaciones del mandatario, Eusebio Navarro advirtió en rueda de prensa: "Bueno, ya hablaremos cuando lleguemos a casa, no en caliente. La Línea está muy lejos para tener que voler", dijo mientras esbozaba una sonrisa.

Lo suyo fue toda una premonición. Ya en frío y pese a que quedó demostrado que el punto XIV, apartado infracciones y sanciones C del reglamento le daba la razón, el presidente se retractó y después de consultar con el cuerpo técnico y la plantilla decidió no impugnar el resultado, aunque sí envió las imágenes al Comité Nacional de Árbitros.

"Se me calentó la boca. La Balompédica no tiene la culpa de nada, pero el colegiado si debe sufrir algún castigo, porque si esa misma decisión la toma en el penalti que lanzó un poco antes la Balona se podía haber originado un altercado de orden público. Y entonces ¿quién paga las consecuencias?", se preguntó.