Luis Gil y Manuel Gavira, los benefactores de la Balompédica

El empresario sevillano Luis Gil Moya y el linense Manuel Gavira evitaron, con sus aportaciones a última hora, que la Balompédica descendiese el pasado viernes día 31 a Primera Andaluza por morosa. Los nombres de los benefactores fueron desvelados ayer por el presidente de la entidad, Alfredo Gallardo, en una emotiva comparecencia ante los aficionados, que demostraron con aplausos su respaldo a la gestión del mandatario albinegro.

La Balompédica cierra filas después de salvar 'in extremis' su descenso por morosa. La comparecencia de algo más de una hora del presidente ante un centenar largo de incondicinales para explicar las gestiones realizadas en el último mes sirvió para poner de manifiesto que el club no ha hipotecado su futuro por culpa de la deuda generada durante la temporada pasada, la del descenso a Tercera. Pese a que salió airoso de su comparecencia Gallardo afirmó en referencia a la campaña recién finalizada: "Me he sentido perdedor".

El presidente explicó que en varias ocasiones durante el pasado mes de julio la situación generada por la deuda de más de 430.000 euros "parecía resuelta" hasta en dos o tres oportunidades "pero a los tres días fallaba" hasta el punto de que llegó un momento en el que, confesó: "No sabía dónde acudir".

Gallardo resaltó en una decena de oportunidades la importancia de la mediación del concejal Manuel Aguilera y que cuando todo parecía perdido aparecieron el empresario sevillano Luis Gil Moya (que tiene previsto desembarcar en La Línea para reflotar empresas y que aportó 200.000 euros) y Manuel Gavira (propietario de la inmobiliaria Promaga) que aportaron la cantidad que el club precisaba para liquidar la deuda pendiente con los jugadores que habían presentado denuncia ante la Comisión Mixta (Afe-Liga de Fútbol Profesional). Ambos empresarios percibirán contraprestación en publicidad. En el capítulo de agradecimientos también incluyó a Santiago García, a su directiva y al empleado municipal Francisco Partal.

El presidente dejó claro que el club aún debe liquidar a los jugadores de la comarca y a los empleados del club -a quienes expresó su agradecimiento- y que en los últimos días sólo cuatro futbolistas (Jorge Herrero, Enzo Noir, David Pérez y Marín) aceptaron negociar reducciones a las deudas, una relación en la que también incluyó a dos ex, Fede y Óscar Tena.

Del resto hizo referencia a que uno quiso "darnos una limosna y eso no lo podíamos aceptar" y que otro llegó a asegurar que le "daba igual" que el equipo descendiese. Desde las butacas se oyó nombrar a David Miguélez y Miguel Ángel Espínola, a lo que el presidente replicó: "Yo no voy a dar nombres".

Gallardo se defendió de lo que considera críticas injustas que ha recibido a lo largo del último mes y pidió respeto para su persona.