algeciras CF | cd gerena

Líder con todas las letras

  • El Algeciras realiza un titánico trabajo en todas sus líneas para ajusticiar y derrocar a un Gerena más efectista que efectivo Gabri irrumpe en escena con un golazo que vale por un triunfo que es un golpe de autoridad El arbitraje, lo peor de un duelo de superior categoría

Golpe de estado en el grupo X de Tercera división. El Algeciras Club de Fútbol derrocó con una entrega brutal y un fútbol inteligente al CD Gerena. En un encuentro propio de liguilla de ascenso se hizo con el poder, con el liderato, y amenaza con instaurar un largo gobierno en rojo y blanco. A pesar incluso de una desastrosa y esperpéntica actuación del trío arbitral, que se cargó el partido con extrañas expulsiones salomónicas y que terminó por dejar a los de casa con nueve jugadores. También con eso pudo el Algeciras. Golpe de estadio también con un público que supo jugar y entregado ya a la causa y que terminó por vitorear a un equipo que jugó su partido más completo hasta la fecha, un partidazo en el que demostró todo lo que necesita demostrar un equipo que quiere ser campeón.

Esto es largo pero está en el camino. Tenía tres partidos ante rivales directos y a los tres, incluido a un Gerena que iba brillando por donde jugaba, los ha dejado en la cuneta y, además, con merecimiento sino quedándose corto. Porque el Algeciras bien pudo irse ayer con un marcador mucho más amplio de lo que quedó reflejado gracias al gol, golazo, de Gabri, que como dijo tras el encuentro no pudo estrenarse mejor como goleador. Se le estaba esperando y su irrupción fue más que oportuna.

El Gerena se trajo a Algeciras su fútbol de violines pero para ganar en el Nuevo Mirador hace falta mucho más que elaborar fútbol como el que hace música, nota a nota, a base de posesión y juego corto. El Algeciras acabó el partido triplicando en ocasiones a un contrario que sólo tiró dos veces entre los tres palos y que no pudo con una defensa contundente y segura, que supo recomponerse cuando perdió a Adrián Máiquez en la decisión circense, pero de circo del malo, del encuentro. En esa, el cuadro sevillano perdió a Iván, su referencia y posiblemente jugador con más mordiente de un equipo con mucha calidad.

La intensidad y el ambiente del duelo fue impropia de un encuentro de esta categoría. También el fútbol desplegado por los dos equipos. El Algeciras, que salió con Iván -de los mejores- y Javi Chico en el centro del campo, salió con una presión muy alta para abortar la salida de balón del Gerena. En dos minutos, los albirrojos tuvieron dos ocasiones clarsa. El ritmo, lo dicho, muy alto. Había todo un liderato y muchas más cosas, como el orgullo, en juego.

Willy, otra vez ingeniándosela en la mediapunta, inició una triangulación con Merino que estuvo a punto de conectar con el gol David Grande. Ayer hubo cambio de delantero referencia en el Algeciras, posiblemente para aprovechar esos espacios que suele dejar el Gerena en su fútbol arriesgado pero no terminó de encontrarlo el atacante, que tuvo la más clara en la segunda mitad, con su equipo por delante, y se marchó al palo.

Lo mejor del Gerena, posiblemente de todo el encuentro, llegó a los 21 minutos. Javi Medina disparó por bajo y Josemi, muy seguro, evitó el tanto. La lucha, a esas alturas, estaba en el centro del campo, no era un encuentro muy vistoso en ocasiones pero con la calidad que atesoran ambos conjuntos la chispa podía prender en cualquier momento. El que incendió el partido, al final, fue el que no tiene que hacerlo. La primera cosa que deberían enseñar en el colegio de árbitros es que un colegiado está para facilitar el fútbol no para destrozarlo. El origen de todo fue el linier de tribuna. Tuvo que ver algo que el resto no, un forcejeo en el área del Gerena -los dos equipos lo reconocieron así- que resolvió con expulsión para Adrián Máiquez y para el visitante Iván. Aunque antes se hizo un lío vergonzoso, mostrando rojas a otros jugadores, quitándoselas, y enseñándoselas a otros, y provocando la ira e incluso la guasa del público que gritaba "¡que eche al linier!".

Después de todo ese embrollo indigno para el espectáculo que se estaba viendo, el Algeciras volvió a disponer de alguna ocasión. Palmas para el gran esfuerzo de los locales y pitos para un colegiado que hizo trizas un encuentro de poder a poder por la pelota, y las espadas en alto, aunque ambos con diez jugadores.

El fútbol volvió al poder de los jugadores en la segunda mitad, aunque con interrupciones de un Rafael Domínguez Cervantes que minó a los locales con faltas. Y entre los jugadores, apareció una especie de ángel Gabriel albirrojo, Gabri, que ajustició al Gerena de un zapatazo tremendo desde el borde del área con dirección a la escuadra del meta Guille.

Un tanto que provocó la locura en las gradas y que puso un nuevo panorama para los hombres de Mere. El técnico local, que se mostró molesto en rueda de prensa con el entorno del club, volvió a tener un acto de valentía, que le salió bien y le pudo salir mejor. Antoñito salió al campo por Willy en un cambio extraño en cuanto a que el canterano estaba debutando esta temporada y por su condición de jugador claramente de ataque.

Fue salir y por poco resolvió la contienda. Se marchó de dos contrarios con desparpajo y calidad y puso un pase a Iván, que se encontró con una buena respuesta del meta visitante. Antes de esta jugada, llegó la segunda ocasión clara del Gerena en todo el partido. Una falta bien ejecutada y mejor interceptada por Josemi, que estuvo seguro y contundente.

La entrada de Joselu y de Antonio Jesús le dio velocidad y frescuera a un equipo que se había recompuesto bien a la ausencia de Máiquez. Con un Melchor reconvertido al lateral y que fue capaz de brillar también en ese puesto, un brillo a base de un tremendo trabajo el del sevillano, al igual que del resto.

El Gerena era cada vez más dueño del balón, el Algeciras tuvo que dar un par de pasos atrás y esperó matar a una contra, como la que guisó Antonio Jesús, que no vio un pase claro en un tres contra uno. Los de José Juan Romero no encontraban la forma de llevar el balón a un área bien protegida -sobresalientes Benítez y Víctor González-, y empeñándose en renunciar al balón en largo, tan legítimo cuando el tiempo y el resultado apremia. Ni siquiera cuando el Algeciras se quedó con nueve por expulsión rigurosa a Javi Chico. Prefirió los mineros morir con el romanticismo al más puro estilo de Romeo.

El castigo pudo ser mayor para un líder que dejaba de serlo. Hubo un par de tiros al palo de los de Mere, que siguen perdonando demasiado en los contrataques. Un pero a un encuentro colosal de los jugadores del Algeciras, bien ejecutado desde el banquillo, y que minimizó a un rival al que le bajó los humos y también de la primera plaza, ya de color rojo y blanco.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios