España sufre a la espera de la medalla de Beitia
Bustos protagoniza la anécdota negativa de la jornada al quedarse fuera de la final del 1.500
Otra vez sin ningún clasificado a la final de 1.500 metros, el atletismo español vivió una nueva jornada de sufrimiento en los Mundiales de Pekín a la espera de que Ruth Beitia consiga hoy una medalla en salto de altura.
"No se está compitiendo bien. El oro de Miguel Ángel López fue una alegría y contagió al grupo, pero la gente no está en sus marcas", comentó disgustado el director técnico de la Federación Española de Atletismo (RFEA), Ramón Cid.
España arrancó la cita con un oro de López en los 20 kilómetros marcha y hoy podría sumar otra medalla gracias a Beitia. Aun así, Cid esperaba mucho más del resto de la delegación española. "No les voy a exigir que sean medallistas ni nada, no es eso lo que espero, simplemente quiero que compitan, que no les quemen las piernas, que sean valientes. Y no está pasando", indicó.
Otra vez las caras tristes. David Bustos quedó último en su semifinal de 1.500 metros, ninguna de las tres marchadoras logró el pasaporte a los Juegos de Río 2016 -lo conseguían las ocho primeras- y los dos hombres de decatlón, Jorge Ureña y Pau Tonnesen, quedaron por detrás del vigésimo puesto con la mitad de las pruebas disputadas.
"Yo esperaba ver varios finalistas más. Nunca dije ocho o nueve, como el presidente (José María Odriozola), pero sí que esperaba algo más de la gente que no venía con tanto cartel como Miguel Ángel y Ruth", añadió Cid.
El 1.500 es una de las disciplinas históricas en España, pero entre los últimos cuatro Mundiales -Berlín, Daegu, Moscú y Pekín- sólo consiguió meter a un atleta en la final. Fue Manuel Olmedo, cuarto en Daegu 2011.
Bustos aseguró que los buenos tiempos volverán. "Ya llegarán, Adel Mechaal y yo tenemos 25 años y Víctor Corrales tiene 26. De aquí a que acabemos nos queda lo mejor", aseguró el corredor, cuyos compatriotas fueron eliminados en las series previas.
María José Poves fue la mejor marchadora española al terminar décima, pero no pudo sellar el billete directo a los Juegos. La joven completó la prueba en un tiempo e 1:31.06 horas, a 34 segundos de la octava clasificada, la última en obtener el pase.
Por su parte, Raquel González fue decimocuarta (1:32.00) y Laura García-Caro (1:36.22) acabó trigésimo segunda. "Lo he dejado todo, antes de entrar en el túnel pensaba incluso que no iba a llegar porque me dolían las piernas, pero he intentado sacarlo todo", explicó González.
"Quería ser finalista para estar en Río. Aunque las marcas no han sido buenas, estaba muy caro pasar. Las condiciones han sido bastante duras", añadió tras sufrir una dura mañana de calor y humedad en la capital china.
Los ojos estarán puestos hoy en Beitia, bronce en Moscú 2013 y que llega como una de las grandes favoritas a la final de Pekín.
"Ella es una gran competidora. Desde luego, hay una cosa clara: la van a tener que ganar, ella no se va a dar por derrotada en ningún momento. Y encima es luchadora, tiene todas las características para estar compitiendo por las medallas, avisó su entrenador, Ramón Torralbo.
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