Carmelo cree favorita a su Balona

Carmelo Cedrún Ochandategui no necesita presentación entre los aficionados linenses. El exinternacional español marcó una época en el banquillo de la Real Balompédica, allá en la década de los ochenta. Hasta que se produjo el prolongado desembarco de Gabriel Navarro Baby, Carmelo era el entrenador que más veces había desempeñado esa función en la centenaria entidad albinegra, un privilegio que ahora también amenaza con arrebatarle Rafa Escobar, que ya casi acaricia su cifra de partidos oficiales. El técnico vasco -el portero por excelencia para muchos añejos aficionados- es natural de Amorebieta y reside a un puñado de kilómetros, en Durango. Pero su paso por La Línea le marcó más incluso que su propia cuna. "No se puede decir que tenga el corazón dividido", comenta, riéndose, en referencia a la eliminatoria de ascenso a la Liga Adelante que comienza el sábado (18:30) en su pueblo natal. "La Balona la llevo muy dentro… para mí estoy un ochenta-veinte de que quiero que gane", recalca. "No voy a renegar nunca de mi pueblo, pero no puedo olvidarme de aquello…"

"Es que la gente me trataba tan bien… todo el mundo era simpático conmigo", agrega, como si necesitase justificar sus palabras. "Me acuerdo de todos y lo hago con enorme cariño, porque además puedo sentir muchas veces que allí se me quiere mucho y eso me enorgullece".

Carmelo Cedrún no ejercerá de cicerone con la expedición de La Línea y eso que el siete de septiembre del pasado año no dudó en acercarse a Bilbao para saludar a los que allí habían montado su cuartel general en espera del partido copero en Miranda en el que resultó apeado el conjunto albinegro. "No, no voy a ir a verlo, lo tengo decidido", explica. "Allí me conoce todo el mundo y no quiero líos… es una afición que apoya mucho, como la de La Línea".

"Cuando el domingo vi que los dos equipos estaban clasificados uno el segundo y el otro el cuarto le dije a mi esposa: los de La Línea van a venir a verme otra vez", asegura el excancerbero. "Y no me equivoqué".

En el análisis futbolístico, Carmelo Cedrún apuesta decididamente por la Balompédica. "Al Amorebieta lo he visto unas cuantas veces por la tele y desde luego la Balona no tiene que estar asustada", vaticina.

"No va a ser fácil, porque se trata de un equipo muy luchador, que en la primera vuelta anduvo muy bien, pero últimamente ya no meten goles como antes… en conjunto ha bajado bastante", analiza.

"Sin embargo de la Balona todo lo que me cuentan es que están jugando muy bien y que se ha clasificado con mucha soltura y por eso digo que esta eliminatoria la tiene muy bien", apostilla.

Cualquier llamada desde el sur permite al veterano expreparador desempolvar sus muchos recuerdos de su paso por la Balompédica. "Todos buenos", recalca, por si quedaba alguna duda.

"Qué equipo teníamos… gente magnífica", insiste. "Marcó una etapa en la Balona… qué pena que no subiésemos".

"Y aquella eliminatoria de Copa con el Sevilla… madre mía qué robo", continúa. "Le metimos un meneo en los dos partidos… es que aquellos jugadores eran buenos y además se cuidaban mucho y tenían mucha fuerza… no tenían miedo de nada".

Cedrún no desaprovecha la oportunidad de aconsejar a su 'sucesor', Rafa Escobar. "Que juegue como él cree que tiene que jugar, como lo ha hecho todo el año… que no se le ocurra meterse atrás, porque en ese caso el Amorebieta es peligroso, porque tiene gente avezada".