Borja, el tipo que no quiere ser Meléndez
Fútbol l Tercera división
El portero, que disfruta de su debut con la Balona, advierte que no se resigna a asumir el papel del ex meta de Athletic y Espayol, que encarna al suplente por antonomasia
Borja Valadés recibió el pasado domingo, con unos días de antelación, el mejor regalo de Navidad con el que podía soñar. Dos años y medio después de que comenzara a entrenarse con la primera plantilla de la Real Balompédica -aún formaba parte de la plantilla del Atlético Zabal Juvenil- y uno y medio más tarde de que pasase a formar parte de la misma de pleno derecho, al fin pudo debutar con la elástica albinegra en categoría nacional. Lo hizo ante el Marinaleda (3-0) y saldó su trabajo con un aprobado alto. Sin embargo, aunque no esconde que está muy agradecido a su entrenador, Rafael Escobar, es consciente de que lo más probable es que este partido no le abra las puertas de la continuidad.
Borja, al que ni Eduardo Vílchez ni Juan Carlos Añón vieron el momento de darle la alternativa la pasada andadura, tiene claro que él está en la Balona para jugar. Ni mucho menos espera emular al bilbaíno Carlos Meléndez, aquel legendario bigotón de la década de los noventa que después de trece años en las primeras plantillas de Athletic y Espayol se retiró con el exiguo bagaje de once partidos en Primera y siete en Segunda división. Para muchos, aquel meta que pasó el grueso de su carrera sentado junto a los técnicos encarna la definición por antonomasia de portero suplente.
"No es fácil estar siempre en el banquillo, no me gustaría que se me considerase un portero suplente, no me voy a resignar a estar siempre en ese papel", advierte Borja. "Para eso he estado trabajando, para conseguir minutos y me siento muy contento tanto con lo que hice en ese primer partido como por haber podido ayudar al equipo a obtener un triunfo".
"Yo pienso seguir trabajando cada día para ponérselo difícil al mister y sobre todo para que si me vuelve a llegar otra oportunidad estar preparado para afrontarla con garantías", reflexiona el toricantano.
"El problema es que si no entrenas cada día como si fueses a jugar al siguiente, si no estás bien, al final cuando llegue el momento de jugar no estarás en condiciones de dar la cara", apostilla.
"Se han adelantado los Reyes", dice con una cara enorme de satisfacción, que invita precisamente a recordar la de los más pequeños en la mañana del seis de enero. "De todas la formas yo ya me consideraba miembro de la plantilla, porque llevo trabajando con este equipo desde que estaba en Segunda B y me siento absolutamente integrado".
"Es verdad que me faltaba jugar, que quería tener algo, una carta de presentación", dice. "¿Aparecer en la estadística? Qué va. Si estando en el banquillo ya me las ingenié para que me enseñasen una tarjeta y así me aseguraba que aparecía en algún apartado, que mi nombre estaría en la historia", bromea el cancerbero.
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