El cobro de emisiones en puertos europeos impulsa el tráfico marítimo hacia Reino Unido, Turquía y Egipto
Un informe de Puertos del Estado detecta un "inusual aumento" de actividad en puertos extracomunitarios desde que entró en vigor la tasa por contaminar, lo que podría afectar a la competitividad de Algeciras
Marruecos acelera su estrategia logística y confirma que el megapuerto de Nador West Med estará operativo a finales de 2026
Los puertos españoles podrían estar perdiendo tráfico marítimo por la obligación de pagar por emisiones contaminantes. Así lo revelan los primeros resultados del Observatorio del EU-ETS presentados este martes por Puertos del Estado, que detectan un incremento anómalo de actividad en puertos situados fuera de la Unión Europea pero próximos a ella, especialmente en Reino Unido, Turquía y Egipto.
Desde el 1 de enero de 2024, las navieras que hacen escala en puertos europeos deben pagar por sus emisiones de gases de efecto invernadero en función de la capacidad del barco y la ruta recorrida. Esta medida, conocida como EU-ETS (Sistema Europeo de Comercio de Emisiones), pretende contribuir a la lucha contra el cambio climático, pero los datos ahora conocidos confirman lo que el Gobierno español viene advirtiendo desde hace tiempo: las navieras están desviando rutas para evitar estos costes.
Crece el tráfico donde no hay que pagar
El Observatorio, desarrollado por Shipping Business Consultant en colaboración con el Centro de Innovación del Transporte y Nextport, ha analizado indicadores como el número de escalas, las distancias recorridas y las emisiones en puertos europeos y de países vecinos. Los resultados son claros: en Reino Unido se registra un aumento de la actividad portuaria que no puede explicarse por un crecimiento económico significativo, una reducción de costes operativos ni problemas de congestión en puertos europeos cercanos.
El análisis revela que las navieras están dando más importancia estratégica a los puertos británicos en sus rutas, una decisión que tampoco responde a mejoras en las infraestructuras del país. En el caso del Mediterráneo, la situación es similar: los puertos de Egipto y Turquía muestran un fuerte incremento tanto en la capacidad de los buques atracados como en las distancias que recorren.
¿Qué significa esto para Algeciras?
Aunque el informe no menciona puertos específicos afectados, las implicaciones para el Puerto de Algeciras —uno de los principales hubs de trasbordo del Mediterráneo y puerta de Europa— son evidentes. Si las navieras optan por realizar sus operaciones de trasbordo en puertos como los de Turquía o Egipto para evitar el pago por emisiones, Algeciras podría ver reducida su conectividad marítima y perder volumen de mercancías.
La situación es especialmente delicada para el Campo de Gibraltar, cuya economía depende en gran medida de la actividad portuaria. Una deslocalización del tráfico de trasbordo hacia puertos extracomunitarios no solo afectaría al empleo directo e indirecto vinculado al puerto, sino también a la posición estratégica de la zona como centro logístico del sur de Europa.
Resulta significativo que el informe no haga mención específica a Marruecos, a pesar de que el puerto de Tánger Med es uno de los principales competidores de Algeciras en el Estrecho. Esta omisión podría deberse a que los puertos marroquíes ya se consideraban alternativas naturales de trasbordo incluso antes de la entrada en vigor del EU-ETS.
Riesgos más allá de lo económico
España, a través del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, ha liderado en la Unión Europea las advertencias sobre los efectos negativos de esta normativa. Entre los riesgos identificados figuran la pérdida de tráficos estratégicos, la deslocalización logística, la disminución de conectividad marítima —con la consiguiente pérdida de soberanía logística— y el aumento de costes operativos.
Pero hay una paradoja aún más preocupante: si las navieras simplemente trasladan sus operaciones a puertos vecinos no europeos, el objetivo ambiental de reducir las emisiones de carbono no se cumplirá. Las emisiones no desaparecen, solo se desplazan, mientras que Europa pierde competitividad portuaria.
Un observatorio para anticiparse
La finalidad de este Observatorio es precisamente alertar de estas prácticas evasivas, tanto las que ya se han producido como las que puedan producirse en el futuro, para poder anticiparse a ellas. Los datos también servirán para apoyar la toma de decisiones de cara a la revisión de la Directiva del EU-ETS, que está prevista en la norma, incluyendo la definición de medidas preventivas o correctivas.
El informe tiene en cuenta otros factores condicionantes como la crisis del Mar Rojo, que obligó a las navieras a cambiar de rutas, y la ruptura de las alianzas tradicionales entre compañías. Sin embargo, el incremento detectado en puertos extracomunitarios no parece responder a estas circunstancias coyunturales, sino a una estrategia deliberada para eludir el pago por emisiones.
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