Baloncesto | LEB Oro

Álex Pérez, el abanderado de La Línea

  • El entrenador del Palma de LEB Oro ejerce de "linense orgulloso"

  • Compagina su condición de militar con la de técnico de baloncesto

  • "Lo que hace diferente a nuestra ciudad es su gente, no la hay igual en otro lado"

El entrenador de baloncesto de La Línea Álex Pérez.

Es entrar en sus redes sociales y darse de bruces con un “natural de La Línea” que no es una casualidad. Ejerce de "linense orgulloso" y se sienta cada semana en el banquillo del  Palmer Alma Mediterránea de Palma de Mallorca de la LEB Oro, el segundo escalón del baloncesto patrio. Paradójicamente, en ese pueblo al que tanto nombra y al que defiende allá donde no son muchos los que le identifican. Es Alejandro Pérez Herrera [Álex Pérez] un brigada del ejército que hizo carrera militar en las Islas Baleares y que creció en el deporte de la canasta bajo la sombra de Pepe Laso... sin olvidar nunca donde vio la luz por primera vez.

El Baloncesto Palma fue firme candidato al ascenso a ACB las dos últimas temporadas, en las que su entrenador-jefe era otro viejo conocido de la comarca por su paso por el extinto CB Los Barrios, el leonés Félix Alonso,  ahora ayudante del ex NBA Zan Tabak en el Stelmet Zielona Góra, campeón de la Liga de Polonia.

Los insulares se vieron obligados, como tantos clubes, a afrontar esta temporada con una reducción se puede escribir que brutal de su presupuesto como consecuencia de la crisis económica generada por el Covid-19 y formaron una platilla especialmente joven al frente de la que pusieron a Álex Pérez, avalado por sus innumerables éxitos en formación.

El entrenador, de 45 años, vivió sus primeros años al final de la calle Sol “en los pisos de las cuatro plantas” y llevó a cabo sus estudios primero en el colegio San Juan Bosco y más tarde en el Instituto Menéndez Tolosa de La Línea, de la que salió con 18 años después de hacer sus pinitos en la cantera local del básket. Una ciudad a la que regresa cada vez que puede para ver a sus familiares y, cuando le dejan, disfrutar de las tapas de su hermano en el bar Las Palomas, en la calle Veleta.

“De La Línea siempre digo que lo que la hace diferente es su gente, el ambiente que se vive en las calles a diario, ese trasiego… eso no se vive en ningún lado”, dice con rotundidad. “Soy un defensor acérrimo de La Línea y de hecho cada vez que tengo oportunidad pongo de ejemplo a Juan Franco, porque me parece espectacular que un grupo independiente esté defendiendo lo nuestro como lo está haciendo 100x100, sin estar sujeto a más ideologías que La Línea"·.

“Lo primero que digo cuando me presentan a alguien es que soy linense, porque hay linenses que dicen que son de Cádiz... y yo soy La Línea”, recalca.

Tras su primera etapa de formación en Córdoba y Sevilla llegó a Mallorca hace veinte años como brigada del ejército y muy pronto estableció una relación deportiva muy estrecha con Pepe Laso, exjugador, exentrenador y padre de Pablo, el actual entrenador del Real Madrid, con el que Álex Pérez también tiene una gran amistad.

Fue Pepe Laso quien le fue conduciendo por las bases del Sant Josep y CB Pla, en el que hizo carrera hasta dirigirlo durante tres años en Liga EBA y participar en una fase final de ascenso a LEB Plata. Desempeñó las funciones de director deportivo en el Básket Consell y como profesor ha ejercido en innumerables cursos de formación, incluso dirigidos a técnicos de élite y, sobre todo, en el desarrollo de jugadores, tanto a título individual como colectivo.

“Por mi condición de militar he vivido el baloncesto de forma semi-profesional, pero llegó este reto, con el presupuesto para jugadores más reducido y con la edad media más baja de la LEB Oro y a pesar de que soy consciente de la dificultad que entraña con el respaldo de Pepe Laso di el paso adelante y confío en que alcanzaremos los objetivos”, explica el preparador.

Después de tres jornadas, el Palma sigue esperando una primera victoria que se le ha escapado de las manos, pero su técnico ya busca tiempo para ofrecerse para organizar un campus para la Unión Linense de Baloncesto (ULB). “Me da mucha pena que un pueblo de casi setenta mil habitantes tenga un club de baloncesto con todas las categorías cubiertas, con una plantilla en la que son mayoría la gente de la casa, pero su equipo referente no esté mucho más arriba en Andalucía”.

"Ojalá algún día pudiese entrenar a la ULB en ACB, eso sí que sería precioso", se despide... de momento.

 

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