Los amantes del básquet tienen una cita ineludible el viernes en Los Barrios. Ese día el pabellón Soldado Samuel Aguilar recibe una de las visitas más ilustres de su historia en competición oficial. Viene el CB Valladolid, para los más melancólicos la herencia viva del histórico Fórum, posiblemente unos de los equipos que más ha contribuido a hacer grande el baloncesto de este país.

El Valladolid se unirá a la cada vez más amplia lista de señores clubes que han jugado en la Villa. CAI, Fuenlabrada, Murcia, Manresa o Lucentum, por citar a los más recientes. El aficionado barreño -y campogibraltareño- ha podido guardar en sus retinas a conjuntos de talla nacional en las últimas temporadas, pero el viernes desembarca una institución fundadora y leyenda de la ACB.

Hablar de la ACB es hablar del Fórum en todas sus ediciones salvo en la presente. A pesar de sobrevivir casi siempre en la élite y codearse en Europa con un presupuesto humilde son muchos los baloncestistas recordados que han vestido la camiseta morada. Algunos de ellos tienen mucho que ver con la historia del baloncesto barreño, sobre todo dos: Quino Salvo y Raúl Pérez.

Valladolid es una de las cunas del deporte de la canasta por excelencia. El CB Valladolid nace en 1976 como heredero del pionero ADC Castilla. Desde sus primeros pasos el conjunto de Pucela permanece en la máxima categoría nacional a excepción de dos (entre 1977 y el 79). Hasta 1982 cambia de denominación un par de veces -Impala Tours y Editorial Miñón- y en 1983 ingresa en la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) como fundador y se convierte en el Fórum Filatélico.

Como Fórum comienza la época dorada a principios de los 90. Pero antes ayudaron a engrandecer el club hombres como el técnico ex gualdiverde Quino Salvo, que llegó como jugador en 1984 para dar relevo a una generación de gente de la casa. Un año después el club inaugura el Pisuerga, su pabellón actual, y se asienta en la zona media de la ACB.

Uno de los grandes hitos del próximo rival del Villa se produce en el curso 1989-90 con el fichaje de Arvydas Sabonis. El lituano, una estrella en Europa, recaló en Pucela para recuperar su mejor nivel -brilló en los Juegos de Seúl- tras una lesión. Su compañero en el combinado de la URSS Valdemaras Chomicius le acompañó como segundo refuerzo estelar. En las tres campañas con Sabonis el Fórum peleó por el título y retornó a la competición continental. De hecho rozó la final de la Copa Korac en un duelo memorable de semifinales ante Il Messaggero de Roma de Dino Radja, Mahorn y Premier.

El club se constituyó en SAD como Fórum Valladolid en 1993 aunque durante una temporada pasó a denominarse Grupo Libro. En esa andadura descendió tras una nefasta Liga pero la renuncia del Caja Bilbao le mantuvo en la categoría. Fue el primer gran susto del Fórum hasta su decadencia.

Entre los que han honrado la camiseta morada del Fórum en los últimos veinte años hay que destacar a jugadores como Óscar Schmidt, Anicet Lavodrama, Carlton Myers, Anthony Bonner, Nate Davis o el gordo John Williams. De la factoría nacional es ineludible recordar el breve paso de Juan Antonio Corbalán -tras su retirada- y la trayectoria de trece años de Lalo García, una leyenda cuyo dorsal número 5 cuelga retirado del Pisuerga.

Además del mencionado paso de Quino Salvo como jugador, otro ex barreño dejó su huella en Valladolid. El sevillano Raúl Pérez (2000) también deleitó un par de años. El comienzo de década estuvo marcado por la vuelta a Europa del equipo y por la escasa continuidad de los proyectos. En el banquillo pasaron nombres conocidos como Gustavo Aranzana y Manel Comas. En la cancha, jugadores de grato recuerdo como el incombustible Andre Turner o la mejor versión de Óscar Yebra; otro ex gualdiverde como Jacobo Odriozola y algunos bluf made in USA como Amal McCaskill, que tampoco será venerado por su periplo en Los Barrios.

La SAD se refundó en 2003 como CB Valladolid aunque el equipo continuó siendo conocido como Fórum hasta el verano de 2006, cuando tomó como patrocinador a Grupo Capitol. Curiosamente ese año los vallisoletanos coquetearon con el descenso hasta el último partido y el siguiente curso -la pasada campaña- certificaron la pérdida de categoría tras otra temporada para olvidar. Ahora, todo lo que no sea retornar a la ACB sería un fracaso en la institución del Pisuerga.