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Balona: modo escalada (1-0)

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Los linenses derrotan con toda justicia a un Mérida tosco, pero peleón José Ramón convierte un centro de Juampe en el gol de la victoria La afición albinegra se reconcilia con su equipo

Juampe, brillante toda la tarde, conduce el balón perseguido por un jugador del Mérida, ayer.
Rubén Almagro La Línea

14 de diciembre 2015 - 05:02

Valiosa, valiosísima y más que merecida victoria de la Balompédica ante un Mérida descabezado que dejó en su paso por el Municipal imagen de equipo trabajado pero tosco, rayando con lo antipático. Con poco o nada que recordar. Uno de los chizpazos de Juampe, culminado por José Ramón, que utilizó artes de ariete, le dieron a la Balona tres puntos que impiden a sus perseguidores darle alcance y que insuflan tranquilidad a la nave blanquinegra, capaz por fin de mantener la portería a cero dos semanas seguidas y, apoyada en esa virtud, enlazar otras tantas victorias. No es, ni mucho menos, que el conjunto de La Línea tenga el trabajo hecho, pero el panorama se presenta ahora de otra manera e invita a disfrutar del inminente duelo copero en San Mamés como lo que es, una fiesta. Sin las caras largas que precedieron al encuentro de ida.

No jugó la Balona un partido deslumbrante, entre otras cosas porque es complicado hacerlo ante un conjunto como el Mérida y porque hasta que consiguió soltar lastre, al equipo de casa se le nota que juega mediatizado por su clasificación cuando comparece ante su público.

Sin embargo, esta vez sí, al menos hizo lo mínimo que exige su afición: una vez se liberó dio la sensación de que quiso ganar siempre, peleó y buscó el premio, consciente de que, con el calendario que le avecina [y con los marcadores que se estaban produciendo en otros campos], todo lo que no fuese ganar se convertía en un problema mayúsculo.

Los de Escobar [que dio sitio en el once a Mauri, Manolo León y José Ramón y que otra vez dejó a Chen y Copi en la grada] hicieron méritos para haber encarrilado el encuentro antes del descanso, pero desde el día del Athletic parece que anden enfadados con el gol.

Juampe y José Ramón hicieron daño por los costados y cuando eso sucede, no es ningún secreto, la Balona funciona. Puesto a señalar individualidades no sería justo pasar por alto el excepcional momento que atraviesa Joe, la paulatina mejora de Manu Palancar y el más que aseado partido de Manolo León, que parece decidido a pelearle el puesto a Javi Gallardo.

El propio Juampe, por dos veces, y Espinar otras tantas la tuvieron antes del descanso, pero al primero le falló la calibración y el nueve no encontró el premio gordo a su hiperbólico trabajo, que, como le sucedía a David Hernández en su día, no todo el mundo sabe valorar, pero del que se benefician todos los que defienden los mismos colores. Si además la metiera cada vez que la tiene saldría en los cromos.

Nueve minutos después de reanudarse el encuentro llegó el gol. Juampe se burló otra vez de Johny y mandó un centro de esos que es casi un pecado no rematarlos. José Ramón -que ya quedó claro esta pasada semana, ha recuperado la sonrisa- recordó sus tiempos de centrodelantero, dio el paso adelante antes que nadie, se acercó al marco y acertó a empujarla en el segundo palo.

Con ventaja en el marcador la Balona dio un pasito atrás. Mitad porque aún está falta de autoestima que sólo conceden las victorias, mitad porque buscaba la sentencia en la contra. Salió alguna vez, pero la victoria de ayer sin algo de sufrimiento era como menos victoria.

Al Mérida, por su parte, le faltaban argumentos -echó en falta y mucho a alguno de sus ausentes- para superar a los de La Línea, que a esas alturas se habían enfundado el mono de trabajo y habían hecho de mantener la ventaja una cuestión vital. Tanto es así que peligrar, lo que se dice peligrar el resultado no pareció nunca.

La exagerada prolongación del colegiado -quizás su único error notable- no logró tampoco poner en peligro una victoria que vale su peso en oro y si no, al tiempo. La Balompédica, esta vez sí, tiró de oficio y apenas permitió que se jugase. Porque a esas alturas el fútbol importaba ya poco y los puntos, muchísimo.

La afición respiró hondo con el pitido final y aplaudió a los suyos con ganas. Quince días han bastado para que la grada entierre el hacha de guerra con sus jugadores... y con su técnico. Igual porque estaba deseando.

ÁRBITRO: Raúl Martín González Francés (Comité Grancanario).

TARJETAS: Amarillas a los locales Manu Palancar (34'), Ismael Chico (43') José Ramín (89') y Buitrago (91') así como a los visitantes Jesús González (41'), Paco Borrego (64'), Johny (66') y César Morgado (91').

GOL: 1-0 (57') José Ramón cabecea en el segundo palo un perfecto centro de Juampe desde la derecha del ataque.

INCIDENCIAS: Encuentro de la decimoséptima jornada de Liga en el grupo IV de la Segunda división B, disputado en el Municipal de La Línea ante algo más de un millar de espectadores.

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