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Balona, ni tanto ni tan calvo

  • Los albinegros han pasado en diez días de dejar escapar dos veces el liderato a situarse justo a mitad de camino entre la liguilla y la promoción

Stoichkov, junto al local Theo, el el San Fernando-Balona del domingo.

Stoichkov, junto al local Theo, el el San Fernando-Balona del domingo. / román ríos

La Real Balompédica ha pasado en apenas diez días de dejar pasar por dos veces la posibilidad de auparse al liderato del grupo IV de Segunda B a la novena plaza. De tener ilusionada a su hinchada como hacía tiempo (aunque no se veía del todo reflejado en la asistencia al estadio) a que ayer los corrillos y los grupos de WhatsApp despidiesen una preocupación tan extrema como exagerada. En espera de lo que suceda el próximo domingo (17:00) en el duelo que el equipo de La Línea disputará con el Granada B los hinchas están divididos. Unos prefieren ver el vaso medio lleno ["el equipo sigue a tres puntos del cuarto"] y otros, medio vacío ["ya tenemos sólo cuatro puntos de ventaja sobre la plaza de promoción"].

Lo cierto es que la Balompédica ha perdido chispa. Un equipo que pasaba por tener uno de los mejores registros anotadores del grupo -y de toda la categoría- es el peor en ese apartado de las tres últimas jornadas, con un solo tanto, el que marcó el colombiano Wilson Cuero en el Nuevo Arcángel de Córdoba. Sólo cinco equipos de los ochenta que militan en los cuatro grupos de la categoría de bronce se han quedado sin anotar en ese periodo de tiempo.

Los datos antes referidos, desde luego, no ayudan a silenciar el debate sobre la necesidad de incorporar jugadores en el mercado de invierno y muy especialmente a un ariete.

El vestuario balono tiene una ventaja. Nadie le puede reprochar que en los momentos dulces sacara pecho. El mensaje por parte de técnicos y jugadores de que el objetivo era "alcanzar cuanto antes los 45 puntos" para garantizarse la permanencia sin los apuros del pasado curso se hizo tan repetitivo incluso en los momentos de bonanza que resultaba hasta cansino. El tiempo ha venido a demostrar que igual es que los profesionales estaban viendo la realidad mucho más que el entorno.

El entrenador balono, Julio Cobos, se reunió ayer con sus futbolistas antes de comenzar el entrenamiento de recuperación que suele llevar a cabo cada lunes. El extremeño es un hombre poco dado a extremismos. Como ya hizo un día antes en sala de prensa del Iberoamericano expresó su convencimiento de que la derrota en San Fernando del pasado domingo (2-0) es "el reflejo del partido malo" que jalona la marcha de todos los equipos.

Los linenses reciben el próximo domingo a un Granada B que practica un muy buen fútbol y después se enfrentará de manera consecutiva a Las Palmas Atlético y Jumilla, dos conjuntos que en estos momentos ocupan puestos de descenso. Tres partidos para reengancharse o para que el vaso se vea realmente medio vacío.

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