El tiempo
¿Lloverá en la tardebuena del Campo de Gibraltar?

La Balona también asciende en Chapín

Fútbol

El Xerez llega por primera vez a la Liga BBVA bajo la presidencia del ex guardameta Carlos Osma, que abandonó el profesionalismo a los 26 años tras jugar en la Real Balompédica en la temporada 1987-88

Carlos Osma, presidente del Xerez Deportivo, celebra el ascenso de los azulinos, ayer en Chapín.
Rubén Almagro / La Línea

14 de junio 2009 - 05:02

Los balonos -especialmente los añejos- festejaron ayer como propio el ascenso el Xerez Club Deportivo a la Liga BBVA. El presidente que ha llevado por primera vez a los azulinos a la máxima categoría nacional, Carlos Osma, ofició de guardameta de la Balompédica en la andadura 1987-88. Los albinegros fueron, además de los de su Deportivo, los únicos colores que defendió Osma durante su carrera, que cortó por voluntad propia, con sólo 26 años, para atender a sus obligaciones laborales. Veinte años después el fútbol le ha pagado la factura que tenía pendiente.

Carlos Osma llegó a la Balompédica en el verano de 1987. Poco antes había finalizado, por diferencias con el cuadro técnico, el periplo iniciado en el Xerez en 1983. Cualquier parecido entre la actual Segunda división B y aquella, con sólo dos grupos, es producto de la imaginación.

Al frente de la Real Balompédica estaba el empresario linense afincado en Cataluña Manuel Monteagud, que había depositado su confianza en el mítico ex cancerbero internacional Carmelo Cedrún, relevado del cargo a mitad de la andadura en beneficio de Antonio Ruiz, que llegaba con la vitola de haber pertenecido a una de las plantilla del Real Madrid que había logrado el título europeo.

Por entonces coincidían en el vestuario del Municipal, entre otros, José Manuel García, Pepe Aparicio, Juan Arias, Iñaky Garay, Pedro Pablo Braojos, Manolo Mesa, Lito, Salvador, Alberto Torremocha, Argimiro Márquez, Pepe Ruiz y Panadero. "Con el nivel actual de la Segunda B, un equipo como ése estaría peleando por el ascenso", sentencia Osma, quien dice que se acuerda "a menudo" de su paso por La Línea.

Osma pasó momentos muy duros en aquella temporada ("trágicos" los define él). Durante un mes apenas pudo entrenarse porque su hija se debatía entre la vida y la muerte en un hospital de Sevilla, como consencuencia de un accidente "Ahora está guapísima", recalca. "Eso no impide que yo lleve a La Línea en mi coranzoncito, porque además en aquellos momentos tan difíciles todo el mundo se volcó con nuestra familia".

"Las fotografiías y las camisetas que tengo de la Balona ocupan un sito preferente en el rinconcito de mi casa donde tengo tosos los recuerdos de mi etapa como profesional", abunda.

Osma residió en Jerez durante toda la temporada para poder atender su despacho de administración de fincas. "Compre un coche y le hice sesenta mil kilómetros en la temporada. Lo fundí, así que salió lo comido por lo servido, pero doy por bueno, porque en la vida hay más cosas que el dinero y me traje muchas vivencias de allí, además de que me sirvió para quitarme el mal sabor de boca que me había dejado la forma en que salí del Xerez".

Aquella experiencia le llevó a abandonar la práctica del fútbol cuando aún tenía mucho fútbol por delante. "Entonces la Segunda B no daba para vivir tan bien como ahora y había que ir pensando en el futuro", se justifica. Hace cinco años Osma fundó el Club Deportivo Veteranos del Xerez, con unos seiscientos niños repartidos entre las escuelas y los equipos federados. La idea nació más con la intención de "matar el gusanillo, aunque fuese como dirigente" que de otra cosa, pero en diciembre se incorporó al consejo de administración azulino y a mediados de marzo sustituyó a Joaquín Bilbao en la presidencia de la entidad.

"Soy jerezano y xerecista, había vivido un ascenso con el Xerez como jugador, pero tener la oportunidad de ser el primer presidente que sube a este club a Primera me hace sentirme orgulloso", dijo ayer.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último