La Balompédica, especialista en 'foto finish'
real balompédica linense
El equipo de La Línea precisa el domingo una carambola a cuatro bandas para jugar su tercera liguilla consecutiva, pero sabe cómo resolver esas situaciones
Tan lejos y tan cerca. La afición de la Real Balompédica vive una semana angustiosa. Los hinchas albinegros, conocedores de las carencias de su plantilla, se preguntan si la carambola a cuatro bandas que necesita su equipo para estar por tercer año en una liguilla de ascenso se producirá el próximo domingo. Los albinegros precisan vencer al Lucena, que el Sevilla Atlético haga lo propio con el Albacete y que tanto San Fernando como Almería B no pasen del empate en sus visitas a Jaén y Cádiz. La tarea no se antoja fácil. Pero ni mucho menos es imposible y es probable que para que la carambola se produzca lo más inmediato es creer en ella. Y hay motivos. El primero de ellos, seguramente el más importante, es que la Balompédica es una auténtica especialista es salir airosa de últimas jornadas en las que afronta malintencionadas bifurcaciones de caminos.
Los linenses tienen en su haber aquella salvación épica en El Palmar de Sanlúcar (0/1) en 1990 merced a un gol de Manolo Ahumada después de no haber logrado un solo triunfo a domicilio en toda la temporada; los empates ante Dos Hermanas en la última jornada de la fase regular y más tarde ante el Hellín en la liguilla que le dieron el último ascenso a Segunda B (1999)...pero, por encima de todos, porque supuso un auténtico desafío a la lógica, la permanencia la categoría de bronce en la 1990-91, en la que, más allá de la del próximo domingo. precisó de una combinación de nada menos que siete resultados... que terminaron de cuajarse en el tiempo de descuento.
Inmersa en una de esas crisis económicas que, aunque ahora han pasado al olvido, acabaron por convertirse en costumbre, los linenses empezaron la 1990-91 con un esperanzador 3/0 sobre la AD Ceuta que no fue más que en un espejismo, destituyeron a Álvaro Rodríguez 'Alvarito' -quien había sufrido una crisis cardiaca durante un encuentro copero- le devolvieron más tarde a su puesto con otra directiva y entraron en el último mes prácticamente descendidos.De por medio un cúmulo de graves lesiones (Arreitu, Mancilla, Cabrera, Lucendo..)
En aquel último mes empezaron por dar un paso de gigante al ganar en un destierro multitudinario en Manilva -la afición, siempre la afición- al Sevilla B de José Ángel Moreno con goles de Tomi y Eguileor.
Una semanas después en un Insular de Las Palmas semidesierto los linenses se impusieron 0/1 al filial canario, al que mandaron a Tercera, con un gol de Chema Serna y eso les permitió afrontar la última jornada con unas posibilidades matemáticas que pasaba por un combinación realmente rocambolesca entre nada menos que siete resultados uno de los cuales era la inexcusable victoria sobre el Toledo.
En aquella semana se descubrió que el llorado Juan Gómez 'Juanito' estaba jugando de manera irregular en Los Boliches, pero la Federación sólo ordenó repetir un partido, con el Betis B, y fue varios meses después, sin que se alterase la historia ya consumada.
En aquella época bajaban los cuatro últimos de cada grupo de Segunda B y el peor quinto por la cola. Por eso, la Balona necesitaba ganar al Toledo para mandar al rival de aquella tarde directamente a Tercera y, además, había que esperar a que los marcadores del Izarra, el Durango, el Lemona y el Binéfar acompañaran a los de La Línea.
Fue, sin duda, la tarde de la radio por excelencia en el estadio Municipal. Los albinegros vencieron 3-1 y los jugadores se agolparon en la caseta en torno a un pequeño receptor de Antonio 'El Porrina'. Durante un cuarto de hora el público escuchó a través de los altavoces del estadio la transmisión de Radio-5 en la que -algo que hoy con las redes sociales se antoja imposible- no se podían garantizar el resto de los marcadores, todos muy ajustados por otro lado.
A las 20:10 de aquel caluroso domingo José Manuel Fernández anunció que el sueño se había consumado. Los futbolistas, algunos ya desposeídos de camisetas y calzonas, volvieron al césped y se mezclaron entre lágrimas con los espectadores. Se habían dado todas esas combinaciones imposibles y la Balona seguía en Segunda B.
Aquella Balompédica de los Pablo, Ismael, José Manuel García, Ismael, Javi Arias, Da Silva, Eguileor, Francis, Julio, Miguel Ángel, Torremocha, Felipe, Serna, Arreitu, Cabrera... que había pasado por una sospechosa epidemia que les hizo aplazar un partido y más tarde por movilizaciones de todo tipo había hecho sus deberes y jugaría una temporada más en la categoría de bronce.
De todas formas tampoco hay que remontarse tanto para recordar éxitos in extremis en apariencia inverosímiles. En la 2005-06 los de La Línea perdieron en Los Barrios 2-1 en la trigésimo quinta jornada y, como el domingo pasado en Écija, todo el mundo dio la temporada por acabada, porque les separaban cuatro puntos del cuarto clasificado del grupo X de Tercera división.
Una victoria sobre el Córdoba B por 3-2 y otra ante Los Palacios por 1-2 en los siguientes partidos colocaron a los que entrenaba Raúl Procopio a un punto de la 'liguilla' a falta de la disputa de la última jornada. Los linenses debían ganar y esperar al resultado del BetisB-Sanluqueño, en el que una victoria de cualquiera de los dos equipos metía al vencedor en la cuarta plaza. Como sucede ahora, muchos vaticinaron un acuerdo entre los equipos. De los que lo habían dicho nada se supo tras el final de la Liga regular.
Los sanluqueños llegaron a disfrutar de una ventaja de cero-dos pero el filial sevillano (como el domingo próximo será el de Nervión) apeló a su honradez y acabó empatando. Los jugadores de los dos conjuntos lloraron sobre el césped su mútua eliminación en beneficio de una Balona que había vencido 2-0, paradojas del destino, al Atlético Lucentino, el antecesor del último rival liguero de los de La Línea en la presente campaña.
La temporada anterior, la 04/05, no le fue a la zaga. En esa campaña había un equipo más en el grupo X (21) y se disputaron 42 jornadas. La Balompédica llegaba a las cuatro últimas inmersa en puestos de 'liguilla' con un punto de ventaja sobre el quinto. En la jornada 39 los albinegros ganaron ante el Villanueva, el líder, por 3-2, pero en la siguiente cayeron ante el Bollullos y salieron de los puestos de privilegio. Volvieron a ganar en la penúltima jornada ante el Betis B y se colocaron quintos con los mismos puntos que el Pozoblanco, el cuarto clasificado.
En la última jornada, por tanto, la Balona necesitaba ganar y esperar el tropiezo de los cordobeses, que jugaban ante la Unión. Los linenses hicieron su trabajo al ganar por 0-2 al Jerez Industrial, y los vecinos echaron una mano doblegando a los pozoalbenses por 2-1.
Está escrito que todo lo que ha sucedido puede volver a producirse. Es cuestión de empezar creer en la honestidad de los que nada se juegan y a desempolvar 'el espíritu del Toledo'.
No hay comentarios