Algeciras CF

La humildad de Moha

  • El delantero, que llegó en patera a Algeciras, aprovecha su primer partido esta temporada para hacer dos goles

Moha, con la camiseta del Algeciras, en la playa

Moha, con la camiseta del Algeciras, en la playa

Como esa sonrisa perpetua y a la vez tímida, Moha llega a la Plaza Alta. Dice que suele ser puntual, que se le excuse. Después de dos goles a uno se le puede perdonar casi todo. El joven delantero del Algeciras CF vive un instante feliz en esa burbuja que hace tiempo ya explotó desde su desembarco en esta tierra y en este club. El africano marcó por primera vez en partido oficial con los albirrojos en Tercera división y lo hizo por partida doble en la remontada en Gualdacacín.

Moha recibió la llamada de Javier Viso, el entrenador, el miércoles antes de la visita a Guadalcacín. El joven no tenía ni idea de que ese domingo iba a ser el suyo hasta horas antes del pitido inicial. "Yo pensaba que podía ir para jugar en la segunda parte y dar descanso a Antonio", confiesa.

"Cuando el míster me llamó para subir a entrenar me dijo que estuviese tranquilo, que hiciese lo que venía haciendo con Tobali y que no tuviese presión", explica Nasif Moha, un chico que está a punto de cumplir dos años en Algeciras desde su llegada en una patera y tras una historia personal ligada a estos colores que ya ha dado la vuelta incluso en los medios nacionales.

Moha debutó esta temporada con los algeciristas, como titular y un partido relevante para un equipo que va segundo en el grupo X de Tercera y que pelea por el liderato. El ariete tuvo su bautizo el pasado curso en la visita a Ceuta -el rival del sábado-, donde solo jugó la primera parte.

Después José Antonio Asián le dio minutos en Utrera y otros tantos en Ibiza, en el malogrado playoff de ascenso. Este verano, tras el giro de timón de la entidad, la parcela técnica decidió contar con Moha, pero tras la pretemporada Viso optó por bajarlo al filial para que aprendiese del profesor Cristóbal Torres 'Tobali'. Dicho y hecho.

"Tobali es como un padre", asegura Moha. "Me invita a su casa y hablamos de fútbol, él me está enseñando a comprender mejor el juego, a no ser individualista y pensar solo en el gol, él me está haciendo entender que esto es un juego colectivo", admite.

El algecirista, de padre togolés y madre ghanesa, reconoce que fue un palo quedarse fuera de la primera plantilla: "Fue una etapa dura porque de estar con el primer equipo ves que un día bajas, pero todo esto me ha dado humildad y paciencia, es importante para mí tener esto, estoy aprendiendo mucho y cuando juego con el filial tengo las mismas ganas y el mismo respeto por mis compañeros".

"Es como una película lo que estoy viviendo con el Algeciras pero sé que los comienzos son duros, por eso tengo que tener paciencia, porque sé que si sigo así algún día me llegará la oportunidad y tengo que estar preparado", insiste Moha.

"En el vestuario como siempre mis compañeros, mis hermanos, me trataron muy bien, estaban contentos por verme allí otra vez y me dieron muchos abrazos, ellos siempre me decían que a ver cuándo me volvían a llamar", explica el goleador tras su regreso a la caseta del Nuevo Mirador.

De su experiencia en Guadalcacín, Moha se queda con dos momentos. "Cuando ellos marcan todos me animaron y decían que no pasaba nada, que teníamos en la cabeza que ese partido lo íbamos a ganar, y el otro momento cuando marqué los goles y vi la felicidad de la gente", afirma.

"Marcar un gol en un partido oficial con el Algeciras es algo muy grande, es lo que soñé desde chico cuando estaba en mi país y soñaba con jugar algún día en Europa, marcar y salvar a mi equipo", manifiesta con brillo en los ojos, para añadir rápidamente: "Yo no he hecho nada todavía".

"Me siento orgulloso por esta afición, me dan más ganas de querer hacer más por este equipo", destaca. "Ver que gritaban mi nombre me emocionó y también todos los mensajes, les doy las gracias, no tengo nada para darles, así que les doy las gracias siempre", subraya.

La vida de Moha orbita en torno al Algeciras. "No tengo mucho más que el fútbol y mi familia. Algunas tardes salgo a dar un paseo pero me gusta más de día que de noche, tampoco tengo amigos más allá de esto", se sincera. "Cuando no tienes mucho y piensas en la familia y en que quieres ayudarles y mandarles lo que puedas no piensas demasiado en estar fuera de casa".

Con su mochila a cuestas, Moha se despide hasta la próxima, sonriente y con el Europa Sur de sus primeros goles bajo el brazo. Pero insiste por el camino: "paciencia y humildad". Tobali es buen maestro.

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