Vóley playa

Adrián Gavira se subleva contra el desembarco de CVC en el circuito de vóley playa

  • El fondo pretende crear dos 'divisiones' y que los torneos de élite solo tengan 16 parejas

  • "Esto es un desastre, parece que a esta empresa no le importa nuestro deporte", denuncia el sanroqueño

Adrián Gavira, durante los Juegos Olímpicos de Tokyo

Adrián Gavira, durante los Juegos Olímpicos de Tokyo

El olímpico sanroqueño Adrián Gavira ejerce de portavoz en la rebelión que protagonizan los jugadores de vóley-playa de todo el planeta contra el desembarco en su circuito del Fondo de Inversión CVC, el mismo que ha desembarcado en el fútbol español de la mano de LaLiga y que también ha provocado el rechazo de algunos clubes.

El mencionado fondo aportó 300 millones de euros a cambio de hacerse con el control del vóley playa tanto masculino como femenino, pero la pasada semana advirtió por escrito a la Federación Internacional de voleibol (FIVB) que pretende realizar cambios sustanciales en el modelo de competición diseñado para esta temporada. 

La modificación pasa, principalmente, por reducir la presencia en los torneos de mayor prestigio (denominados a partir de este año Élite 16) a las mejores 16 parejas del ranking mundial, de manera que el resto jugaría los torneos del circuito Challenge, una especie de segunda división muy devaluada, según explica Emilio V. Escudero en ABC.

Esto es un desastre. Estamos hablando de que el 90 por ciento de los equipos de todo el mundo quedarían fuera del Elite 16, lo que haría muy complicada la supervivencia de muchos de estos jugadores. Parece que a esta empresa no le importa nuestro deporte y que lo único que quiere es hacer dinero. Si no lo consigue así, se irá y dejará el vóley playa muerto y les dará igual”, sostiene el jugador de San Roque, que de acuerdo a lo expuesto se vería obligado a jugar junto al castellonense Pablo Herrera en esa categoría de plata.

“Queda un mes para el inicio y no se sabe aún de manera oficial cómo funcionarían esos ascensos. Si se hacen por ránking (se habla de que contarían los mejores tres resultados de los últimos cuatro torneos), resultaría muy difícil ganar tantos puntos como los de arriba, porque ellos con solo ganar un partido o hacer un quinto puesto ya acumularían tantos puntos como los que hagan medalla en un torneo challenge”, añade el sanroqueño en esa misma publicación.

“El nuevo calendario diseñado para 2022 propone apenas nueve citas para el circuito Elite 16 y ocho para el Challenge, tres de ellas entre marzo y principios de abril y las otras cuatro en octubre”, explica ABC.

“¿Cómo vamos a sobrevivir si no tenemos torneos entre marzo y octubre? ¿Cómo podemos estar en forma si durante seis meses no tenemos competición? Este nuevo sistema llevaría a la desaparición al 4 de cada 10 parejas. No tiene sentido y tenemos que luchar para cambiarlo antes de que sea demasiado tarde”, defiende Lili Fernández, que junto a Elsa Baquerizo es la jugadora más laureada del vóley playa español.

Esto es como si Roland Garros o Wimbledon solo lo jugaran los 16 mejores jugadores del mundo. Es algo inconcebible. Se obliga a los aficionados a ver a los mismos jugando siempre entre ellos y a los jóvenes se les priva de compartir cancha con sus ídolos, de aprender de ellos y ganar la experiencia para poder batirles algún día”, insiste.

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