El Consejo de la Juventud de Ceuta (CJCE) quedó ayer disuelto por la asamblea, el máximo órgano competente del mismo, debido a que no se presentó ninguna asociación que quisiera formar una comisión gestora. El motivo es muy sencillo: no poder hacer frente a una deuda de 200.000 euros, después de que tenga que devolver también el dinero de las subvenciones de 2008, ya que no están justificadas.

En la votación, 21 estuvieron a favor de la disolución del órgano, 23 se abstuvieron y ninguno votó en contra. De las formaciones políticas juveniles, todas votaron a favor de disolver el CJCE excepto Alternativa 21.

La mesa de la asamblea estuvo presidida por Damián Castañeda, que tuvo que consultar hasta en dos ocasiones el reglamento del Consejo para conocer el correcto funcionamiento de la asamblea.

La polémica estaba asegurada desde que saltó la noticia de que la ex presidenta del CJCE, Mariam Mohamed, se había acreditado. Y así fue, acudiendo en representación de una asociación juvenil.

En varias ocasiones, la tensión se apoderó de la situación, sobre todo, en el último punto del orden del día, la disolución del CJCE. En el mismo, la ex presidenta de este órgano y Raquel Miaja, de Juventudes Socialistas de Ceuta (JSCE), lideraron un debate cuando la primera pidió a los asistentes un esfuerzo para que este órgano continuara, por lo que la segunda le dijo que le parecía "increíble que quien ha llevado al Consejo a esta situación dé lecciones de cómo hay que actuar". Mohamed, por su parte contestó que en su permanente estuvo el actual secretario general de JSCE, por lo que Miaja recordó que lo hizo por medio de otra asociación, Osanapio, y que aún no estaba en JSCE.

El momento más tenso fue cuando la deuda se colocó en el centro del debate, hasta que Vicente Segura, de Nuevas Generaciones (NNGG) dijo que éste no era el objeto de la asamblea y que será el juez o el fiscal el que resuelva el asunto.

Varios temas fueron objeto de discusión en la asamblea, como la "politización" del CJCE, ya que algunos entendían que la concentración de la pasada semana tenía fines partidistas, o la creación de una plataforma que represente a la juventud sin la participación de organizaciones políticas.

Mohamed, quien en algunos momentos tomó las riendas de la asamblea, reconoció la mala gestión de su permanente y dijo que el CJCE se había endeudado "para prestar servicios". Además, mostró su malestar por haber acudido la gestora a los medios de comunicación ya que, según indicó, "hay organizaciones que siguen funcionando y tienen muchas deudas".

Las formaciones políticas juveniles lamentaban que sólo existía una única opción debido a la deuda de la que no se pueden hacer cargo: la disolución de un órgano con 25 años de historia. JSCE indicó que era imposible salvar el CJCE debido a que su actual situación -una deuda de 200.000 euros- era imposible asumirla.

En cuanto a los trabajadores del CJCE, pasarán al desempleo, debido a que serán despedidos.

La asamblea contó con la presencia de un representante del Consejo de la Juventud de España (CJE), Javier Igareda, quien aseguró que el único apoyo que puede brindar este órgano es "político y hacia los medios de comunicación", algo que fue muy criticado por los presentes. Además, animó a los jóvenes a continuar luchando por el CJCE.

No obstante, y aunque este órgano haya desaparecido, quedará el consejo sectorial, que estará formado, por medio de las asociaciones, por Jóvenes Demócratas, Juventudes Socialistas de Ceuta y Alternativa 21.

El resto de la asamblea era de esperar, no se aprobó ni el informe de gestión ni el económico.