infraestructuras

El veranillo de los proyectos pendientes

  • El PSOE reclama a Fomento nuevas ejecuciones en la Algeciras-Bobadilla y la N-340 en el nuevo curso político

Miembros de la ejecutiva local del PSOE de Algeciras, ayer en la estación de tren.

Miembros de la ejecutiva local del PSOE de Algeciras, ayer en la estación de tren. / Europa sur

El curso político arranca y con la agenda llena de deberes. Los colegios, que aún no han dado su pistoletazo de salida, suelen esperar una semana antes de empezar a llenar las pizarras de ejercicios. En el Congreso, sin embargo, no habrá ni presentaciones, ni tiempo para esperar un libro que se ha reservado en una papelería y que se ha retrasado.

La Cámara Baja inicia su actividad sin margen de adaptación. Al menos en lo que compete al Campo de Gibraltar. La comisión de Fomento del Congreso tendrá una vez más que dirigir el devenir de los dos grandes proyectos que el Campo de Gibraltar demanda: la Algeciras-Bobadilla y el desdoblamiento de la carretera N-340 hasta Vejer.

Ronda-Bobadilla, último tramo, aún no tiene el estudio de impacto medioambiental

Empieza septiembre y con él el denominado verano de San Miguel o el veranillo del membrillo. Antes de que finalice, el Ejecutivo deberá tener aprobado el proyecto de ley para la configuración de los próximos presupuestos.

El mandato europeo de finalización de la Algeciras-Bobadilla fija como plazo límite 2020. A poco más de tres meses para 2018, aún no se ha concluido el tramo Algeciras-San Pablo, que, en boca del diputado socialista Salvador de la Encina, "solo se podrá modernizar debido a la consignación de 20 millones".

La partida presupuestaria que Europa ha invertido a fondo perdido en las vías férreas hasta Bobadilla (más de 150 millones) tendrá que ser devuelta si en 2020 no se puede llegar hasta la vía antequerana a 77 kilómetros por hora.

El representante de la comarca en el Congreso asegura no poder permitirse pérdidas de tiempo. De la Encina cuando habla del tren, campo que le compete desde su atalaya en la comisión de Fomento, se muestra, en ocasiones, cansado. "No queda otra que exigir los 250 millones que ya pedí el año anterior. La misma cantidad que demandó la plataforma por el tren. No logré que el PP firmase un compromiso para, ganase quien lo hiciere en las últimas elecciones, reclamar los 250 millones de las obras", argumenta.

Su idea era la solicitud de casi un cuarto del coste total (en torno a los 1.200 millones) en cada presupuesto, para así, según las matemáticas de la calle, hacer frente al proyecto en cuatro años. Eso era en 2015. Ahora en 2017 el tramo más costoso (900 millones de 1.200) que se extiende desde Ronda a Bobadilla no tiene la declaración de impacto medioambiental realizada, según denunciaron ayer los representantes socialistas a las puertas de la estación de tren de Algeciras.

A esto hay que añadirle que desde la comarca se intenta que Fomento incluya la N-340 en el Plan Extraordinario de Carreteras, que finaliza este año sus selecciones y que subsanará los problemas de los peores veinte cuellos de botella de España.

De la Encina ha dado quince días al alcalde de Algeciras y senador del Partido Popular, José Ignacio Landaluce, para que le dé una respuesta. Los socialistas quieren ir de la mano en el asunto de las infraestructuras. "Landaluce no ha dicho que sí, pero tampoco que no", aseguran.

Inaugurado septiembre da comienzo el verano de San Miguel. El de las temperaturas altas previas al otoño. El veranillo del membrillo que, en la comarca, será el veranillo de los proyectos pendientes.

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