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El reto de los padres en verano: dónde dejar sus hijos

Vacaciones infantiles Cuando llega el verano, los mayores tienen que pensar cómo cuidarlos y trabajar a la vez

Desde familiares hasta campamentos son algunas de las opciones a las que se puede recurrir para que los niños estén vigilados durante las vacaciones estivales

Diversos niños participan en un taller de verano con una monitora en Los Cortijillos que durará todo el verano.
Elisabeth Gemar / Algeciras

25 de julio 2010 - 01:00

Para las familias en las que tanto las madres como los padres trabajan, las vacaciones de verano suponen un verdadero quebradero de cabeza al tener que encontrar un lugar donde sus hijos estén vigilados mientras ellos están fuera. El colegio termina, pero las jornadas laborales de los adultos continúan inmutables, al menos, parte de la temporada estival.

Por otra parte, las vacaciones no deben convertirse para los pequeños en una época en la que relajen de manera absoluta la actividad intelectual puesto que es perjudicial para su rendimiento académico del curso siguiente.

Esto lo tienen claro los padres, que a la hora de decidir qué hacer pueden optar por varias vías. Para muchos la opción más económica es dejar el cuidado de sus pupilos a abuelos, tíos, primos... todo un arsenal de familia, efectivo y de confianza, pero con el que no todo el mundo cuenta, por distintas razones. Otras decisiones que adoptan las familias que pueden permitírselo es la contratación de una persona para que esté todo o parte del día a cargo de los revoltosos de la casa. El problema es que esta opción suele ser la mas cara y está también el factor de la desconfianza a dejar a los hijos con desconocidos.

Parece que el abanico de posibilidades se acaba pero nada más lejos de la realidad. Los campamentos, los talleres de verano y las ludotecas son un socorrido salvavidas para las familias que no tienen más remedio que trabajar en verano. Los distintos Ayuntamientos de la comarca son conscientes de esta situación, por eso la gran mayoría ofrece a los ciudadanos una atractiva oferta para que los progenitores puedan cumplir con su trabajo sin muchas preocupaciones.

Los talleres son las opciones más ofertadas por los consistorios, y es que en ellos, a la vez que los niños se divierten, aprenden a hacer cosas nuevas. En Castellar de la Frontera se organiza desde hace ocho años un campamento urbano. Como su nombre indica no tiene lugar en el campo, sino en la ciudad, concretamente en las aulas del colegio público Tierno Galván.

Desde las 10:00 hasta las 13:30 horas unos 70 pequeños de entre 3 y 12 años vuelven al cole, pero no para estudiar, sino para pasárselo bien. Allí realizan actividades de todo tipo: dan clases de teatro, hacen manualidades, repasan las materias que han dado en el cole el curso anterior, reciben lecciones de educación vial y juegan con juegos de mesa. Pero sin duda, lo que más les gusta a los más pequeños es la Fiesta del agua. Este pequeño festejo que realizan en el centro es la mejor excusa que encuentran los infantes para empaparse completamente mientras se lanzan agua unos a otros y librarse así del calor estival con los ingredientes perfectos, globos y mangueras. Otro de los municipios que ofrece cobijo a los menores es Los Cortijillos. Allí se inauguró el mes pasado un Centro de Ocio donde los jóvenes y más pequeños pueden acudir a pasar el rato de 11:30 a 13:00 horas con sus amigos mientras, bajo la supervisión de un monitor, juegan al futbolín, a la Wii, al billar, al ping pong y a juegos de mesa, entre otras actividades. La importancia de este centro de ocio viene de que oferta para los adolescentes una alternativa a la calle, y es que no sólo abrirá para verano, sino que se mantendrá abierto todo el año.

Desde el Ayunamiento cuentan que la idea ha sido muy bien acogida por los jóvenes y por los padres por lo que anima al resto de personas a que vayan a conocerlo. Aparte, sólo para el verano, han organizado talleres para grupos de niños de niños de 6 a 11 años y de 12 a 16 durante dos días a la semana cada equipo. Allí realizan manualidades, juegos, cuentacuentos y actividades al aire libre.

Hasta ahora estas son las opciones más económicas al alcance de todo el mundo pero que, por cuestiones de horario, no vienen bien a todos. La solución entonces se puede encontrar en un fenómeno que se ha extendido bastante en los últimos años. Las ludotecas. No todo el mundo conoce su existencia.

Son lugares similares a los colegios donde los pequeños asisten, con un determinado horario, mientras sus padres trabajan. La diferencia es que no van a estudiar. En estas instalaciones se realizan varias actividades, pero sobre todo, lo que más se practica es el juego. Los pequeños se divierten mientras pasan el rato con sus amigos de siempre o con los que han hecho nuevos.

En Algeciras uno de estos negocio es La Nube, que comenzó su andadura hace menos de un año. La gran ventaja de las ludotecas es que los chicos y chicas comparten espacio y aprenden a relacionarse y a interactuar con otros desconocidos de su edad. Los precios de estos servicios suelen rondar entre los 80 y los 200 euros al mes, lo que varía en función del centro, de la edad y del horario.

Las opciones más caras las encontramos en los campamentos de verano, donde los niños se van durante semanas o meses a convivir con otros chavales y descubrir la naturaleza. En Tarifa se puede encontrar incluso un campamento de equitación donde los pequeños crean un vínculo con estos animales a través de paseos y el mantenimiento y cuidado de los equinos.

Sea para el bolsillo que sea, son múltiples las opciones a elegir para dejar a buen recaudo a los mayores tesoros de la casa mientras que pasan los largos meses de verano.

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