Una generación ¿desilusionada?

"No estuvieron en la Guerra Civil, ni en mayo del 68, ni corrieron delante de los grises, ni votaron la Constitución y su memoria histórica comienza con los Juegos Olímpicos del 92". Se trata del texto de un reenviado correo electrónico que reivindica la generación de los nacidos en los años 80, "aquella última generación que jugó en la calle, la primera que disfrutó con videojuegos y la que curra en algo que sus padres ni podían soñar", una de las generaciones más preparadas que se ha estrenado en un mundo laboral en crisis que la revista Time calificó como "la generación desilusionada" en su artículo Las esperanzas rotas de una generación española.

"Yo no creo que seamos la generación desilusionada. De hecho, creo que deberíamos llamarla afortunada porque podremos aprovechar lo de antes y lo nuevo, la sabiduría de los viejos y la experiencia de los nuevos tiempos", declara José Luis Sánchez Gómez, joven algecireño que, a sus 26 años, estudia el Curso Superior de Piano en Málaga, donde también imparte clases.

Salir fuera de la comarca ha sido tanto para él como para otros tantos jóvenes campogibraltareños la salida para ejercer su profesión y vivir la vida que quieren, la que no ofrece la comarca. "Creo que vivir aquí da muchísimas menos opciones que vivir en cualquier otro sitio. En el Campo de Gibraltar no hay más que industrias y la gente tienda a enfocar sus salidas laborales hacia ese sector. Por ejemplo, un psicólogo, un músico, cualquier persona con oficios relacionados con las artes o la cultura lo tiene muy difícil. Ahora, el que estudia química lo tiene todo totalmente hecho", reflexiona José Luis.

"La generación de los 80 está llegando ya a los 30 años y por edad aspira a trabajos fijos y se encuentra que la situación actual no se lo permite. Es normal que haya desilusión", explica un profesor de Secundaria del instituto Carlos Cano de Los Barrios, Domingo Mariscal.

Time habla de desilusión por la situación del mercado de trabajo español. Las amenazas de cierre de las empresas y la caída de los mercados está obligando a los pocos veinteañeros que pudieron emanciparse a volver a sus casas. El paro manda. Según los últimos datos facilitados por el Servicio Andaluz de Empleo, el número de desempleados alcanzó en julio los 32.669 en el Campo de Gibraltar, de los que el 12,01% son menores de 25 años, los llamados "desilusionados". "La comarca ofrece oportunidades, pero en unas cosas sí y en otras no. Tenemos un polígono industrial muy importante y mucha gente encontró trabajo en Acerinox, en Cepsa,... pero ahora con la crisis no", coincide el profesor.

"Tenemos dificultades, pero creo a la larga las cosas cambiarán. Será distinto para las generaciones posteriores que estudiaron la ESO. Creo que ellos sí que tendrán dificultades", defiende José Luis y corrobora Mariscal. "Yo estoy en la educación todos los días y creo que sí se ha metido la pata en el sistema educativo. Los institutos están cargados de chavales que no quieren estudiar y no hay una formación profesional adecuada. Son malos estudiantes pero pueden ser excelentes trabajadores", asegura.

Licenciados, diplomados, titulados en muchas disciplinas chocan con un férreo mundo laboral que no valora sus conocimientos, según Time, y que en muchas ocasiones les entretiene con interminables contratos de prácticas. "La desilusión en el terreno laboral para la generación de los 80 tiene mucho que ver con la crisis. Ahora es un momento malo y es normal que haya cierta desilusión, pero esto pasará porque la gente siempre ha encontrado trabajo", auguró Domingo. El profesor tiene hijos nacidos en los 80 y estuvo durante un tiempo rodeado de alumnos de esta generación en Los Barrios. Además de las dificultades del mundo laboral, considera esta "desilusión" por asuntos cotidianos es un problema que está siendo objeto de estudio.

"Yo creo que, en cierto modo, el choque generacional hizo que no se les prestara la atención que merecían", explica Domingo, en referencia a unos padres que tuvieron que luchar por unas libertades que los veinteañeros han sido los primeros en disfrutar. "Esta generación comenzó a educarse con todo dado, no se quieren ir de su casa, viven en un hotel con los gastos pagados, lo tienen todo hecho y eso da un vacío interior. Se quejan con planteamientos de que sus problemas vienen de fuera. El tema es complicado porque creen que todo les debe venir dado de sus padres o del Estado", argumenta.

Si se centra este planteamiento en la vida de la comarca, también se habla de "desilusión". "Es típico oír a los chavales en Los Barrios decir que aquí no hay nada para ellos, que en Algeciras siempre es lo mismo. Existió un choque generacional y la gente no entendía bien qué ofrecerles para que se lo pasaran bien", asegura Mariscal. Ni la prensa internacional es indiferente a una situación económica que afecta a los jóvenes, también en la comarca.

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