El futuro tratado sobre Gibraltar, la segunda oportunidad para acabar con el contrabando de tabaco

X Congreso frente al contrabando de tabaco

El próximo marco jurídico debe permitir la equiparación fiscal para desincentivar la acción de las mafias que operan desde el Campo de Gibraltar en toda Andalucía y España

El alcalde de La Línea apunta a la necesidad de una intervención social que complemente la represión de las fuerzas de seguridad

La cooperación entre las fuerzas de seguridad y la judicatura, clave para atajar el contrabando de tabaco en el Campo de Gibraltar

Vídeo: Así ha sido el X Congreso frente al contrabando de tabaco

El alcalde de La Línea, Juan Franco, durante la mesa de debate con Esperanza Pérez (AGE) y Javier Ros (Junta de Andalucía), este jueves en La Línea.
El alcalde de La Línea, Juan Franco, durante la mesa de debate con Esperanza Pérez (AGE) y Javier Ros (Junta de Andalucía), este jueves en La Línea. / Erasmo Fenoy

El futuro tratado que regulará la relación de Gibraltar con la Unión Europea en la era post Brexit está llamado a ser una segunda oportunidad para acabar con el contrabando de tabaco procecente de la colonia británica en la comarca del Campo de Gibraltar. Y también con todas las ramificaciones de este comercio ilícito desplegadas por el resto de Andalucía y el país. El precedente más cercano, el Memorando de Entendimiento suscrito en 2018 entre España y Reino Unido con este mismo fin, es a día de hoy papel mojado a la vista de las operaciones constantes de las autoridades españolas.

El próximo marco jurídico tiene entre sus objetivos la equiparación de impuestos a las labores del tabaco entre Gibraltar y España. Sería la fórmula más eficaz para desincentivar un comercio ilegal que provoca un desfalco millonario cada año a las arcas del Estado. Pero hasta el momento han trascendido mínimos detalles del contenido a la espera del texto que plasmará el acuerdo político alcanzado el pasado junio entre la Unión Europea y Reino Unido.

El alcalde de La Línea, Juan Franco; la coordinadora de la Administración General del Estado en el Campo de Gibraltar, Esperanza Pérez, y el subdelegado de la Junta de Andalucía en la comarca, Javier Ros, confían en el éxito de este nuevo intento. Los tres coincidieron en esa oportunidad durante la tercera mesa de debate de la décima edición del Congreso Frente al Contrabando de Tabaco de Altadis-Imperial Brands celebrado este jueves en La Línea con la colaboración de Grupo Joly. El director de Europa Sur, Javier Chaparro, fue el encargado de moderar la conversación.

"Estamos en esa línea y el precio se va equiparando. El peso de los ingresos por la venta de tabaco en Gibraltar -que luego entra en España como contrabando- para sus arcas públicas ha pasado del 30 y 40% al 13. Tenemos esperanza en que esto salga bien", explicó Franco como regidor de la localidad más cercana a la colonia y que sufre los estragos del contrabando. Entre otros ejemplos, la ciudad solo tiene tres estancos para una población censada de 65.000 personas. "O aquí no fuma nadie o lo compran de contrabando", comentó Franco.

La coordinadora de la administración del Estado pidió un "ejercicio de fe" en el tratado. "Será un documento vivo. El tratado mejorará el día a día. Y habrá problemas, por supuesto, pero se tratarán de resolver", comentó Pérez, quien reconoció que no conoce detalles del mismo, ya que las autoridades españolas guardan especial secretismo sobre las negociaciones. "Tienen que hacer un acto de fe en este Gobierno. A todos los niveles, no solo con el tratado, también con el refuerzo de la seguridad con el Plan Especial para combatir el contrabando y el tráfico de drogas", según la representante del Ejecutivo central.

"Si la representante del Gobierno no conoce el tratado, imagínense la Junta de Andalucía", ironizó Javier Ros, ya que la Junta de Andalucía ha demandado reiteradamente formar parte de las conversaciones sobre Gibraltar, sin conseguirlo. Ros, no obstante, dijo que la comarca debe aspirar no a un buen acuerdo, sino "al mejor acuerdo posible". Aquel que permita corregir los desequilibrios estructurales (en lo social y lo económico) entre los dos territorios vecinos.

Tanto Franco como Ros también coincidieron en demandar al Gobierno central de la declaración del Campo de Gibraltar como Zona de Especial Singularidad. Una figura que permitiría no solo incrementar la dotación de las fuerzas de seguridad (y sus retribuciones), sino hacer atractiva la comarca como destino para funcionarios sanitarios, del ámbito de la educación y otros servicios públicos.

La sala del Palacio de Congresos de La Línea, llena de público.
La sala del Palacio de Congresos de La Línea, llena de público. / Erasmo Fenoy

Una cuestión social

Los representantes de las tres administraciones en el debate destacaron la importancia de trabajar la vertiente social derivada del contrabando. Aquella que encuentra en las personas de baja cualificación la mano de obra para las mafias del tráfico ilícito de cigarrillos y -también- de drogas.

El alcalde linense, por las limitadas competencias de los municipios, demandó del Gobierno y la Junta más implicación para abordar el contrabando como una cuestión poliédrica por encima de la mera represión policial, con especial atención al trabajo social para evitar que los jóvenes se enrolen en las mafias.

"El contrabando de tabaco no puede ser una salida laboral", replicó la representante del Gobierno central. La Junta, por su parte, desgranó que ha puesto sobre la mesa planes millonarios para trabajar en la cohesión social de las barriadas más desfavorecidas de La Línea (La Atunara y Los Junquillos) a la par que la oferta formativa crece en la comarca para acomodarse a la transición energética y las futuras inversiones en hidrógeno verde. Todo para evitar que un joven sea captado por las mafias para ejercer de punto o cargador de cajas y que, con el devenir de los años, engrose una nueva generación perdida en la ciudad.

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