El embalse de Guadarranque tira al mar cuatro hectómetros de agua

Si hace meses se temía por la escasez de lluvia, hoy a los embalses de la comarca les sobra agua. Concretamente, cuatro hectómetros cúbicos, los que los técnicos de la Agencia Andaluza del Agua comenzaron ayer a desechar de la presa de Guadarranque, que se encontraba al 106% de su capacidad.

El desembalse comenzó al mediodía y fuentes de la Consejería de Medio Ambiente indicaron que durará hasta que el pantano alcance su nivel de seguridad, alrededor del 80% para poder dar cabida a las lluvias que se prevén en los próximos días. Este nivel podría alcanzarse en un par de jornadas, ya que el caudal que se vierte al río Guadarranque de manera continuada es de 32 metros cúbicos por segundo.

Agua que sobra y va directamente al mar. Desde Medio Ambiente indicaron que sólo en los casos en los que hay dos pantanos conectados se reutilizar el agua, como por ejemplo ocurre entre Los Hurones y el Guadalcacín. En este caso, los acuíferos subterráneos que forman parte del ciclo del agua en la zona también están saturados debido a las lluvias, por lo que no hay otra salida que dejar al agua correr.

La presa de Castellar tiene capacidad para albergar 78 hectómetros cúbicos de agua. Según datos del organismo competente, el 2 de febrero contaba con 85, mucho más que el año pasado, cuando tenía 46,9 hectómetros y estaba al 31,1% de su capacidad.

Esta situación se repetirá pronto en el embalse de Charco Redondo, que también está cerca de su capacidad máxima de almacenamiento. En los próximos días, aunque dependiendo de las lluvias, podría procederse al desagüe. Sin embargo, aunque aún no hayan procedido a desaguar la presa, los que visitan durante estos días los alrededores pueden comprobar cómo ha aumentado en gran medida el caudal del río Palmones.