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¿Lloverá esta Navidad en el Campo de Gibraltar?

Los confesionarios, en horas bajas

El número de personas que se confiesan desciende año a año, aunque los párrocos constatan que la feligresía se mantiene fiel. Ascienden los sacramentos de fiesta como las comuniones o los bautizos

El arcipreste de La Línea, Francisco Núñez, espera que acudan sus feligreses.
Elena Hidalgo / Algeciras

02 de agosto 2009 - 01:00

Año a año, según diferentes estudios nacionales, desciende el número de personas que acuden a misa a la vez que también baja la cifra total de quienes aseguran ser creyentes. Pero estos números no se reflejan en la misma proporción a la hora de los sacramentos de celebración como las bodas, bautizos y comuniones. Esta realidad contrasta cuando se quiere hablar de sacramentos más íntimos como la confesión. Aunque es el más difícil de cuantificar, porque se trata de un sacramento muy personal -de hecho, es secreto- resulta casi imposible saber el número de veces que las personas recurren a contar sus intimidades a los párrocos.

En el Campo de Gibraltar la tendencia a la baja en la práctica de la fe católica no es muy diferente a la del resto de país. Cada vez, las iglesias de las diferentes localidades se llenan menos los domingos. Pero, sobre todo, se confiesan menos personas, según el testimonio de varios párrocos consultados por este diario. Como todo en la vida, hay excepciones y curas que aseguran que las confesiones, lejos de caer, aumentan cada año. Esto es lo que ocurre en Sotogrande, donde al sacerdote que normalmente oficia misa allí, Juan Carlos Mellado, no le falta trabajo. "Muchas veces me veo desbordado por la cantidad de gente que acude a recibir este sacramento", señala. Mellado también es el sacerdote de la iglesia de Castellar. Sostiene que en esta localidad no ha bajado el número de confesiones, pero aún así las personas que reciben este sacramento siguen siendo muy pocas.

Algunos sacerdotes, como el actual de Los Barrios, piensan que el volumen de personas que se confiesan depende de las características sociales de cada lugar. "En Barbate, dónde predicaba antes, había muchas personas que se confesaban. Pero que en Los Barrios se confiesa menos gente", compara, si bien sostiene que todavía no sabe si la confesión en esta localidad sube o baja porque sólo lleva diez meses en Los Barrios. Aunque constata que "hay un goteo", necesitaría más tiempo para poder comparar si hay menos feligreses que reciban el sacramento de la confesión, porque aún no tiene datos objetivos.

Por otro lado, otros párrocos, como Francisco Núñez, sacerdote de la Iglesia Santiago Apóstol de La Línea y Arcipreste de esta localidad, busca razones para argumentar que cada vez menos gente acuda a la cabina con asiento de terciopelo y rejilla de madera. "La gente no es consciente del mal y de la violencia, la gente no es consciente del pecado en este sentido", dice. Por eso considera que la gente se confiesa poco. Afirma que en su parroquia los feligreses se confiesan "normal, tirando a poco, aunque después la gente acude a comulgar igual".

Los sacerdotes consultados aseguran que las iglesias en domingo están igual de llenas que antiguamente. Así lo asegura Juan Carlos Mellado, quien afirma que normalmente en su parroquia en Castellar acude la misma cantidad de personas, pese a que bajen las confesiones. Las misas dominicales siguen teniendo una afluencia parecida e incluso hay días que tiene más. La razón, según Mellado, radica en que al ser el Santuario del Cristo de la Almoraima, hay mucha gente que va a visitarlo y después de queda en la misa. El sacerdote de Los Barrios sostiene que sin contar las celebraciones comunitarias, que son dos y a las que asiste mucha gente, el numero de personas es el mismo número que ha ido viendo desde que llegó hace casi un año.

Y de la intimidad a la manifestación pública de la fe, los sacerdotes están notando que las celebraciones del sacramento del matrimonio también están descendiendo. Cada vez hay menos bodas. Pero para esta situación todos los párrocos tienen una explicación: la ya consabida crisis económica. Muchas parejas, ni sus familias, pueden hacerse cargo del gran esfuerzo económico que significa en estos momentos casarse. Nuñez comenta que aunque no sabe si las hay más o menos bodas que antes, sí destaca que en su parroquia se han anulado tres enlaces porque a la pareja no les habían dado la hipoteca para su casa y asegura que ahora los jóvenes "sin casa no se casan". En Los Barrios, la celebración de bodas también ha bajado.

Todo lo contrario ocurre cuando queremos hablar de las celebraciones como bautizos y comuniones. Aunque algunos sacerdotes aseguran que se siguen celebrando los mismos bautizos, otros calculan que en sus parroquias cada vez hay más niños que bautizar. Mientras, la crisis no ha podido con la celebración de las comuniones, que cada año aumentan en toda la comarca. Además, los sacerdotes aseguran, que cada vez son festividades en las que se derrocha el dinero.

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