OBSERVATORIO DE LA TROCHA | NUESTRO ARTE PREHISTÓRICO

Escenas de la vida cotidiana en el arte rupestre post-paleolítico del extremo sur peninsular

  • Nuestros antepasados dotaban a cada tipo de representación artística con diferentes connotaciones

  • No se puede generalizar ni dar una explicación exacta a los conjuntos de figuras

Cueva de los Taconeros. Fila de antropomorfos (Los Barrios).

Cueva de los Taconeros. Fila de antropomorfos (Los Barrios).

Bien es sabida la proliferación que el arte rupestre está tomando en nuestra comarca, tanto en las grafías esquemáticas post-paleolíticas, por su abundancia en diferentes enclaves de toda la provincia, como en las de cronología paleolítica que siguen descubriéndose en la zona gracias a las nuevas tecnologías. En referencia al arte esquemático postpaleolítico, podemos describir un sinfín de motivos y, a su vez, dividir cada tipología en subtipologías.

Nuestros antepasados, en su afán de expresión, dotaban a cada tipo con diferentes connotaciones. Como ejemplo tenemos los motivos antropomorfos (apariencia humana), los cuales eran representados por un simple trazo vertical cruzado con otro trazo horizontal y en las extremidades con líneas oblicuas.

Esta figura es la básica, por nombrarla de alguna manera. También las encontramos con otras formas, como son los brazos en curva, nombrándolos del tipo Golondrina, o la representación de un trazo vertical (cuerpo) y otro horizontal (brazos), llamado de tipo Cruciforme. Y así, un gran número de representaciones para la misma figura.

Al igual que de los antropomorfos, podemos hablar de zoomorfos (con forma de animal), arboriformes y ramiformes (con forma de árbol o rama), tectiformes (con forma de tejado), escaleriformes (forma de escalera), esteliformes (formas estelares), soliformes (con forma de sol), etc., además de infinidad de figuras indefinidas a las cuales no se les puede dar una interpretación.

Después de esta corta aclaración de los diferentes motivos y sus tipos, volvamos al título del artículo para centrarnos y dar una explicación de por qué elegí las 'Escenas de la vida cotidiana', pues en algunos de los enclaves rupestres aparecen los motivos individualizados, incluso en número considerable, pero sin una clara conexión entre ellos que permita una lectura coherente del conjunto. En sentido opuesto, en otros casos el autor o autores quisieron representar escenas, o conjuntos de elementos reconocibles, con una relación entre sí y representando a veces acciones concretas.

No se puede generalizar ni dar una explicación exacta a todos estos casos de agrupaciones o conjuntos de figuras. En algunos de ellos aparecen rebaños de zoomorfos (animales) o grupos de antropomorfos, con la presencia destacada de un individuo por su tamaño o bien  por su tocado o armento, que le dota de cierta relevancia con respecto al resto del grupo.

Unas de las escenas que siempre me impactó de todo este arte postpaleolítico esquemático es uno de los paneles que encontramos en la cueva de los Taconeros (término de Los Barrios), donde se observa un número de siete individuos en fila con los brazos levantados al frente, y caminando con dirección izquierda. Lo curioso es que justo delante de ellos aparece un motivo de algún tipo de zoomorfo, con una figura formada por un trazo horizontal y partiendo del mismo cuatro trazos verticales casi perpendiculares, y en la parte izquierda de la figura un pequeño trazo oblicuo que se asemeja con la cabeza del animal. Este motivo zoomorfo es de difícil interpretación y está dibujado de forma muy estilizada.

Las figuras humanas de este conjunto están pintadas con gran detalle, siendo de estilo seminaturalista. El autor dibujó las piernas dotándolas de una perspectiva realista y algunas de las figuras tienen en la cabeza algún tipo de tocado o sombrero. Es complicado saber si estas grafías son representaciones masculinas o femeninas. Además de esta escena existen varias más en esta cavidad, que en la actualidad no se conservan, debido a la pérdida de pigmento que se ha producido por una erosión del soporte de la roca (Figura 1).

Es muy complicado interpretar esta agrupación de figuras y qué quiso expresar o transmitir el autor de los dibujos al resto de personas que formaban el clan y/o que podían visitar la cavidad para ver sus imágenes. Puede que se tratase de un ritual religioso o una simple danza para invocar al espíritu del animal y propiciar una buena jornada de caza. Actualmente, con los conocimientos que se tienen de esta etapa de nuestra prehistoria, es algo que queda a la interpretación de cada uno de nosotros.

Tarifa: Palomas

Cambiando de término municipal, nos trasladamos a Tarifa, en la zona conocida como Sierra del Pedregoso próxima a la población de Facinas. Allí encontramos un grupo de cavidades muy conocidas en la comarca: nos referimos al Conjunto Rupestre de Palomas. Sobre este núcleo de cuatro cavidades podríamos llenar muchas páginas describiendo sus paneles, pues tenemos más de 450 motivos repartidos por sus paredes, algunos aislados y muchos de ellos formando escenas, tanto de animales como de individuos, pastoreando, cazando, etc.

Solo destacaré un par de paneles por el interés que me despertaron desde el primer día que visité estas cavidades. El primero de ellos está en la cavidad de Palomas I y es un panel que forma una escena de arboriformes y ramiformes, temas estos cuya significación está en proceso de estudio con carácter general por parte de los especialistas. 

En el citado panel, aparentemente, su autor quiso representar un bosque o una zona con arbustos de diferentes tipologías, pero aún no está totalmente probado que los motivos llamados ramiformes y arboriformes correspondan a representaciones de vegetales dentro del muy complejo y simbólico mundo del arte esquemático.

El citado panel tiene unas medidas de 1,30 metros de largo por unos 0,60 metros de ancho y, como podemos ver en la fotografía, se representaron diferentes tipos de motivos, tanto ramiformes como arboriformes (Figura 2).

La siguiente escena llama la atención por tratarse de una agrupación de aves, posiblemente ocas o algún tipo de ánade, en hilera, no siendo muy común esta escena, solo representada en el abrigo del Tajo de las Figuras en Benalup de Sidonia (Figura 3).

Esta escena de zoomorfos del tipo ave está representada en la cavidad de Palomas III y en ella observamos seis figuras de aves. Su estado de conservación es muy deficiente, siendo las pinturas casi imperceptibles a la vista, por lo que inevitablemente es necesario aplicar un tratamiento digital para poder resaltar el pigmento rojo (Figura 4).

Como ya he comentado sería imposible incluir todas las escenas rupestres que nuestros antepasados nos dejaron reflejadas en las paredes de tantos abrigos y cavidades que se reparten por los diferentes términos municipales de nuestra comarca campogibraltareña. Por nombrar algunos de los enclaves con estos paneles tan expresivos, representando momentos concretos de la vida cotidiana, podemos hablar del conjunto de Bacinete (término municipal de Los Barrios) donde las representaciones de zoomorfos formando rebaños, escenas de caza, etc., no pasan desapercibidas (Figura 5).

Otro de los enclaves únicos en la Península Ibérica y que está en nuestra comarca es la Cueva de La Laja Alta (término municipal de Jimena de la Frontera), donde están reproducidas escenas en las que se representaron embarcaciones, algunas con las velas enarboladas, otras con remos y otras efectuando labores de pesca (Figura 6).

La idea de este artículo ha sido hacer llegar al público una pequeña muestra de este bonito testimonio de tanta relevancia que fue dejado como legado para las generaciones venideras por nuestros antepasados.

Para las generaciones actuales constituye un desafío intentar conocer y entender como fue esa parte más cercana de nuestra prehistoria. Si hablamos de una edad media para las pinturas postpaleolíticas esquemáticas de 5.000 años B.P. (antes del presente) y teniendo en cuenta el gran deterioro que han sufrido en el último siglo, por actos vandálicos, contaminación, la propia erosión del soporte, etc., debemos y estamos obligados a intentar preservar este maravilloso e insustituible patrimonio, que nos fue legado en la noche de los tiempos y que, tras atravesar milenios a lo largo de la historia de la humanidad, llega hasta hoy, siendo para nosotros un tesoro y una responsabilidad.

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