Medio Ambiente reforesta la ribera de un arroyo para proteger a las libélulas
La actuación de la Junta busca favorecer el mantenimiento de la 'Oxigastra curtisii', una especie considerada en peligro
La Oxygastra curtisii, una especie de libélula, es la causa por la que la Consejería de Medio Ambiente ha ejecutado una reforestación en un tramo de 400 metros del arroyo Ribera de los Molinos en la campiña tarifeña. Al objeto de proteger el hábitat de esta libélula se han plantado especies arbóreas como alisos, sauces, álamo blanco y fresnos, especies que soportan el encharcamiento de sus raíces, condición para el desarrollo de las larvas.
Diversos estudios de la consejería habían dado la voz de alarma y apuntaban a un declive de esta especie que se encuentra catalogada como sensible a la alteración de su hábitats dentro del Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas y en Peligro tanto en el Libro Rojo de los Invertebrados Amenazados de Andalucía como en el de España. Además, la lista roja de la UICN la considera como casi amenazada.
El conjunto de actuaciones que se han desarrollado en el arroyo de los Molinos están dirigidas a favorecer a sus poblaciones. Durante los muestreos realizados se pudo comprobar como la deforestación de gran parte del cauce, unido a la disminución de las precipitaciones en los últimos años, estaba produciendo un descenso del caudal del arroyo. Esto tiene consecuencias dramáticas para la especie ya que sólo se pudo constatar su emergencia en una poza situada en la zona con mayor cobertura forestal.
Para la reforestación se han empleado plantas producidas en la Red de Viveros de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Su plantación se ha realizado manualmente y de forma irregular, siguiendo la estructura del bosque de ribera presente en los tramos del mismo río mejor conservados, y teniendo una especial incidencia en aquellas zonas del arroyo que presenten pozas naturales.
Para proteger las plantas de la acción de los herbívoros se ha colocado un vallado perimetral de maya metálica, con al menos 1,20 metros de altura, que asegura la viabilidad de la reforestación y permitirá estudiar la capacidad natural de regeneración del bosque de ribera en la zona de cara a futuras actuaciones en el mismo sentido. Parte de los ejemplares se han plantado en el mismo lecho del río, favoreciendo así la aparición de microhábitats adecuados para la especie con la mayor celeridad posible.
Durante la revisión efectuada este verano se ha constatado la supervivencia de la mayor parte de plantas, algunas superando los dos metros de altura, por lo que la actuación puede calificarse de notable éxito.
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