Manuel Moreno, una vida dedicada al trabajo y al amor por su familia
El propietario de este mesón es un ejemplo de sencillez y humildad, claves para que hoy sea reconocido como uno de los mejores restauradores de nuestro país
Está claro que el reconocimiento público permite que un hombre de talento pueda desarrollarse, pero… ¿de quién recibe ese reconocimiento? Con frecuencia, algunos talentos tempranamente reconocidos por todos, acaban hundiéndose, a causa de la gloria y de los honores que le han dispensado. Pero este no es el caso de Manuel Moreno Rojas, que comenzó su andadura en el mundo de la gastronomía y la restauración a los 14 años con la ilusión de aprender entre fogones y platos los entresijos de esta profesión. Manolo, desde un principio aportó con ilusión y casi sin limites su tiempo, su cariño y un aprendizaje que desembocaría en la profesionalidad que con el paso del tiempo atesora.
Pasados unos años, en 1979 Moreno decidió abrir un pequeño bar con la ayuda de su mujer María del Rosario en la barriada de Palmones de Los Barrios en pleno centro de la bahía. Inicia de esta manera su particular viaje gastronómico poniéndole a su restaurante un arte de pesca muy común en las playas de la Bahía de Algeciras. Denominó a su pequeño bar El Copo. Trabajo, humildad y sencillez fueron las máximas de Moreno al frente de la gran obra de su vida que hoy cumple 30 años. Todo esto unido a Dios que hizo fructificar su talento, llevando a la práctica el consejo: "Haz lo que debes y está en lo que haces".
Manuel Moreno adora a su profesión y a su familia de la que ha hecho participe de su gran obra y de los continuos reconocimientos recibidos en estos años. Moreno es profeta en su tierra y querido por todos. Hace unos años inauguró en Palmones una avenida que lleva su nombre y recientemente la mancomunidad de municipios del Campo de Gibraltar le reconocía su aportación a la cultura gastronómica y taurina, al conocimiento de las peculiaridades y potencialidades de la comarca, por la implantación de ésta en ámbitos nacionales e internacionales y por la promoción del turismo en general.
Un reconocimiento que se une al Premio Nacional de Gastronomía que ya posee entre otras muchas distinciones, muy bien apoyado a lo largo de su vida profesional por María del Rosario, su gran pasión junto a sus cinco hijas y su hijo Manuel.
Manuel Moreno, ejemplo de generosidad, gesto que evidencia su claridad espiritual.
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