Temporal Efectos en la comarca

Jornada de limpieza tras las lluvias

  • Los vecinos de las 56 viviendas de Mirador del Río vuelven a sus casas tras pasar el peligro al bajar el caudal del río Palmones · La Estación de San Roque recoge de nuevo el lodo del Guadarranque

El Campo de Gibraltar pudo recuperar ayer la calma tras dos días de lluvias fuertes y continuadas que atemorizaron a la población y causaron numerosos daños en prácticamente todos los municipios por la subida del nivel de los ríos, que propició el desbordamiento del Guadarranque y del Palmones.

Ayer también llovió, pero menos, lo que permitió regresar a sus casas a los vecinos desalojados de las 56 viviendas de la primera fase de la urbanización Mirador del Río en Los Barrios, que pasaron la noche en la piscina municipal o realojados en casas de amigos o familiares. Ayer también se pudo restablecer el suministro eléctrico en la zona, que también había sido cortado.

Fuentes del servicio de emergencias 112 explicaron que la Guardia Civil constató que el nivel del agua había bajado tanto en las inmediaciones del río Palmones como en el propio cauce fluvial, lo que permitió la vuelta a casa para proceder a las tareas de limpieza en las zonas en las que fue necesario.

El Plan de Emergencias del municipio se activó a nivel local, participando en el mismo bomberos del Consorcio Provincial, agentes de la Policía Local, Protección Civil y personal sanitario. Además, la alcaldesa de Los Barrios, Ángeles Ariza, supervisó todas las actuaciones que se llevaron a cabo junto al subdelegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en el Campo de Gibraltar, Rafael España, tanto en el casco urbano como en las barriadas.

Por otro lado, el Partido Andalucista pedirá en el próximo pleno de la Corporación barreña que el municipio sea declarado zona catastrófica, acogiéndose al Real Decreto 307/2005 para solventar los problemas ocasionados durante los últimos tres meses de lluvias en las zonas de Mirador del Río, Puente Romano, Palmones, Guadacorte, Ben Harás y en la vega de Ringo Rango.

Algeciras también fue recuperando ayer la normalidad. Fuentes de la Policía Local informaron que durante la noche del sábado al domingo y las primeras horas de la mañana de ayer no se registraron incidentes de gravedad.

En la mañana de ayer quedó abierta al tráfico la vía que une Botafuegos con la carretera vieja de Los Barrios y varios puntos de La Menacha ya son transitables con normalidad. Otro de los puntos que fueron devueltos a su estado habitual fue la carretera del Faro, de cuyo asfalto fueron retirados los restos de piedras desprendidos.

Por la mañana seguía cerrado al tráfico la vía que une El Rinconcillo con el centro debido a la persistencia de una bolsa de agua a la altura del acceso norte. Más tarde la Policía Local reabrió el tramo. Sí permanece cerrada la avenida Asia, situada tras el centro comercial de Las Palomas de Eroski debido, otra vez, a unos desprendimientos de tierra.

El nivel del río Palmones descendió notablemente y, por tanto, se redujo así el peligro de desbordamiento a la altura de la calle Cabo Mayor de la barriada del Rinconcillo.

No obstante, ayer se podían ver los daños que produjo el temporal del sábado. Zonas de la playa del Rinconcillo estaban inundadas y el paseo que recorre esta parte del litoral estaba cortado por el hundimiento de parte del suelo.

Voluntarios de la Sociedad Protectora de Animales del Campo de Gibraltar y Melampo se encontraron en las instalaciones de El Refugio, encargada del servicio de recogida de animales de algunos municipios de la comarca, con animales ahogados en el interior de sus jaulas por el desbordamiento del río Palmones a su paso por Los Barrios.

El resto de animales que permanecían con vida fueron liberados de sus celdas y serán distribuidos por diversas protectoras. Las instalaciones han quedado temporalmente cerradas.

Tampoco se libró de las intensas lluvias la Sociedad Protectora de Animales del Campo de Gibraltar, cuyas instalaciones, en la barriada del Rinconcillo, quedaron dañadas. Bomberos, Protección Civil y voluntarios desalojaron las jaulas para evitar ahogamientos. Este colectivo ha solicitado la colaboración de los ciudadanos para que acojan de manera temporal a los animales.

En cuanto a San Roque, el panorama en la barriada de La Estación era ayer desolador. Los vecinos, sin dormir en toda la noche, desalojaron con gran trabajo el agua y el barro del alrededor de cien viviendas afectadas por la crecida del río Guadarranque. Ropa, libros, cacharros de cocina, ordenadores y recuerdos se apilaban sobre mesas y camas, aunque muchos de estos enseres no podrán ya recuperarse. Igual que muebles y electrodomésticos, algunos comprados en las últimas semanas para reemplazar a los estropeados por la inundación del pasado 15 de febrero.

La mayoría de ellos expresa una necesidad urgente: colchones para sustituir los arruinados por el agua y sobre los que dormir esta noche. Y también comparten el mismo temor: que las lluvias intensas se repitan, tal y como está previsto, y el río vuelva a entrar en sus casas. Muchas de ellas presentan grietas por donde el agua entraba el sábado a borbotones, al igual que por azulejos resquebrajados, suelos levantados, inodoros y platos de ducha. En algún caso, como en el de un aparcamiento subterráneo, el agua aún persistía. En las viviendas la crecida ha dejado su rastro en forma de improntas de humedad en paredes y muebles.

Durante la mañana y buena parte de la tarde de ayer, dos equipos de Protección Civil y de la empresa municipal de medios de comunicación, Multimedia, visitaron las viviendas afectadas para tomar datos e imágenes, tanto fotográficas como de vídeo. Esta documentación servirá para elaborar un dossier que el Ayuntamiento pretende enviar lo antes posible a las otras administraciones para solicitar ayudas con las que paliar los daños entre los vecinos.

En cualquier caso, y tal y como ocurrió en la pasada inundación, está previsto que personal municipal se pase durante los próximos días por las viviendas a recabar información con mayor detalle, con la que elaborar un inventario exhaustivo de daños.

En Tarifa, donde el sábado se cortó durante unas dos horas el tráfico por la carretera Nacional 340 por la crecida del río La Vega, la situación volvió ayer a la normalidad con la bajada natural de la marea, sin mayores consecuencias.

En La Línea, el teniente de alcalde delegado de Infraestructuras, Manuel Aguilera, celebró ayer que la red de alcantarillado funcionara para que los problemas de las lluvias de los últimos días sólo propiciaran problemas puntuales. "Es cierto que se han producido ciertos problemas en la zona del Zabal debido a que no se cuenta con el encauzamiento de los arroyos y cachones, pero por lo demás se puede decir que ha sido una jornada con pequeños problemas pero sin incidencias dignas de mención", declaró el edil, que agradeció la labor de la Policía Local y bomberos del Consorcio Provincial para solucionar los problemas puntuales del centro de la ciudad.

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