Entidades recreativas y culturales actuales (VIII)
EnciclopediadelaLÍNEA
TOMO XEl décimo volumen de la Enciclopedia de La Línea está dedicado a la vida social en la localidad, con un repaso a entidades de todo tipo
La ciudad de La Línea ha sido muy prolífica a lo largo de su historia en cuanto a la creación de entidades sociales. Las que se recogen en este apartado han llegado a nuestros días y se mantienen activas.
peña taurina joselito-manolete (parte i)
La Peña Taurina Joselito-Manolete fue inaugurada oficialmente el 12 de febrero de 1954. La peña tiene sus orígenes en la emblemática barriada de San Pedro, aunque no está muy claro en qué local o sitio de reunión. Fue en la década de los noventa, en concreto el 11 de marzo de 1994, cuando se trasladó a la calle Clavel, 25.
Delante de una fría y refrescante cerveza, conversamos con Antonio Lara, el más veterano de los socios de esta entidad. Nos cuenta que lleva casi sesenta años en la peña. Comienza su narración diciendo que en la calle San Pedro, esquina con calle Santa Ana, se encontraba el bar-tienda de don José Carreño. Allí se reunían varios amigos frecuentemente y un buen día decidieron viajar a Ronda para acompañar a la Balona, en su partido de fútbol contra el equipo titular de la ciudad del tajo. Al regreso a nuestra ciudad, estuvieron pensando en fundar un club de fútbol, pero como entre los componentes también se encontraban personas muy aficionadas a los toros, este gusanillo por fundar se les contagió a todos. De este modo, estuvieron barajando varios nombres: Antonio Ordóñez fue uno de ellos; también se pensó en toreros en boga en ese momento, pero al final se decidieron por unir en el nombre a dos toreros históricos, como son Joselito y Manolete. Todos asintieron de buen grado. Esto ocurrió en el año 1954. En ese mismo año, se empezó por formar la directiva. Entre las personas que fueron a ese viaje a Ronda se encontraban don Eladio Monje, don Francisco Pozo, don José Caballero, don José Carbonell, don Rafael Tornay, don Ángel Rincón y algunos más que escapan a mi memoria.
La primera propuesta para ocupar la presidencia recayó en don Eladio Monje, pero una vez enviada la documentación para el registro, no pudo ser por problemas políticos de la época.
Entonces se pensó en don José Caballero como presidente. Los demás miembros de la directiva fueron algunos de los anteriormente citados.
El bar del ambigú se montó en la parte pequeña, pero pasado aproximadamente un año, el señor Carreño cedió un local que tenía anexo al bar. Fue entonces cuando en realidad comenzó a funcionar la Peña. "Yo comencé un poco más tarde como socio", comenta Antonio Lara, "pero tuve un problema, pues cuando salía de mi trabajo la peña ya estaba cerrada. Así pasó un tiempo y cuando me di cuenta, la cantidad a la que ascendían las deudas por mis cuotas rondaban las mil pesetas de aquellos tiempos. Me casé en 1958 y me trasladé de barrio, pero aún así no dejaba de frecuentar el bar de Carreño y estaba enterado de todos los pormenores de lo que sucedía en la Peña".
"Recuerdo -continúa Antonio- cuando se amplió la sede interior. Ésta tenía serios problemas de decoración y entonces tuvieron mucha suerte, porque el aquella época, don Fernando Argüelles, el médico de los toreros, tenía la clínica cerca y como buen aficionado, frecuentaba la Peña. Quiero decir con esto, que el señor Argüelles ayudó mucho a su decoración". Todo lo contado hasta ahora ocurrió entre los años 1954 a 1958-59.
En 1960, la Peña se trasladó a la calle Muñoz Molleda y estuvo allí hasta los años 80. En esa sede, se funcionaba de distinta manera, con su barra, se incorporó una cocina, una biblioteca y una televisión. Podríamos decir que ya empezó el funcionamiento correcto. "Volví a hacerme socio otra vez -puntualiza Antonio- y estuve hasta 1969. Aquel año me marché a Cádiz y regresé en 1979. A continuación, estuve tres meses regentando el ambigú hasta que mi cuñado, Miguel Herrera, que era el presidente, encontrara un barman y me pidió el favor de que le trabajara en el bar".
Y ahora hablamos de los presidentes. El primero, como ya dijimos al empezar el relato, fue don Eladio Monje; le sigue don José Caballero, don José Rodríguez, don Aurelio Navarro, don José Vélez, don Alberto Tambrig, don Miguel Herrera Escarcena y don Gabriel de Haro Medina. Estos presidentes pasaron todos por las sedes de las calles San Pedro y Muñoz Molleda.
Ya en la calle Clavel, el primero fue don Gabriel de Haro; le siguieron don Antonio Lara, don José Fornali, don Antonio de la Rosa, don Alberto Tambrig, nuevamente, doña Lupe Rompinelli, don Pedro Mena, don Antonio Ruiz y doña Lupe Rompineli, de segundo mandato. En el año 2001, entró Curro Escarcena, y en el 2012, se hizo cargo de la presidencia don Joaquín Vega Cruz.
En la calle San Pedro estuvo entre seis a siete años; en la calle Muñoz Molleda, se mantuvo 24 años y en la calle Clavel va a cumplir, concretamente el 11 de marzo de 2014, los 20 años de vida.
Los presidentes que más tiempo han permanecido en el cargo han sido: don Curro Escarcena, don Miguel Herrera, don Antonio Lara, don José Riquelme, don Aurelio Navarro, don Gabriel de Haro, don José Fornali, doña Lupe Rompinelli y algunos más que pasaron más de dos años en el cargo.
Hubo otros que sólo estuvieron un solo año y también en dos o tres ocasiones funcionó una Comisión Gestora, entre presidentes. A finales de los años ochenta fue cuando se alcanzó la mayor cifra de socios, superándose la cantidad de doscientos. Era cuando la Peña contaba con un mayor número de atracciones. Se montaba la Caseta en la Feria, se elegía la Ninfa para el Carnaval, se celebraba el Día de los Pepes, se organizaba la comida de Navidad; se contaba con un equipo de fútbol femenino, se preparaban excursiones para ver toros y se acompañaba a la Balona a varios desplazamientos, se realizaba el sorteo de los abonos de la Feria, y algunos actos más.
En los años sesenta, algunos socios de la entidad frecuentaban el bar restaurante La Chiclanera. Su dueño, José Luis Domínguez, junto con su padre y su hermano Aurelio, decidió celebrar una fiesta campera para todos los clientes aficionados a los toros. Al regreso de la fiesta, pasaron a tomar una copa en la Peña Joselito-Manolete, comentando lo maravilloso que había sido la fiesta.
Se tuvo la idea de continuarla en años siguiente, ya organizada por la Peña. Así empezaron las famosas Capeas, que se han estado celebrando hasta la fecha, en la finca de don Fernando Vázquez de Troya, en La Almoraima, menos el año 2011, que se organizó en el restaurante La Guitarra por motivos de obras en la plaza de toros de la finca. Esperemos que se siga celebrando y no se pierda esta tradición.
Con respecto al bar de la entidad, podemos recordar las personas que lo han regentado. El primero de ellos fue don Juan García; después se lo cedió a su hermano Pepe, que fue el que más años estuvo, once en total. Luego, desfilaron por el local muchos otros, aunque no puedo citar a todos, nos recuerda Antonio. Recuerdo especialmente al Chuy, Pepe el Babucha, Paco el Bienhecho, Andrés Piñé y yo mismo, comenta Antonio Lara., aunque sólo estuve tres meses. En 1979, cuando regresé de Cádiz, mi cuñado me pidió que me hiciera cargo del bar hasta que encontrara un barman.
González; le siguió Pedro Mena; más tarde lo llevó Paco el Colorado y Antonio Toledano. Posteriormente, José Anillo y varios más que no recuerdo, nos dice Antonio. Hubo también dos señores que se hicieron cargo del bar, que se llamaban Pedro los dos, luego Manolo, Lupita Rompinelli, José García Muños y Josefina y algunos más. En estos momentos lo regenta Francisco Duarte, ya lleva cinco años y, todo hay que decirlo, lo hace muy bien.
Tampoco podemos olvidar a los directivos que han pasado por la entidad. Queremos recordar, por ejemplo, a don José Carreño, don Eladio Monje, don Miguel Jurado, don Antonio Perea, don Juan Bejarano, don Juan G. Palma, don José Ávila, don Juan Sabán, don José Verdugo, don Eusebio Jiménez, don José G. Hernández, don Benito Cabrera. Desgraciadamente casi todos han fallecido. Recuerdo a directivos y socios de larga duración y mucha constancia como Augusto Pérez, socio desde los años sesenta y tres veces directivos.
Asimismo, hay de citar a Francisco Alonso, José Alonso, Joaquín Vega, también secretario en los años noventa y que hoy es Presidente. Otro buen amigo que no puedo olvidar, nos comenta Antonio, es Luis Nahón, un luchador nato en su día, Antonio Mancilla, José Anillo, Luis Natera, Manolo Rodríguez, Juan Palma, Francisco Méndez del Castillo. Todos son fabulosos y finalmente un gran recuerdo para el mejor tesorero de todos los tiempos, don Antonio Morillo, el Tito.
La Peña Joselito-Manolete consta en la Enciclopedia Linense como entidad en vigor dado que fue editada en 2013. La entidad taurina se disolvió en 2017.
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