La Cueva del Jilguero de Jimena, un ejemplo del esquematismo prehistórico en el extremo sur peninsular
OBSERVATORIO DE LA TROCHA - NUESTRO ARTE PREHISTÓRICO
La Cueva del Jilguero cuenta con 50 grafías representadas en sus paredes, algunas prácticamente desaparecidas por la pérdida del color del pigmento
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La Cueva del Jilguero es un enclave rupestre situado en el término municipal de Jimena de la Frontera, Cádiz. Este espectacular abrigo se dio a conocer por el Instituto de Estudios Campogibraltareños, en la ubicación de la revista Almoraima y en el artículo Arte rupestre en el Campo de Gibraltar nuevos descubrimientos, (Lothar Bergmann et al. 1997). Sobre los hallazgos realizados en el año 1995. Esta estación con arte rupestre rupestre cuenta con un gran número de grafías representadas en sus paredes y el artículo de la revista Almoraima, referencia 50 signos pintados. En la actualidad algunas representaciones prácticamente están desaparecidas, o casi invisibles al ojo humano, todo ello por la pérdida de color del pigmento utilizado inicialmente en su trazado.
En el extenso gran número de abrigos mencionados a lo largo del término municipal de Jimena de la Frontera, destaca el de Laja Alta por ser el generador de la mayor producción bibliográfica. Además de motivos cruciformes, antropomorfos esquemáticos, ancoriformes, entre otros, resultan llamativas las representaciones pictóricas de embarcaciones, fechadas en un momento posterior, aproximadamente en el IV milenio (Morgado, 2018). Esto coincide con la datación proporcionada por el estudio iconográfico de esta serie de naviformes (con forma de barcos). El contexto entre el IV y III milenio a.C. no está claramente definido debido a la escasez de datos arqueológicos con cronologías similares. No obstante, se tiene conocimiento de que este periodo marca una consolidación de prácticas agrícolas y todas sus implicaciones a nivel social y de aprovechamiento del medio (Moyano di Carlo, 2019).
En la etapa de la Prehistoria Reciente, se evidencian diversos ejemplos de yacimientos que albergan vestigios de potenciales talleres líticos, donde, además de la arenisca, se emplea el sílex como materia prima. Entre los sitios más destacados se encuentran Cortijo El Carrizo, Loma de la Novia, Cortijo Sambana, Mesilla de los Ángeles, Chinchilla y Cortijo Cerejana. También es relevante considerar los restos de una necrópolis descubierta en la Loma del Juncal, ubicada al sur del término municipal en la sierra de la Morenilla. En este lugar, se han identificado restos de una cámara circular y un corredor con indicios de al menos diez ortostatos en su posición original. Como se puede observar la importancia del término municipal de Jimena de la Frontera con todo lo relacionado con la prehistoria, hace que cada enclave arqueológico sea de una enorme importancia.
Empezamos describiendo este magnífico enclave del Jilguero, un abrigo rocoso, de grandes dimensiones y una forma oval de posición horizontal, que se ubica en una laja rocosa donde se abre su enorme boca con un ancho aproximado de ocho metros y una altura en su punto máximo de cinco metros, la profundidad media es de aproximadamente tres metros, estando de la base de la laja rocosa aproximadamente a dos metros de altura. Este gran abrigo de arenisca, cuenta en sus paredes con una acusada erosión eólica donde se observan formaciones alveolares, además de descamaciones del soporte rocoso. Afectando en parte a varios de los motivos representados, principalmente por causa de la erosión eólica. (Lámina 1).
Este magnífico enclave rupestre, que sirvió de “lienzo” en diferentes etapas de la prehistoria, cuenta con un gran número de representaciones gráficas, donde principalmente abundan grafías del tipo esquemático, situadas entre fin del Neolítico y finales de la Edad de los Metales. Siendo este paso grafico esquemático final el que dio paso a la escritura. Este tipo de representaciones esquemáticas se reparte por toda la Península Ibérica, manteniendo un mismo patrón estilístico, incluso en algunos casos esta similitud estilística en el trazado de algunos motivos, podría hacer pensar que el autor seria el mismo en la zona centro de la península ibérica como en el extremo sur. Podemos tener motivos completamente calcados en los abrigos de la zona de la comunidad extremeña (como las figuras de antropomorfas), que como en este caso de la cueva del jilguero se asemejan al 100%, con los antropomorfos aquí representados.
Esta similitud estilística en el arte esquemático, bien referida en el extremo sur peninsular, aclara con multitud de ejemplo que este tipo de grafías esquemáticas se recogen todas dentro de un arte esquemático generalizado en la península ibérica, sin hacer excepciones. De ahí remarcar que el arte esquemático es reconocido como tal en cualquier punto peninsular, diferenciándose simplemente por la zona donde se representó, en nuestro caso del Campo de Gibraltar y provincia de Cádiz, como “extremo sur peninsular”.
La gran variedad gráfica de la cueva del Jilguero la posiciona como un referente dentro del conjunto de arte esquemático en el extremo sur peninsular. La gran variedad tipológica de las grafías esquemáticas que los pintores en la prehistoria plasmaron en cada lugar de las paredes rocosas de este grandioso abrigo, se conservan en su mayoría en la actualidad, destacando principalmente diferentes tipos de antropomorfos (figuras humanas), puntiformes agrupados, soliforme, ramiforme, trazos aislados, etc. Destacar que todas las grafías de este enclave rupestres se realizaron con un pigmento de color rojo, en la actualidad es casi imposible saber la intensidad del mismo, pues en algunos de los motivos el pigmento está muy desvaído (perdida del pigmento).
Después de esta aproximación a las representaciones gráficas, pasamos a definir cada una de las grafías que actualmente se conservan en este enclave de la cueva del Jilguero.
Tal como ya se comentó anteriormente posiblemente podríamos diferenciar dos momentos cronológicos en las pinturas aquí representadas. Un momento más antiguo próximo al final del neolítico, donde podríamos enmarcar varios de los motivos pintados. Y un momento más reciente, posiblemente en etapas finales del bronce y en pleno periodo de la edad del hierro, donde el esquematismo llega a su punto más básico de representación.
Si observamos la zona de representación de las grafías ocupan la pared completa del fondo de la cueva, ocupando una franja rectangular donde se distribuyeron los motivos. Podríamos distribuir esta franja en siete paneles, empezando de izquierda a derecha con Panel nº1, donde se localizan dos figuras claramente identificadas además de varias
manchas de pigmentos, la primera de estas figuras es un antropomorfo del tipo ancoriforme, formado por un trazo vertical que forma el cuerpo con las extremidades y un trazo curvo invertido que conforma los brazos del individuo. La segunda figura es un motivo cerrado con forma triangular inclinado. El resto son varios trazos muy desvaídos que posiblemente formarían alguna otra figura.
Panel nº2, formado por cinco antropomorfos y una agrupación de barras paralelas. Describiendo el panel de izquierda a derecha, encontramos un antropomorfo del tipo brazos alzados y un trazo que parte del brazo derecho (posible arma, útil de labranza, etc.), el siguiente motivo es también un antropomorfo esquemático del tipo brazos caídos, donde el cuerpo está formado por un trazo vertical cruzado por dos trazos curvos alargados, uno conformando las extremidades inferiores y otro a media altura que forma los brazos del individuo. El tercero de los motivos de este panel y más impresionante es un antropomorfo también con los brazos alzados, destaca por su tamaño con respecto al resto de grafías del abrigo. El cuarto de los antropomorfos es del tipo brazos en asa, formado por trazo vertical que forma el cuerpo, trazo curvo en la parte inferior que forma las piernas y un trazo curvo en el centro del trazo vertical que da forma a los brazos, este motivo se encuentra muy desvaído, siendo difícil de ver a simple vista. A la derecha encontramos otro motivo antropomorfo del tipo ancoriforme.
El último de los motivos de este panel está formado por cuatro trazos verticales paralelos entre ellos, este motivo esta superpuesto al antropomorfo descrito anteriormente, lo que referencia la diferencia de tiempos entre los antropomorfos y los motivos formados por trazos, siendo este último más reciente cronológicamente que los demás.
Panel nº3; está formado por dos agrupaciones de puntiformes y un trazo inclinado que separa las dos agrupaciones de puntiformes.
Panel nº4; está formado por un solo motivo, un antropomorfo semiesquemáticocon los brazos alzados, en este caso no se representaron las piernas de la figura, destaca un relleno de pigmento en el interior de lo que forma el cuerpo del individuo, utilizando la técnica de tintas planas.
Panel nº5; formado por catorce motivos y agrupaciones, el primero un motivo del tipo zigzag de unos veinticinco centímetros de largo, el segundo un pequeño trazo justo encima del zigzag formado por dos trazos formando un ángulo muy abierto, el tercero un antropomorfo esquemático con los brazos alzados, el cuarto un puntiforme aislado, el quito un antropomorfo del tipo estrella, el sexto un puntiforme justo al lado derecho del antropomorfo, el séptimo un trazo inclinado, el octavo un motivo cuadrangular, el noveno un trazo curvo, el décimo dos puntiformes uno encima del otro en posición vertical, el décimo primero dos puntiformes en posición horizontal, el décimo segundo una agrupación de seis trazos verticales, el décimo tercero una agrupación de seis puntiformes con una trayectoria curva oblicua, el décimo cuarto una agrupación de tres trazos oblicuos. Todos estos motivos están realizados con pigmento de color rojizo.
Panel nº6; se compone principalmente por puntiformes agrupados, varios trazos, y destaca un motivo de gran tamaño ramiforme.
Panel nº7; formado por un solo motivo muy mal conservado donde se aprecia pérdida parcial de parte del pigmento.
Panel nº8; formado por tres motivos antropomorfos, donde dos de ellos se reconocen perfectamente y el primero se conserva parcialmente.
Panel nº9; formado por un motivo antropomorfo del tipo “IP”.
Y el ultimo panel el nº10; formado por un solo motivo soliforme, que al igual que algunos de los motivos representados en la cueva denotan pérdida parcial del pigmento.
Como hemos podido observar el estado de conservación general de las pinturas en esta cueva es bastante bueno, sufriendo principalmente una decoloración general de los pigmentos. Existen además de los diez paneles descritos algunos restos irreconocibles y manchas de pigmentos repartidos por diferentes zonas de la cueva.
Este magnífico enclave rupestre conservado hasta nuestros días es un claro ejemplo del arte rupestre representado en el extremo sur peninsular.
Hugo Alberto Mira Perales. Especialista en arte prehistórico de la Asociación Cultural La Trocha y miembro de la 2ª sección (Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura) en el Instituto de Estudios Campogibraltareños, Miembro del comité ejecutivo de la revista 1902 COMMITTEE, Miembro del Proyecto First Art.
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