La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, se evitará tener que dar explicaciones ante el Congreso de los Diputados de la reciente reunión con el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo. 

La Diputación Permanente del Congreso ha rechazado en la tarde de este martes la petición de los grupos del PP y de Cs para que la ministra compareciera de manera urgente, esta misma semana, en un Pleno extraordinario para exponer los pormenores de la cita celebrada en Algeciras el pasado jueves, en el marco de la visita de González Laya al Campo de Gibraltar. 

Tanto los partidos proponentes como Vox han coincidido en tachar de "error histórico, torpeza y rendición" el encuentro mientras que desde el Ejecutivo (PSOE y Unidas Podemos) se ha vinculado la naturaleza de la reunión al "diálogo", sin otorgarle rango de encuentro diplomático. Los partidos nacionalistas (ERC y PNV) se han alineado con el Gobierno. 

La votación se ha saldado con 35 votos en contra de la comparecencia de González Laya frente a 30 votos favorables. Se ha registrado una abstención en la sesión, con 66 miembros asistentes sobre el total de 68 que componen este órgano.

La soberanía, la cosoberanía, más de 300 años de contencioso y la recurrente utilización de Gibraltar durante la temporada estival por los partidos políticos han centrado el debate en un nuevo episodio dialéctico sobre la relación de España con el Reino Unido respecto del estatus de la colonia británica. Y ahora con el Brexit en plena cuenta atrás. 

El debate ha sido abierto por el PP, como principal grupo proponente. María Valentina Martínez ha calificado la reunión como "un encuentro bilateral" que ha supuesto "traspasar una línea roja vital" en las relaciones entre España y Gibraltar. "La reunión bilateral, de igual a igual, ha dinamitado en un minuto 300 años de reivindicación histórica de la soberanía", ha sostenido la diputada popular. Para el PP, el encuentro es "intolerable". "González Laya fue a rendirse ante Picardo", dijo la diputada.

Apoyada por Ciudadanos, Guillermo Díaz ha añadido que el encuentro ha sido "un error de bulto" comparable a la visita del socialista Miguel Ángel Moratinos hace once años al Peñón. "Una metedura de pata tremenda", ha sentenciado, al considerar que se ha dado un rango de interlocutor a Gibraltar pese a no tener competencias en materias de política exterior. Para Ciudadanos, el Ejecutivo debe avanzar hacia la cosoberanía aprovechando la negociación del Brexit. 

Vox se ha añadido al bloque de proponentes en su apoyo a la petición de la comparecencia. Iván Espinosa de los Monteros ha tachado de "inoportuna" la reunión entre la ministra de Exteriores "con el alcalde de Gibraltar". "España ha cometido un error gravísimo desmontando una posición de 300 años. Regalar a Gibraltar una legitimidad perpetúa su acción como paraíso fiscal", ha dicho Espinosa de los Monteros. 

Los partidos nacionalistas sí han visto con buenos ojos la reunión. Aitor Esteban (PNV) y Gabriel Rufián (ERC) no han puesto reparos a la cita por estimar que una reunión "no puede ser una línea roja", en palabras de Esteban, y que la oposición busca "una pataleta histórica", según el diputado catalán.  

El Gobierno defiende la reunión

"No sobreactuemos", ha conminado el diputado de Unidas Podemos Enrique Santiago. "El encuentro no significa renuncia alguna a nada. Es una forma de facilitar un acercamiento de España a Gibraltar y erosionar la postura de Reino Unido", ha agregado Santiago. 

Para UP, el "show patriotero" aleja a los yanitos de España mientras que el Campo de Gibraltar sufre las consecuencias. "Gibraltar tuvo un trato exquisito para los 14.000 trabajadores transfronterizos durante el estado de alarma", ha añadido. 

El PSOE, a través de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha insistido en que los socialistas nunca han planteado la cosoberanía. "El PSOE cree en la soberanía plena, mientras que la gran traición fue del ministro Margallo proponiendo una cosoberanía, una idea de Aznar", ha asegurado. 

Los socialistas, al igual que su socio de Gobierno, han remachado que no ha supuesto "ningún acto diplomático" sino "un encuentro de trabajo". "Sin renunciar a la soberanía, inaugura un nuevo tiempo de acuerdos y cooperación", ha cerrado el debate.