El barrio de San Isidro y la ciudad de Algeciras mostraron una vez más su profunda devoción hacia Nuestro Padre Jesús Cautivo Medinaceli, que ayer volvió a desfilar por las calles para encontrarse con su pueblo con motivo del 75 aniversario de la fundación de la hermandad. La procesión extraordinaria del Señor de Algeciras partió a las 20:00 y concedió gran protagonismo a su barrio, a San Isidro. Desde buen rato antes de la salida, decenas de personas estaban ya congregadas en la plaza esperando la salida. Con puntualidad, el nutrido cortejo se puso en la calle y, tras él, la querida imagen que ayer lució túnica blanca y procesionó exornado por un monte de claveles rojos. Poco más necesitaba.

Las hermandades de la ciudad y del Campo de Gibraltar estuvieron presentes en el cortejo junto con las autoridades municipales, que surcó las calles bajo los sones de la agrupación musical Polillas de Cádiz. La talla del Cristo, cuyo paso marchó escoltado por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, estuvo seguida por decenas de personas que cubrieron el recorrido para cumplir promesas a la imagen.

El desfile dejó momentos de gran belleza, como el giro desde la calle Sevilla hacia la calle Rocha, donde el esfuerzo previo de la cuadrilla de costaleros tras subir la cuesta fue recompensado con aplausos y vítores. El cortejo siguió buscando la Plaza Alta, donde decenas de personas esperaban el momento en el que el Cristo llegó a las puertas del templo mayor de la ciudad, abierto e iluminado para propiciar un encuentro con Nuestra Señora de la Palma. Fue otro momento cumbre de una noche muy esperada por la hermandad, fundada en septiembre de 1943 y que hizo su primera estación de penitencia con medios muy humildes un año más tarde.