El Lleida se complica su supervivencia y abre la puerta a una plaza en la Segunda Federación
Real Balompédica Linense | Tercera Federación
El club catalán afronta una situación económica desesperada y, salvo un milagro, dejará una vacante por la que pujar
Emilio Fajardo, en la órbita de la Balona
La delicadísima situación económica del Lleida CF acerca cada vez más la posibilidad de que salga a subasta una plaza en la Segunda Federación. La Real Balompédica Linense ya está manos a la obra con su proyecto de reconstrucción tras el descenso a Tercera RFEF. La Balona ha elegido a Miguel Ángel Rondán como su nuevo arquitecto deportivo para la temporada 2025/26, el primer paso en el reto para buscar el ascenso. La cuestión es si llegará a salir a la venta una vacante en categoría superior y si la propiedad del club de La Línea estaría en disposición de afrontar la compra, en caso de que surgiese la oportunidad. Es una opción remota y complicada, pero con algunos casos que sirven de ejemplo en los últimos veranos.
Como explicó Europa Sur en un reportaje a primeros de mayo, el Estepona y el Móstoles cubrieron previo pago sendas vacantes en la Segunda Federación en 2022 y en 2024, respectivamente.
Una mala gestión, una compra-venta frustrada o un cúmulo de decisiones desacertadas pueden llevar a un club a la quiebra como se viene repitiendo prácticamente cada verano. En estos momentos es el Lleida CF el que más cerca está del precipicio. El club heredero de la histórica Unió Esportiva Lleida atraviesa una situación de urgencia después de haber fracasado en las negociaciones que mantenía abierta con un grupo de inversores. El Lleida necesita pagar 250.000 euros antes del 30 de junio para evitar un descenso por impagos.
Según relata el diario Segre, la situación del Lleida viene arrastrada desde unos años atrás, pero se ha enrevesado aún más con la falta de explicaciones por parte de su presidente, Luis Pereira. El club carga con una deuda de casi 5 millones de euros que ha espantado a quienes se han interesado para invertir. La afición se empieza a resignar y la ciudad asume que puede perder a su equipo por segunda vez en 14 años.
"La situación financiera del club es insostenible", sostiene Segre, que detalla las cuentas del Lleida: "Al inicio de esta temporada ya arrastraba un déficit de 400.000 euros, debido a que, según la entidad, la Real Federación Española de Fútbol no devolvió el aval de 246.000 euros de la temporada anterior. El verdadero lastre, sin embargo, ha sido la deuda con las administraciones públicas: 1,7 millones a Hacienda, a los cuales se han sumado recientemente 800.000 euros más por los ejercicios entre 2019 y 2021, además de 2,3 millones en la Seguridad Social. Sumando los 250.000 euros que se deben a la plantilla, la deuda global se acerca a los 5 millones de euros".
La crisis institucional del Lleida ha empeorado: el club anunció la presentación de un preconcurso de acreedores que no ha llegado mientras busca inversores a la desesperada. Desde el entorno de la presidencia se habla de una supuesta estafa por parte de una sociedad con sede en Dubai. De consumarse la vacante en la Segunda Federación, tendrían prioridad los clubes de la región. Así lo estipula el reglamento:
Además de depositar el aval requerido, la Española, el artículo 119.6 del Reglamento General señala que tendrán prioridad en igualdad de condiciones las entidades de la misma categoría en la temporada pasada que tuvieran mejor mérito deportivo de entre las que ocuparan plaza de descenso en esa misma división y grupo. En el supuesto de que no hubiera ningún club interesado en el mismo grupo que el equipo que renuncia por impagos (la Balona podría hacerlo si se viese afectado otro andaluz) la plaza se cubrirá con los clubes de inferior categoría pertenecientes a la misma federación territorial que, habiendo manifestado interés dentro del plazo fijado para ello y habiendo efectuado el ingreso de la cantidad correspondiente dentro del plazo, tuvieran mejor mérito deportivo de entre los que no lograron el ascenso.
Sólo en el caso de que no sea posible cubrir la plaza con clubes de la misma federación territorial, la plaza podrá ser cubierta por otro club perteneciente a otra, que habiendo manifestado interés dentro del plazo fijado para ello y habiendo efectuado el ingreso de la cantidad correspondiente dentro del plazo, tuviera mejor mérito deportivo de entre los que no lograron el ascenso.
En el caso de que se produjese la subasta por estas dos plazas mencionadas o por cualquiera que pudiese surgir quedan dos preguntas en el aire. ¿Vería la afición de La Línea con buenos ojos el regreso a la categoría perdida por esa vía? Y ¿estaría dispuesto el máximo accionista, Andrés Roldán, a realizar el desembolso y hasta por qué importe podría hacerlo? La opción de ver a la Balompédica compitiendo en el grupo catalán se antoja casi un atrevimiento, no solo por el perjuicio económico que le supondría a la entidad, sino por lo que repercutiría en sus rivales.
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