La Balona y la opción de una plaza a subasta en Segunda Federación
Real Balompédica Linense
El CD Estepona, en 2022 y el Móstoles, el pasado verano, cubrieron previo pago una vacante en la categoría que acaban de dejar los linenses

¿Existe una posibilidad, por muy remota que se antoje, de que la Real Balompédica Linense vuelva a militar en Segunda Federación la próxima temporada? A pesar de que el conjunto de La Línea consumó su descenso a Tercera RFEF el pasado domingo, los estatutos de la competición sí que reservan una hipotética puerta al regreso sin pasar por el calvario que supone el regreso a una categoría de carácter autonómico. La realidad es que tal y como están las cosas, no resulta nada fácil que eso llegue a suceder... pero no es imposible.
En el verano de 2022 un Club Deportivo Estepona que acaba de ascender a Tercera Federación se saltó la categoría merced a que la propiedad de la entidad costasoleña, que corresponde al empresario Juan José Hidalgo, decidió abonar 512.149,95 euros por la plaza que había dejado vacante tras su desaparición el Extremadura UD (cuyo heredero ya ha vuelto este año a Segunda Federación).
Muchos clubes mostraron su interés por adquirir ese derecho, pero una vez conocieron la cuantía, decidieron apartar su candidatura.
El Estepona absorbía de esta manera la deuda que había dejado entre jugadores y técnicos el conjunto de Almendralejo, pero la compra de esa plaza le obligó a jugar en su primera andadura en la cuarta categoría nacional en el grupo V junto a equipos extremeños, canarios, madrileños, castellano-manchegos, la UD Melilla (que ascendió de la mano de Miguel Rivera) e incluso el Cerdanyola catalán. Un dineral en desplazamientos que sólo le valió para ser octavo.
En las dos últimas andaduras, el conjunto costasoleño ya ha competido con el resto de los equipos andaluces, entre ellos con la propia Balona.
El pasado verano se repitió la historia. El Ursaria dejó de pagar 208.541,57 euros (una cifra que se antoja un tanto más razonable que la anterior) y su plaza, que esta vez sí había logrado reunir a más de un interesado que llegó a depositar el aval, fue a parar a manos del CD Móstoles, que se había quedado a las puertas del ascenso deportivo.
En este caso no hubo cambio de grupos, ya que ambos conjuntos pertenecen a la Comunidad de Madrid. El Móstoles, por cierto, ha seguido este curso los pasos de la Balona y ha vuelto a Tercera Federación.
Conquense y Lleida, en peligro
Aun incluso de que arranquen este fin de semana tanto el play-off de ascenso como las eliminatorias por la permanencia, los medios que siguen de cerca a dos clubes ya hablan abiertamente de que podrían verse obligados a renunciar a la plaza en la cuarta categoría nacional que se han ganado en los terrenos de juego. Y las noticias sobre impagos están aún por venir.
Ser Cuenca publica en su web, en referencia a la Balompédica Conquense: “La estabilidad económica para seguir en Segunda Federación dependerá en gran parte de la cesión del estadio de la Fuensanta. Si el Conquense consigue ingresos extras de la cesión del estadio por parte del Ayuntamiento podrá competir en Segunda Federación, e incluso pensar en hacer un proyecto un poco más ambicioso en lo deportivo”.
“En el caso contrario, probablemente habrá renuncias en la directiva y seguramente se tenga que renunciar a la plaza en Segunda Federación”, añade la información.
Hipotéticamente esa plaza podría (sólo podría) interesar a una Balona que, en caso de dar el paso adelante, tendría que afrontar una situación similar a la del Estepona en la 2022-23, es decir, competir con equipos de Extremadura (esta misma campaña ya lo ha hecho con Don Benito y Villanovense), Madrid, Castilla-La Mancha, Canarias y con la UD Melilla.
Cabe recordar que los desplazamientos tanto al archipiélago canario como a la Ciudad Autónoma están financiados casi en su totalidad por la Federación Española.
El otro caso, y ése sí que se antoja inviable, es el del Lleida CF, que en abril y tras la marcha de su presidente Luis Pereira, anunció que ponía en marcha el concurso de acreedores y habla abiertamente de la disolución de la entidad. La opción de ver a la Balompédica compitiendo en el grupo catalán se antoja casi de ciencia ficción, no solo por el perjuicio económico que le supondría a la entidad, sino por lo que repercutiría en sus rivales.
Claro que quien hace la ley hace la trampa. Esta misma temporada el Orihuela (Alicante) fue separado del resto de equipos valencianos (que competían con catalanes y baleares en el grupo III) para completar el grupo andaluz. Si se repitiese esa situación, los clubes podrían solicitar un intercambio y se antoja complicado que la Española les negase ese derecho.
Los requisitos
Además de depositar el aval requerido, la Española, el artículo 119.6 del Reglamento General señala que tendrán prioridad en igualdad de condiciones las entidades de la misma categoría en la temporada pasada que tuvieran mejor mérito deportivo de entre las que ocuparan plaza de descenso en esa misma division y grupo.
Vaya que, si no desciende el Villanovense en el play-out, la Balona sería la primera candidata de su grupo IV. Al final podría no ser tan estéril la victoria albinegra de la última jornada sobre La Unión Atlético.
En el supuesto de que no hubiera ningún club interesado en el mismo grupo que el equipo que renuncia por impagos (la Balona podría hacerlo si se viese afectado otro andaluz) la plaza se cubrirá con los clubes de inferior categoría pertenecientes a la misma federación territorial que, habiendo manifestado interés dentro del plazo fijado para ello y habiendo efectuado el ingreso de la cantidad correspondiente dentro del plazo, tuvieran mejor mérito deportivo de entre los que no lograron el ascenso.
Sólo en el caso de que no sea posible cubrir la plaza con clubes de la misma federación territorial, la plaza podrá ser cubierta por otro club perteneciente a otra, que habiendo manifestado interés dentro del plazo fijado para ello y habiendo efectuado el ingreso de la cantidad correspondiente dentro del plazo, tuviera mejor mérito deportivo de entre los que no lograron el ascenso.
En el caso de que se produjese la subasta por estas dos plazas mencionadas o por cualquiera que pudiese surgir quedan dos preguntas en el aire. ¿Vería la afición de La Línea con buenos ojos el regreso a la categoría perdida por esa vía? Y ¿estaría dispuesto el máximo accionista, Andrés Roldán, a realizar el desembolso y hasta por qué importe podría hacerlo?
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