(2-1) La Balona se despeña a Tercera Federación
Real Balompédica Linense - La Unión Atético | La crónica
Los de Romerito derrotan a La Unión, que se queda sin ascenso, pero el Villanovense gana y los albinegros consuman su segundo descenso en dos años
El estéril primer triunfo en casa de 2025 no maquilla la lamentable temporada de los linenses
Resultados, clasificación final y resumen tras la 34ª jornada en el grupo IV de la Segunda Federación

Tres minutos, tres -los que transcurrieron entre su primer gol y el del Villanovense- le duró la felicidad a la Real Balompédica Linense en el día en el que se decidía quién sabe si algo más que la categoría en la que militará en la 2025-26. El equipo de La Línea consumó este domingo su descenso a Tercera Federación, el segundo en dos años naturales que soporta su sufrida afición. Los albinegros firmaron una estéril victoria ante La Unión (2-1), a la que con ello le arrebataron el título y, al menos de momento, el ascenso en beneficio del Juventud de Torremolinos de Antonio Calderón y Nico Delmonte. Pocos triunfos merecen ser menos celebrados e invitan más a pensar en un fin de ciclo a casi todos los niveles.
La Balona precisaba en esta última jornada la combinación de tres resultados no ya para salvar la categoría, sino para ganarse la vida extra que supone la promoción. Se dieron dos, su propia victoria y la derrota del San Fernando ante el Cádiz Mirandilla, equipos estos últimos con los que volverá a coincidir la próxima andadura, pero en una división inferior. Sin embargo el Villanovense, que ha completado un final de curso excepcional, dio buena cuenta del Recreativo de Granada. Allí, en Villanueva de la Serena, se quedaron las opciones de la Balompédica. El conjunto serón se queda con el billete para el play-out.
No deja de ser curioso que esta Balona 2024-25 que ha arrastrado el nombre de una entidad centenaria durante toda la temporada haya firmado su mejor balance del curso justo en el desenlace liguero. Siete puntos de nueve y un sólo gol -y de penalti- en contra. En la última jornada, su primera victoria en casa de toda la segunda vuelta. De todo 2025. Una baldía demostración de dignidad. A buenas horas mangas verdes. Con la de oportunidades que dejaron pasar para haberlo evitado. Las de veces que pudieron poner el amor propio de esta último día y no lo hicieron.

La historia y la estadística reflejarán que la Balompédica se fue al profundísimo pozo de la Tercera RFEF un cuatro de mayo. Para más inri, un Día de la Madre. Pero eso no es cierto. O al menos, no lo es en su totalidad. La Balona viene dejándose la categoría a cachos desde aquel desplazamiento a Almería de la segunda jornada.
Durante nueve meses se ha dejado humillar en Estepona, ha enlazado hasta seis derrotas, ha ofrecido espectáculos lamentables en casa, en partidos en los que fue incapaz de siquiera igualar a rivales directos (Cádiz Mirandilla, Don Benito...) así que señalar a estas alturas la falta de tensión del Recreativo de Granada en Villanueva de la Serena como causa de este mayúsculo fracaso suena mitad a pataleta mitad a cortina de humo más que a otra cosa.
El último partido
El partido, que además tuvo que comenzar con un cuarto de hora de retraso, tuvo poca historia. A los tres minutos Carlos León culminó una jugada un poco accidentada con un lanzamiento raso junto al palo. Hubo explosión de júbilo. Los locales estaban fuera del descenso. Y el que más y el que menos pensó aquello de ¿y si...?
Pero no era más que un espejismo. De inmediato llegaron las noticias de los dos primeros tantos del Villanovense. Y el estadio se quedó mustio, en silencio. Consiente -como lo estaban la mayoría de los hinchas desde hace semanas- de que la suerte estaba echada, de que estaba siendo testigo de un entierro deportivo el primero de su recién reestrenada historia. Tanto es así que cuando João Pedro se inventó un golazo en el 14' ya la celebración quedó en el césped.

Ya por entonces los ultras desplegaron su reconocida animadversión hacia el máximo accionista con una pancarta en la que le pedían a Andrés Roldán que venda el club y se mache. Por el bien del club, errores en la gestión deportiva al margen, que el empresario no haga caso a quienes no se representan más que a sí mismos. Porque como lo haga, veremos a ver cómo acaba esto.
La Unión, a la que le han hecho mucho daño las bajas, era un manojo de nervios. Aún así en dos jugadas a balón parado se tuvo que emplear a fondo Álex Lázaro. Después de alguna rebullasca entre jugadores fruto de los nervios y de una caída sospechosa en el área albinegra la Balona tuvo antes del intermedio el tiro de gracia. Pero la madera se interpuso primero en las intenciones de Alberto Fuentes (38') y más tarde en las de Dani Villa (41').
Tras el descanso el panorama cambió. La Unión, sin nada que perder, dio un paso adelante. Pero si el equipo minero lo que tiene es lo que enseñó en La Línea cuesta entender cómo ha llegado con opciones hasta el último minuto de la competición. O igual es que la categoría que expulsa a esta Balona por incapaz es tan pobre que con cuatro cositas se puede estar arriba.
Gol mal anulado
Los murcianos vieron como el árbitro les invalidaba un gol se entiende que por fuera de juego en el segundo remate. Pero es que el esférico ya había entrado antes. Y se ve claro en la televisión. Después acortaron distancias en un penalti de Fran Tena tan grosero que si no fuese porque está feo pensar mal de nadie resultaría hasta sospechoso.

Romerito hizo cambios. Su equipo comenzó defendiendo el 2-1 con cinco y acabó con ciento y la madre. Y se salió con la suya. La Balona logró esa inútil victoria. Curioso esto del balompié, el improductivo marcador tuvo un efecto anestésico en el el público, que también es verdad que hace tanto que está tan desencantado que ha perdido las ganas de manifestar su indignación. Apenas se oyeron unos cuantos reproches por el descenso con cuatro silbidos más contados y algún reprochillo al palco.
El triunfo de esta última jornada no debería servir para eclipsar la realidad. Cuando esta crónica vez la luz ya habrá jugadores del plantel camino a casa. Aquellos que han triturado hasta a tres entrenadores y que han mandado a la histórica Balona a una situación extremadamente delicada pasarán página. Y aquí se quedan los sufridores con su equipo en Tercera RFEF, un futuro incierto y una sensación de vergüenza y sonrojo inabarcables. Lo peor no es el descenso en sí. Lo realmente malo está por venir, porque quedan por delante al menos nueve meses (y que no sean más) de ver a la Balompédica en una división que no merece ni por historia, ni por ciudad, ni por estadio, ni por afición ni por... pero que se ha ganado por su propia incompetencia.
Ficha ténica
Real Balompédica (2): Álex Lázaro, David Hernández (Fran Moreno, 46'), Moha Hamdoune, Sergio Chica, Connor Ruane (Carlos Cano, 79'); Carlos León, Fran Tena, Toni Jou (Pecellín, 79'), João Pedro (Álex Hernández, 71'), Alberto Fuentes y Dani Villa (Fran Carbià, 62').
La Unión Atlético (1): Salcedo; Alvarito, Álvaro Espínola (Pedrosa, 19'), Diego Ruiz, Rafa Ortiz (Víctor Mena, 46' -Rubén Catalá, 85'-); Jaime Santos, Javi Grillo, Armando, Karim; Quindimil (Seth Vega, 46') y Francis Ferrón (Fabio Conte, 81').
Árbitro: Alfonso Méndez Hernández, de Tenerife, auxiliado en las bandas por Airan Martín y Daniel Asensio. Raúl Chavet García ejerció de informador. Todas las decisiones dudosas las resolvió a favor de los locales, incluido un gol anulado a los visitantes que deja infinitas dudas.
Tarjetas: Amarillas a los locales João Pedro (11') Fran Tena, (22') Alberto Fuentes (22'), Dani Villa (29'), Moha Hamdoune (43'), así como a los visitantes Francis Ferrón (22'), Álvaro Espínola -en el banquillo- (26'), Alvarito (52') y Diego Ruiz (83').
Goles: 1-0, Carlos León (3'). 2-0. João Pedro (14'). 2-1, Jaime Santos, de penalti (64').
Incidencias: Encuentro de la trigésimo cuarta jornada del grupo IV de la Segunda Federación, última de la primera fase, disputado en el Ciudad de La Línea ante 2.134 aficionados. El choque arrancó con quince minutos de retraso, ya que existía la imposición del horario unificado (12.00) y la Deportiva Minera llegó con retraso a su duelo a Torremolinos, porque su autocar sufrió una avería.
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