La frágil defensa, clave en el descenso de la Balona a Tercera Federación

Real Balompédica Linense

Los albinegros recibieron 1,23 goles por partido, su peor balance desde la campaña 2016-2017

La mejoria obtenida por Romerito en las cuatro últimas jornadas resultó insuficiente

El guardameta Álex Lázaro, durante un entrenamiento
El guardameta Álex Lázaro, durante un entrenamiento / Vanessa Pérez

Es evidente que son infinitos los desaciertos y los factores que llevaron a la Real Balompédica Linense a consumar el pasado domingo su descenso a Tercera Federación. Pero la estadística señala uno de ellos como causa destacada: su gragilidad defensiva. Los albinegros encajaron 42 goles en los 34 partidos disputados, lo que arroja una media de 1,235 por encuentro. Desde que en la 2016-27 alcanzó los 1,26 por duelo no acreditaba números tan pobres.

Para hacer honor a la verdad, es justo recordar que Antonio Ruiz Romerito logró en el tramo final de la temporada cortar la sangría por la que se le ha escapado la categoría a la Balompédica. De hecho, en las cuatro últimas jornadas los albinegros sólo recibieron dos goles, uno en Villanueva de la Serena a tres minutos del final, que resultó vital para el devenir de la competición, y otro en la despedida liguera ante La Unión Atlético, éste, de penalti.

Pero para entonces ya era demasiado tarde. Las goleadas sufridas en las visitas a Estepona o Almería B (donde encajó cuatro goles) o los tres tantos que recibió ante UCAM y Don Benito son sólo el pico del iceberg, porque el verdadero problema era el goteo continuo que semana a semana impedía a los equipos primero de Miguel Rivera y más tarde de Javi Moreno añadir puntos a su cuenta.

Hay varios datos muy relevantes. Álex Lázaro llegó el pasado verano a la Balona con la vitola de haber sido el portero menos batido del grupo V con el Villanovense. En la presente campaña es el undécimo del grupo IV, ya que sólo se contabilizan los que han disputado un mínimo de partidos.

El último descenso

Otro hecho relevante, en su último descenso, el de mayo de 2023 de Primera a Segunda Federación, la Balona recibió 34 goles en 38 partidos (0,89), lo que le supuso ser el cuarto menos batido de su grupo. En aquella andadura la portería estaba defendida por Alberto Varo (que está a un paso de disputar su segundo play-off a Segunda con el Nàstic) y Ángel de la Calzada (que acaba de descender con el San Fernando).

Para buscar una temporada en la que fuese casi igual de vulnerable que en la que acaba de finalizar, hay que remontarse a la 2016-17, en la entonces denominada Segunda B. Los albinegros vieron profanado su marco 48 veces en 38 partidos (1.26). Óscar Santiago y el guadiareño Jesús Godino eran los porteros de aquel plantel, que arrancó con una derrota 5-2 en Jaén y al que la AD Mérida le endosó diez goles en sus dos partidos (2-5 y 5-1).

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