Real Balompédica | Obituario

La Balona llora a su entrenador más inimitable: Jaco Zafrani

  • El técnico de origen israelí muere en Ceuta a los 89 años

  • El mítico creador del 'Comando Jaco' aportó una peculiar preparación física

  • En 1983, tras relevar a Quimet Carrera, condujo a los linenses a su primer ascenso a Segunda B

El 'Comando Jaco' posa antes de un encuentro, con el míster, de pie, a la izquierda

El 'Comando Jaco' posa antes de un encuentro, con el míster, de pie, a la izquierda

Jaco Zafrani, uno de los entrenadores más carismáticos de la centenaria trayectoria de la Real Balompédica Linense, murió este domingo en Ceuta, a los 89 años. Un trozo importante de la historia de la Balona se va con los míster de origen israelí, el hombre que implantó la preparación física como parte fundamental del trabajo de un equipo. El que en junio de 1983 llevó al conjunto de La Línea a su primer ascenso a la Segunda B, el que se consumó en el estadio Ipurúa de Éibar. En 2017 el entonces presidente, el añorado Alfredo Gallardo, se comprometió a rendirle homenaje e imponerle el escudo de oro de la entidad.

En su etapa como futbolista Jaco Zafrani comenzó en el Larache para posteriormente pasar al Club Atlético Tetuán de la Primera división marroquí, con el que debutó antes de cumplir los 20 años. Posteriormente pasó por el España Tánger, UD Las Palmas, Granada CF, Rayo Vallecano, Racing Club de Ferrol y Limoges en Francia donde se retiró en la temporada 1960-61.

En 1970 obtuvo el título nacional y tras comenzar su andadura en el Albacete, pasó Real Jaén, Algeciras CF (cosa que no muchos recuerdan), UD Melilla, San Fernando y por supuesto, en dos etapas, en la Real Balompédica y en numerosos equipos de Ceuta, la ciudad en la que se había afincado.

En la Balona el técnico formó el legendario Comando Jaco en la andadura 73-74. Muchos hinchas balonos recitan todavía de memoria la formación inicial más habitual en aquella etapa. El preparador, que conectó desde el primer día con la calle, trasladó, a su manera, las peculiares normas de trabajo que había introducido en España el entrenador sevillista Marc Merkel. Aquello de los jugadores subiendo las gradas con baterías a cuestas o de acabar las sesiones de trabajo con leche y miel en los vestuarios forma parte de la leyenda de la entidad. “Inimitable, carismático, único, técnica, velocidad, fuerza y revolución” se podía leer en los medios de la época al referirse a él.

Los resultados obtenidos con aquella peculiar forma de trabajar propició que en 1974 el Recreativo de Huelva se interesase por sus servicios, pero Zafrani decidió quedarse en La Línea. Así titulaba el diario Área el 30 de julio de 1974 su información al respecto: “Jaco Zafrani desestimó la oferta del Huelva. Consistía en un millón de pesetas para el entrenador y tres jugadores para la Balona”.

En el texto se explicaba que el empresario Martín Berrocal había realizado gestiones para contratarle “pero todas las dudas se disiparon cuando Jaco firmó un nuevo contrato por la Real Balompédica Linense, un gesto que habla bien a las claras del sentido del honor que tiene Jaco, pues podría haber aceptado el ofrecimiento onubense, pero tenía empeñada su palabra con la Balona y la cumplió y la afición supo reconocerle siempre este gesto”.

“¿Que hizo quedarse al míster? Fue como una llamada de su misma sangre, de aquellas que derramó tantas tardes en las canchas deportivas por su persona, la que hizo recapacitar hondamente a Jaco Zafrani, al ver en acción a los Ledesma, Mota, García, Loza, Aragón, Pino, Tinajero, Quirós, Vallecillo..., sufrió en su pensamiento una completa metamorfosis”, añadía la información.

Jaco Zafrani regresó a La Línea en 1983. El recordado equipo de la andadura 1982/83, aquel que el presidente Samuel Fernández coló en el grupo IX de Tercera contraviniendo toda lógica, estableció un récord de imbatibilidad, ya que su primera derrota se produjo en un accidentado partido en Estepona en la trigésimo primera jornada.

Paradójicamente aquel conjunto -que se constituyó en noticia a nivel nacional por el número de hinchas que acompañaron a los jugadores en algunos de los desplazamientos- vivió un cambio de técnico: Quimet Carerras dejó su sitio a Jaco Zafrani cuando el equipo ya tenía asegurada la condición de campeón de grupo.

La Balona fue primera con seis puntos de ventaja sobre el extinto Atlético de Marbella y el sorteo le deparó un enfrentamiento en primera ronda con la AD Sabiñánigo, segundo del grupo aragonés, al que apeó antes de hacerlo también con el Éibar y lograr un ascenso que tuvo su punto culminante con un recibimiento multitudinario a la expedición un dia después en la Plaza de la Constitución.

En aquel encuentro definitivo en Ipurúa Jaco Zafrani formó con: Diego Tinajero, Pirri, Caro, Lorenzo, Iñaki, Noly, Borrell, Garrido, Bruñas (Antonio Bautista), Márquez y Quirós.

Fue, curiosamente, su último encuentro oficial con los albinegros, porque a pesar de ser renovado, fue destituido en el transcurso de la siguiente pretemporada.

El propio míster aseguró en una de sus últimas visita a La Línea, en 2017, que el momento más emotivo de su carrera se produjo en 2007. Jaco Zafrani acudía al Municipal al frente del Atlético de Ceuta y apenas se dejó ver por la bocana de vestuarios el estadio se puso en pie para tributarle una de las ovaciones más cariñosas que se hayan oído en el vetusto coliseo albinero. El entrenador, de origen israelí, cruzaba el césped con las manos entrelazadas en señal de agradecimiento y sin poder contener las lágrimas.

La Real Balompédica ha expresado su pesar por esta pérdida: “La Real Balompédica Linense quiere transmitir sus condolencias a toda la familia y amigos de uno de nuestros más queridos ex-entrenadores, D. Jaco Zafrani Beliti, quien dirigió a la plantilla de l Balona en las temporadas 73-74 y 82-83, consiguiendo el ansiado ascenso en Éibar. Quedará en las páginas doradas de nuestra historia y en la memoria de nuestros aficionados el conocido “Comando Jaco”, santo y seña del espíritu de la actual Recia Balona. Descanse en paz”.

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