Real Balompédica Linense

Los hombres de Antonio

  • Carlos Guerra, Juan Mari Sánchez, Pepe Losada y Miguel Vega, la guardia pretoriana de Calderón

  • El entrenador se deshace en elogios para quienes le han ayudado a ascender a la Balona

De izquierda a derecha: Miguel Vega, Antonio Calderón, Juan Mari Sánchez, Pepe Losada y Carlos Guerra, sobre el césped del Municipal.

De izquierda a derecha: Miguel Vega, Antonio Calderón, Juan Mari Sánchez, Pepe Losada y Carlos Guerra, sobre el césped del Municipal. / Erasmo Fenoy

La afición de la Real Balompédica Linense vive el primero de muchos fines de semana sin fútbol que le esperan hasta que, al menos, arranque la pretemporada. El primero en la espera del estreno de su equipo en la recién acuñada Primera RFEF, en la que se aseguró plaza el pasado 25 de abril con un empate en Murcia. Ese éxito, como todos en el fútbol –en la vida en general– tiene derecho de autor y le corresponden en el apartado deportivo a su entrenador, Antonio Calderón, criticado con dureza inusitada en algunos momentos –hasta hacerle sentir el centro de una diana, como él mismo confesó en Europa Sur-… pero del que también es partícipe un cuerpo técnico que, en la sombra, ha puesto mucho más que un granito de arena para que el barco acabase por arribar a buen puerto, al objetivo con el que comenzó la andadura.

Por un lado está la gente de la casa. Uno de ellos es el segundo entrenador, Carlos Guerra, quien junto al director deportivo Ismael Chico (que también trabaja muy estrechamente con la primera plantilla) aporta “el sentimiento de la Balona, que lleva dentro y que transmite a quienes le rodean”, subraya Antonio Calderón.

Tiene alma de primer entrenador y lo será más tarde o más temprano”, vaticina el míster, cuya continuidad continúa pendiente de resolverse.

Otro de los canteranos del cuerpo técnico, Juan Mari Sánchez, que volvió hace un año a la que es su casa para complementar la dirección del filial de Primera Andaluza con el de ayudante de campo y scouting al servicio del conjunto que se ha despedido de la Segunda división B. “Otro que es balono a más no poder y un estudioso del fútbol, del que está enamorado. Hablamos mucho de táctica”, especifica el que ha sido su jefe.

Entre los que arribaron el pasado verano pieza clave (y muy innovadora en sus métodos) ha sido el preparador físico Pepe Losada, que llegó avalado por un brillante currículum que ha justificado de sobras. “Pepe representa la confianza mutua que nos proporciona haber trabajado muchos años juntos y que nos hace el camino más fácil”, recalca Calderón cuando se refiere a él.

Completa el póker de colaboradores directos del primer entrenador el preparador de porteros Miguel Vega, cuyo trabajo ha quedado patente en la excelente temporada de Nacho Miras, pero también –aunque su desafortunada actuación en el partido ante el Córdoba parezca indicar lo contrario- en la evolución de liberiano Ashley Williams, que llegó en calidad de cedido por el LISCR FC (Liberian International Shipping & Corporate Registry Football Club), de Monrovia, la capital de su país, y que regresa una vez finalizado el periodo de préstamo.

“Vega, al que he conocido de cerca en La Línea, es un hombre muy pasional, que tiene la capacidad de ver el fútbol muy de sensaciones, de vivirlo y eso es lo que más gusta de él. No solo trabaja el apartado deportivo, sino que hace que el jugador crezca en el apartado de comportamiento”, finaliza el míster.

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