La Real Balompédica se marcha de vacaciones con una sonrisa. No tiene más valor que el simbólico, pero los presuntos suplentes del equipo de La Línea (Primera Federación) vencieron este lunes al Volendam, de Eredivisie, la máxima categoría de Países Bajos. Colista sí, pero a fin de cuentas de la misma división en la que militan Ajax, PSV o Feyenoord. Los de Rafa Escobar, que no hicieron concesiones atrás, sellaron su triunfo con dos auténticos golazos del sierraleonés Alu Koroma y del algecireño Álex Guti.

Los entrenadores sostienen que hasta el más intrascendente de los amistosos permite sacar algo en claro. Y casi siempre llevan algo de razón. El Balona-Volendam era a priori un partido incómodo para los de casa. Apenas 40 horas después de acabar de competir en Majadahonda y con la mente de los futbolistas ya puesta en sus vacaciones, por mucho que para la mayoría (algunos ya han iniciado sus viajes de regreso a casa) no comiencen hasta el próximo jueves.

Sin embargo, sobre todo en la segunda parte, fue un duelo intenso -a ratos demasiado- con ritmo y con ocasiones. Casi todo lo bueno por parte de los linenses. Después del 7-0 ante el Sevilla y de lo que dejó ver en el Municipal no hace falta ser Lionel Scaloni para comprender las causas que llevan al Volendam a ser el peor equipo de su competición.

El primer tiempo pasó como más de puntillas. Por culpa del frío, intenso, se hizo a ratos hasta insufrible. Suceder, lo que se dice suceder, una buena maniobra de Alhassan Koroma cuyo disparo se marchó fuera por poco. Y punto en boca.

Tras el intermedio la Balona le puso más de todo. Nada más empezar por dos veces pudo anotar Gerard Oliva, pero primero su cabezazo en situación inmejorable le salió muy centrado y después no llegó por centrímetros a un pase a boca de gol de Toni García.

Exceptuando un disparo lejano que resolvió bien De la Calzada, el Volendam no fue capaz ni de asustar a los balonos, que en el 16' rozaron otra vez el 1-0 pero el disparo de Yassin Fekir se mostró esquivo a entrar.

Justo antes de que se produjese el carrusel de cambios llegaron los goles. El primero en un jugadón de Alhassan Koroma que vio a su hermano en la frontal y le envió el balón desde la línea de fondo para que Alu le pegase con todo y anotase un golazo. Nueve después Álex García enganchó un precioso disparo con efecto que se coló junto al poste.

El último cuarto de hora hubiese sido un trámite de no ser porque a los holandeses no les sentó nada bien la derrota e hicieron tres o cuatro entradas más que reprochables, especialmente al tratarse de un amistoso. Una de ellas estuvo a punto de provocar un altercado, pero los más sensatos de uno y otro bando acabaron, entre empujones y gritos, imponiendo su mensaje de paz. La última provocó que Masllorens llegase al vestuario casi sin poder apoyar un pie.

Los cuatro chavales de cantera (Sandro, Ali Galindo, Cipri y el juvenil gibraltareño Evan Lee) no tuvieron tiempo de brillar pero al menos disfrutaron de su minutito de gloria, que para ellos supone mucho.

Al margen del resultado, que gusta pero que tiene mayor trascendencia- es justo destacar la progresión que viene llevando a cabo en el apartado ofensivo Bobby Duncan -aunque debe implicarse mucho más cuando no tiene el balón- las hechuras juegue donde juege de Papa Cámara y las pinceladas que sigue dejando Alu Koroma, que van mucho más allá de su gol.