Nacho, hijo de Manolo Ahumada, se entrena con la Balona

El espíritu balono se hereda. Y parece que los genes futbolísticos también. Este miércoles se ha producido un hecho noticiable en la sesión preparatoria que la Real Balompédica ha llevado a cabo sobre el césped del Ciudad de La Línea. Han tomado parte en ella, como suele ser norma, varios canteranos, y entre ellos, por muchas circunstancias, destaca uno: Nacho Ahumada, hijo del delantero, que, entre otras muchas cosas, con un gol propició una de las salvaciones más celebradas del equipo de La Línea, en El Palmar de Sanlúcar en 1990.

El director deportivo, Alberto Achirica, y el primer entrenador, Baldomero Hermoso MereMere siguen dando protagonismo a los canteranos en las sesiones preparatorias, lo que supone un estímulo no solo para los que gozan de esa oportunidad, sino para todos sus compañeros, que pelean por llamar la atención del cuerpo técnico del equipo y merecer una llamada a filas.

Este miércoles, a la espera de los movimientos que el club va a realizar durante el mercado de invierno, se han ejercitado dos porteros (Paulino y Álex Orozco), el taraguillero Josema, Javi Méndez y dos jugadores nada habituales en esas funciones. Por un lado el linense Musta, un central de 18 años. Formado en la cantera del Balón, pasó por el Atlético Zabal y tanto la pasada campaña como en la pretemporada de la actual ya ha participado en algunos encuentros con el filial de la Segunda Andaluza Senior.

“Es un central con gran calidad que puede jugar también como medio centro porque tiene muy buena salida de balón”, afirma Pepe Díaz, responsable del perfil de Facebook Cantera Balona. “De cabeza en las jugadas de balón parado es importante”.

El otro nombre es el de Ignacio de Ahumada Briviesca (Nacho Ahumada), un futbolista polivalente pero que destaca como lateral derecho que ha sido pieza clave en el lateral derecho del segundo equipo albinegro.

Su apellido le delata, es hijo de Manolo Ahumada, un centrodelantero recordado entre los balonos de bien, que jugó hasta en tres etapas diferentes en la Baona, que cuajó sus mejores temporadas a las órdenes de Gabriel Navarro Baby y que, afincado en La Línea, sueña con ver a su hijo vestir la camisola blanquinegra en un partido de competición.

“Es un jugador polifacético, su entrenador dice que lo ponga donde lo ponga, siempre cumple, es el futbolista que cualquier entrenador quiere tener. Por su perfil ha participado bien de inicio o saliendo desde el banquillo en todos los encuentros”, puntualiza Pepe Díaz.