Jordi Roger celebró el pasado sábado –con un valiosísimo triunfo en Villarrubia de los Ojos que rompía una racha de cinco jornadas sin vencer– el medio centenar de partidos oficiales al frente de la primera plantilla de la Real Balompédica Linense. Cuarenta y ocho de esos duelos corresponden a dos andaduras en Liga (2018-19 y la actual) y los dos restantes, a la Copa Federación en la que los albinegros aún están inmersos. El balance que presenta es de 17 victorias (dos en Copa), 17 empates y 16 derrotas.

Llegó hace poco más de un año después de un largo periplo en el Cornellá, desde cuya cantera dio el salto al profesionalismo. Cuando el seis de junio de 2018 Europa Sur  desveló que, a pesar de que habían salido a la palestra otros muchos nombres, el presidente albinegro Raffaele Pandalone negociaba su fichaje la mayor parte de los aficionados se hicieron la misma pregunta: ¿Y ese quién es? 

Ahora Jordi Roger empieza a ser patrimonio de la Balompédica y la entidad, parte de su vida y por añadidura, de la de su familia. A primera vista la cifra que ha alcanzado –50 partidos– puede parecer que no tiene demasiada relevancia, pero muchos entrenadores, en cualquier categoría, suspirarían por estar medio centenar de ocasiones en un mismo banquillo.

Desde que aterrizó en el vestuario del Municipal el preparador catalán ha vencido en 17 ocasiones (34%), ha empatado en otras tantas y ha perdido en 16 oportunidades (32%). Con Roger como máximo responsable de los albinegros, sus jugadores han anotado 49 goles (cinco en Copa) y han recibido 41.

Roger llegó a la Balompédica para ofrecer un fútbol rocoso. Admirador confeso de Simeone, el fútbol de los albinegros invitaba a la comparación con el que practica el Atlético de Madrid.

Esta temporada sin embargo, con la llegada de futbolistas de más talento individual al vestuario, ha intentado dar a su equipo otra fisonomía, no tan marcadamente defensiva. De hecho sorprende el número de goles encajados por los albinegros. Con esos argumentos ha llegado hasta el medio centenar de partidos.

En estos casos siempre queda en el aire la duda de cuál será la cifra que alcanzará antes de marcharse de La Línea.