El Papa y el Reyse han reunido a solas durante algo más de veinte minutos en el despacho del monarca en el Palacio de la Zarzuela, donde han mantenido una conversación presidida por un ambiente de "gran cordialidad", en la que el pontífice ha agradecido a los jóvenes y al conjunto de la población española, así como a sus autoridades, el apoyo recibido para la organización de la Jornada Mundial de la Juventud.

Don Juan Carlos y Benedicto XVI han compartido su preocupación por los problemas de la juventud actual y han coincidido en la necesidad de encontrar salidas a esos "caminos cerrados" que los jóvenes sienten que tienen ante sí.

Esta reunión ha puesto fin a una visita de cortesía del papa a la Zarzuela durante la que también ha tenido ocasión de mantener un "encuentro familiar" en la residencia privada de los reyes no sólo con don Juan Carlos y doña Sofía, sino también con los príncipes de Asturias y la infanta Elena, que han acudido a recibir al papa acompañados de sus hijos.

Acompañaban a Benedicto XVI en ese encuentro el secretario de Estado del Vaticano, Tarsicio Bertone, y el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, así como los cardenales Antonio Cañizares (prefecto de la Congregación para el Culto Divino), Eduardo Martínez Somalo (camarlengo emérito) y Julián Herranz (presidente emérito del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos).

El cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, del que dependen las JMJ, y el nuncio, Renzo Fratini, también han estado presentes en esta conversación del papa con los integrantes de la familia real, todos salvo los duques de Palma, que se encuentran ya en Estados Unidos.

Durante este encuentro ha tenido lugar un intercambio de regalos en el que el rey ha obsequiado al pontífice con una edición facsímil de las Cantigas de Alfonso X comentada en galaico-portugués, mientras que Benedicto XVI ha hecho entrega a don Juan Carlos de un mosaico con una imagen del palacio de la embajada española en la Santa Sede, ubicado en la célebre Plaza de España de Roma.

Al margen de los obsequios oficiales, las infantas Leonor y Sofía han querido ofrecer además un detalle personal al pontífice y cada una de ellas le ha obsequiado con un dibujo.

El papa ha sido recibido por sus anfitriones a la entrada del Palacio de la Zarzuela, donde, tras desear buenos días a los periodistas, don Juan Carlos ha posado junto a su familia para las numerosas cámaras fotográficas y de televisión mientras aguardaba la llegada del pontífice.

Para esa foto, el rey ha pedido a doña Elena que se situara junto a él con sus hijos, Victoria Federica y Juan Felipe Froilán, quien ha protagonizado algunas de las imágenes tomadas durante la bienvenida al pontífice, ya que Benedicto XVI ha dirigido algunas palabras en tono distendido al nieto mayor de los reyes, a quien ha correspondido ser el último en saludar y besar el anillo del papa.

Los reyes, que acudieron ayer al aeropuerto de Barajas para recibir al papa -con quien mantuvieron un primer encuentro privado en el Pabellón de Estado del propio aeródromo madrileño-, se habían reunido por última vez con Benedicto XVI en Barcelona, ciudad que el pontífice visitó en noviembre del año pasado para oficiar la misa solemne de dedicación a Dios del templo de la Sagrada Familia.

Previamente, con motivo del Año Santo Compostelano, había viajado a Santiago, donde los príncipes habían ejercido como anfitriones, y cuatro años antes, durante su primera visita a España con ocasión del V Encuentro Mundial de la Familia, había tenido oportunidad de encontrarse con la familia real al completo en el Palau de la Generalitat valenciana.

Este sábado, don Felipe y doña Letizia asistirán a la vigilia con los jóvenes que presidirá el papa en el aeródromo de Cuatro Vientos y el domingo serán los reyes quienes acudan allí para asistir a una misa oficiada por el pontífice, a quien despedirán oficialmente por la tarde en el aeropuerto de Barajas.